Por MsC. Olga Lydia Paz Figueroa
Este es un día de conmemoración organizada por el Instituto Cervantes para celebrar la importancia del español como lengua internacional. Tiene su origen en el año 1926, cuando el escritor valenciano Vicente Clavel Andrés propuso la idea de un día especial para celebrar la literatura. La tradición comenzó en Valencia y se diseminó gradualmente en toda España. En 1964, la celebración fue adoptada por todos los países hispanohablantes. En algunos países se conmemora a la vez el Día del Libro.
Se celebra en honor al escritor Miguel de Cervantes Saavedra, autor de la obra cumbre de la lengua española “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha”, quien murió el 23 de abril del año 1616, al igual que William Shakespeare, pero del calendario juliano, y en diferente año el peruano Inca Garcilaso de la Vega.
Nuestro idioma es tan dinámico que es considerado como la segunda lengua más importante del plantea y la tercera más hablada. Significa que, gracias a las lenguas romances, a la renovación e innovación permanente acorde con los ritmos científicos y tecnológicos del hombre, y a las manifestaciones de las diferentes culturas y lenguajes, donde quiera que estemos, ese día debe predominar la fuerza del idioma con su sonoridad, su romanticismo, su gramática y su ortografía.
Ya lo dijo Pablo Neruda, “…Son las palabras las que cantan, las que suben y bajan… Se llevaron el oro y nos dejaron el oro…Se lo llevaron todo y nos dejaron todo…Nos dejaron las palabras” … “salimos perdiendo, salimos ganando”.
La conmemoración se propone ayudar a difundir y dar impulso al uso de esta lengua, promover su sana utilización, en tanto inducen a mantener las tradiciones culturales de un pueblo y es un elemento de identificación cultural que afecta al grupo. Es un acto de reflexión y de existencia, desde nuestras palabras.