Declaración del grupo 1.8 sobre ética cultura y sociedad como insignia de la Revolución Cubana.
Identidad: Es el conjunto de valores éticos y morales, sentimientos, cultura, tradiciones, costumbres que identifiquen a una nación y la diferencia de las otras. El sentimiento de ser el mismo a través de los cambios y del paso del tiempo. Incluye nuestro origen y nuestro pasado.
Cultura: Producción material y espiritual que expresa el ser esencial del hombre en su proceso y resultados e incluye distintos ámbitos de la vida. El patrimonio tangible e intangible construido por el hombre a través de milenios.
Ética: Estudio teórico de la moral. Es parte de la cultura y ambas varían dependiendo del país y según la época.
El cubano se identifica como tal por su personalidad, su comida, su música, sus tradiciones, su religión, su deporte, sus músicos, sus dichos, aquella alegre y espontánea manera de ser con todos los individuos a su alrededor y en donde quiera que esté. Cuba es decisión, es firmeza, valentía, son sus héroes, atributos, símbolos. Es su malecón, su Habana legendaria, sus playas, su gente. Cuba socialista, Cuba independentista. Ese poder de distinguirnos de entre el tumulto y brillar radiantemente.
El médico cubano es solidario, humanista, compasivo, preocupado. Capaz de sacrificarse en beneficio de otros. Siempre dispuesto a acudir a la atención en cualquier circunstancia. No discrimina, no juzga, simplemente ayuda. Donde quiera que se necesite, el médico cubano estará ahí. ¿Y por qué? Porque nos nace ser así, es propio, es de nuestra revolución, es de nuestra patria. A cualquier hora, en cualquier punto del planeta, mientras exista la palabra necesidad, ahí siempre estaremos.
(Tomado del Portal de Facebook: Bandera del Futuro)
Comentarios en Ética, cultura y sociedad en el pensamiento y en la obra de la Revolución Cubana y latinoamericana
DECLARACIÓN DEL GRUPO 1. 1
Como estudiantes de Medicina se arraigan en nuestra identidad, las costumbres, tradiciones, la forma de pensar y de vivir nuestra vida. Podemos pensar que nuestro papel es simple pero es mucho mayor, el de marcar la diferencia, el de servir de luceros en la ancha oscuridad, en el de curar este mundo que padece de pupitres llenos y de mentes vacías. Es nuestro máximo deber el de ser y convertirnos en médicos del mañana. Médicos que no crean en procesos burocráticos y normas que obstruyan nuestro cometido, que no crean en beneficios personales sino un sean fieles a nuestro más grande, noble y ancestral deber con y para la humanidad.