“Conociendo al Vitíligo” por Dr. Gustavo Gómez Barrera

El vitíligo es una enfermedad de la piel adquirida, autoinmune y crónica caracterizada por áreas despigmentadas por la falta de los melanocitos, célula responsable de la pigmentación de la piel.

Las lesiones pueden ser de cualquier forma y tamaño, pueden afectar cualquier parte de la piel y mucosas, y son blancas con localización no predecible, a pesar de que el vitíligo simétrico es el que más predomina presentando lesiones  localizadas en zonas similares a ambos lados del cuerpo. Con su aparición la textura de la piel no cambia, no es contagioso y sus consecuencias se concentran en la estética personal y la esfera psicosocial.

Tiene carácter hereditario en un 40 %, sin embargo no se hereda la enfermedad, sino la predisposición genética, por lo que su aparición depende de un factor desencadenante. La prevalencia es de 0.2 y un 2 % de la población, sin constatarse diferencias por sexo o raza, y puede aparecer a cualquier edad, aunque es más frecuente antes de los 20 años.

Se clasifica normalmente en:

– Vitíligo no segmentario que incluye:

  • Acrofacial: Con afectación de la cara cabeza manos y pies.
  • Generalizado: Afecta cualquier parte del cuerpo.
  • Común: Afecta cualquier parte del cuerpo en forma simétrica.
  • Universal: cuando afecta más del 80% de la piel.
  • Mixto: Combinación de los anteriores.
  • Raro: No cumple ninguno de las manifestaciones anteriores.

– Vitíligo segmentario: Afecta segmentos unilaterales del cuerpo.

– Vitíligo no clasificable:

No existe una cura definitiva, pero si hay tratamientos con los que se pueden alcanzar altos porcentajes de éxito, como la dieta libre de gluten (productos con harinas).

La Clínica Internacional Siboney cuenta con un servicio de Dermatología con experiencia y profesionalidad en el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad, adquirido durante el Programa de Atención Médica a los niños víctimas del accidente de Chernóbil, además de combinar tratamientos para el bienestar y la calidad de vida.

Por: Dr. Gustavo Gómez Barrera

 

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