
El 10 de octubre de ese mismo año, el abogado patriota Carlos Manuel de Céspedes (1819-1874) liberó a sus esclavos y alzó en armas a los cubanos, primer hecho fundacional de las Revoluciones de Liberación Nacional de Cuba. El repique de la campana de su ingenio La Demajagua, Manzanillo, en el oriente del país, significó un triunfo de las ideas independentistas, frente al integrismo hispano y las corrientes reformistas y anexionistas.