Se celebra cada 26 de junio desde 1997 en que la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de la Tortura, con un único objetivo: la erradicación total de la tortura.
La ONU define la tortura como cualquier acto en que un funcionario público u otra persona en el ejercicio de funciones públicas, a instigación suya, o con su consentimiento o aquiescencia, inflija intencionadamente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el fin de obtener de ella o de un tercero información o una confesión, de castigarla por un acto que haya cometido, o se sospeche que ha cometido, o de intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, o por cualquier razón basada en cualquier tipo de discriminación. Leer más