Por: Lic. Lilianis Becerra Paz
Nicanor Mac Pórtland y Diez, conocido como Julio Antonio Mella, nació el 25 de marzo de 1903 y devino en el “más auténtico líder estudiantil que hasta ahora ha producido Cuba”, según expresara Raúl Roa.
Nos legó un pensamiento revolucionario, antimperialista, latinoamericanista, radical, evidenciado, entre otros, en los fragmentos siguientes:
“Los pueblos hermanos que un loco tenaz descubriera, cachorros de un caduco león son hoy presas de un águila estrellada. ¿Por qué razón? ¿Por qué justicia? Por ninguna […]. Ver unidas a las repúblicas hispanoamericanas para verlas fuertes, dominadoras y servidoras de la Libertad, diosa. He aquí mi ideal.
“El más alto centro de cultura no debe ni puede ser una simple fábrica de títulos. Una universidad latina no es una escuela de comercio a donde se va a buscar tan solo el medio de ganarse la vida: la universidad moderna debe influir de manera directa en la vida social, debe señalar las rutas del progreso, debe ocasionar por medio de la acción ese progreso entre los individuos, debe por medio de sus profesores arrancar los misterios de la ciencia y exponerlos al conocimiento de los humanos.”
“Hay que hacer la revolución de los ciudadanos, de los pueblos contra el dólar. En todos, e inclusive ―o mejor―, en los Estados Unidos de Norteamérica. […] La hora es de lucha, de lucha ardorosa; quien no tome las armas y se lance al combate pretextando pequeños desprecios, puede calificarse de traidor o cobarde. Mañana se podrá discutir, hoy solo es honrado luchar.”
“La lucha contra el imperialismo de todas las fuerzas y tendencias es la lucha más importante en el momento actual (…), tenemos el deber de plantear el problema «nacionalista» para unos, el «social» para otros, pero antimperialista para todos.”
Nos legó caminos a transitar para la transformación, en su intenso accionar dentro y fuera de la isla, entre las que podemos citar:
En Cuba: los trabajos periodísticos para Alma Máter, la reforma universitaria en la Universidad de La Habana, la fundación de la FEU, la organización y dirección de Juventud, la organización y desarrollo del Primer Congreso Nacional de Estudiantes, la creación de la Universidad Popular José Martí, la Liga Anticlerical y la Liga Antiimperialista, la fundación del primer partido marxista – leninista, los textos de extraordinario valor como: “Cuba, un pueblo que nunca ha sido libre”, “La única salida” y “Glosas al pensamiento martiano”, la creación del Instituto Politécnico Ariel, la huelga de hambre, desde la cárcel injusta.
Desde el exilio en México: el vínculo con el movimiento revolucionario continental e internacional, el contacto con los revolucionarios y demócratas de toda la región, la colaboración en los periódicos Cuba Libre, El Libertador, Tren Blindado, El Machete y Boletín del Torcedor, las conferencias pronunciadas y las críticas publicadas sobre el muralismo mexicano, la participación en el Congreso Mundial contra la opresión colonial y el imperialismo, celebrado en Bruselas, el contacto con los revolucionarios y luchadores anticolonialistas de 37 países y 137 organizaciones progresistas del mundo, la participación en el Congreso de la Internacional Sindical Roja en Moscú, la labor como miembro del Comité Central del Partido Comunista de México, la lucha por la reforma agraria, por la nacionalización del petróleo y la participación en las huelgas de los mineros, la fundación de varias organizaciones antiimperialistas, estudiantiles y campesinas, la fundación de la Asociación de los Nuevos Emigrados Revolucionarios Cubanos (ANERC), que abrió una nueva perspectiva para el desarrollo del pensamiento y la práctica revolucionaria en Cuba y América Latina.
Este íntegro hijo de la patria fue asesinado el 10 de enero de 1929 en México, como había vaticinado, por la espalda, por órdenes expresas del dictador Gerardo Machado, a quien Rubén Martínez Villena calificara como “un asno con garras”. Sus cenizas fueron posteriormente trasladadas a La Habana el 29 de septiembre de 1933.
Entre los trabajos que dejó inéditos se encuentra “Hacia dónde va Cuba” Utilizó los seudónimos «Cuauhtémoc Zapata», «Kim (El Machete)» y «Lord Mac Pórtland».
El “más auténtico líder estudiantil”, en su corta existencia desarrolló una febril actividad política y revolucionaria que lo convirtió en un líder de talla internacional y hoy constituye ejemplo imperecedero para los jóvenes de estos tiempos, en esos seres, que abrazan con fervor aquella última e inolvidable frase «Muero por la Revolución», #Mella Vive