Madrecita mía,
madrecita tierna,
déjame decirte
dulzuras extremas
Es tuyo mi cuerpo
que juntaste en ramo;
deja revolverlo
sobre tu regazo
Juega tú a ser hoja
y yo a ser rocío:
y en tus brazos locos
tenme suspendido
Madrecita mía,
todito mi mundo
déjame decirte
los cariños sumos.
Gabriela Mistral