Por: MsC. Olga Lydia Paz Figueroa
E 7 de abril de 1930 nace en Santiago de Cuba quien devino en paradigmática mujer para Cuba y para el Mundo.
Tras el triunfo revolucionario de 1959, y ya con una historia fraguada entre la clandestinidad y la guerrilla, Vilma se convirtió en la guía de las acciones del nuevo Estado para instituir la igualdad y el empoderamiento de las mujeres cubanas en la sociedad y las leyes.
Presidió la Federación de Mujeres Cubanas hasta su fallecimiento. Su trabajo fue fundamental en la creación de los círculos infantiles, en el establecimiento del Código de la Niñez y la Juventud y el Código de Familia; en la Asamblea Nacional, el Consejo de Estado, y en las delegaciones que representaron a Cuba en foros internacionales relacionados con la lucha por los derechos de las mujeres.
El Comandante en Jefe Fidel Castro sobre Vilma Espín expresó: “Consagró toda su vida a luchar por la mujer, cuando en Cuba la mayoría de ellas era discriminada como ser humano al igual que en el resto del mundo, con honrosas excepciones revolucionarias”.
En el aniversario 91 de su natalicio, sigue siendo un ejemplo cercano de activismo, abnegación y empoderamiento en un contexto mundial donde continúan las luchas de las mujeres por el derecho a decidir sobre su cuerpo, a vivir sin violencias ni maltratos, a ser independientes y a tener más participación en la vida política y económica de sus sociedades.
Por su ejemplar vida y por la obra grande que forjó en la Revolución Cubana, haciendo, del papel de la mujer, otra revolución dentro de aquella, Vilma Espín es paradigma que trasciende la nación.