¡Patria o Muerte por la Vida!

Por MsC. Olga Lydia Paz Figueroa

Unas de las fechas de la historia de Cuba que más unió al pueblo fue la del 4 de marzo de 1960, ese día se produjo el horrendo sabotaje al vapor La Coubre. Investigadores cubanos y franceses coincidieron en que no había sido un accidente en la manipulación de la carga, sino un sangriento sabotaje que formaba parte de un plan terrorista donde perdieron la vida seis marinos galos y más de un centenar de cubanos, entre obreros, militares y gente de pueblo que se dirigían, sin detenerse ante el peligro, para socorrer a las primeras víctimas en el interior y los alrededores de la nave en llamas.

Se sintió en la ciudad de La Habana con un gran humo perceptible, junto a los sonidos de sirenas de ambulancias y patrullas una primera fuerte explosión, seguida de otra que, por minutos de diferencia, no alcanzó al Comandante en Jefe Fidel Castro y otros líderes que se personaron rápidamente en el lugar, algo característico en la actuación de la dirección de la Revolución. Obviamente, la acción estaba programada para descabezar la Revolución, arruinar la economía, afectar la organización de la defensa y por encima de todo sembrar el pánico y la inactividad en el pueblo para facilitar la derrota de la Revolución. Les faltó considerar la valentía y la capacidad de respuesta probada, del pueblo cubano y sus líderes.

La voladura de La Coubre, aunque logró en parte, el daño esperado, fracasó. Basta con recordar la despedida de duelo de las víctimas del sabotaje, donde el Comandante en Jefe Fidel Castro ofreció evidencias de la acción criminal, denunció la política agresiva y de bloqueo de EE. UU y proclamó ante el mundo: “Y no solo sabremos resistir cualquier agresión, sino que sabremos vencer cualquier agresión”… nuevamente no tendríamos otra disyuntiva que aquella con que iniciamos la lucha revolucionaria: la de la libertad o la muerte.  Solo que ahora libertad quiere decir algo más todavía: libertad quiere decir Patria.  Y la disyuntiva nuestra sería Patria o Muerte”.

Hoy a 61 años de aquella crueldad, ante las nuevas formas de maniobrar el imperio con sus mercenarios, tratándonos de engañar con sus cantos de sirena de “Patria y Vida”, mientras alientan el terror, la muerte e incitan a la insurrección violenta, decimos en mayoría los cubanos, que no hay otra alternativa: en Cuba, libre soberana, solidaria, democrática y socialista, continuadora de la obra revolucionaria, la disyuntiva es ¡Patria o Muerte por la Vida!