Semana Mundial de la Lactancia Materna: 1 al 7 de agosto

Todos los años se celebra la Semana de la Lactancia Materna durante los primeros días de agosto y su origen data del año 1990, cuando se unieron 120 países en favor de la madre y el niño. Desde esta iniciativa mundial –impulsada por la OMS- se promueve la Lactancia Materna como una de las acciones fundamentales en la relación madre hijo y sus implicancias en la salud pública y la comunidad. Este año el lema internacional sobre el cual se trabaja es: proteger la lactancia materna: un compromiso de todas/os. El tema está alineado con el área temática 2 de la campaña de la Semana Mundial de la Lactancia Materna-Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, que destaca los vínculos entre la lactancia materna y la supervivencia, la salud y el bienestar de las mujeres, los niños y las naciones.

La Alianza Mundial para la Acción sobre Lactancia Materna (WABA, por su sigla en inglés) afirma que los objetivos de este año son:

  • Informar a las personas sobre la importancia de proteger la lactancia materna.
  • Anclar el apoyo a la lactancia materna como una responsabilidad vital de salud pública.
  • Interactuar con individuos y organizaciones para un mayor impacto.
  • Impulsar la acción en la protección de la lactancia materna para mejorar la salud pública.

El embarazo y la lactancia son un momento especialmente vulnerable para las mujeres trabajadoras y sus familias. Las mujeres embarazadas y lactantes requieren protección especial para prevenir daños a su salud o a la de sus bebés, y necesitan tiempo suficiente para dar a luz, recuperarse y amamantar a sus hijos. Al mismo tiempo, también necesitan protección para garantizar que sus puestos de trabajo no se ven amenazados por el embarazo o la licencia de maternidad.

La OPS/OMS recomienda que los países implementen y apliquen el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna a todos los niveles. Es vital garantizar que las madres lactantes no sean blanco de la industria, el marketing o los profesionales de la salud pública que quieren poner en peligro su lactancia materna mediante la promoción de la alimentación con fórmula.

La OPS/OMS sigue recomendando que se cumplan las pautas estándar de alimentación infantil durante la pandemia de COVID-19. Las pautas estándar de alimentación infantil son: inicio de la lactancia materna dentro de una hora después del nacimiento, lactancia materna exclusiva hasta que los bebés tienen seis meses de edad, y continuación de la lactancia materna junto con alimentos complementarios nutricionalmente adecuados y seguros, hasta los dos años de edad o más allá.

La pandemia del Covid ha puesto de manifiesto dos realidades en torno a la lactancia:

  • El impacto de la separación de madre y bebé en el inicio de la lactanciay en la continuación de la  lactancia materna puede ser devastador.
  • El acceso a la lactancia materna está actualmente limitado por la sobrecarga de los sistemas de salud y los requisitos de distanciamiento social. Una cadena efectiva de apoyo a la lactancia materna

Por todo esto, se ha visto, que aunque el apoyo a nivel individual de las madres lactantes es muy importante, la promoción de la lactancia materna precisa también una inversión a todos los niveles y que es necesario crear una cadena amplia y efectiva de apoyo a la lactancia materna incluidos los sistemas de salud, centros de trabajo y comunidades de la sociedad

Los beneficios de la lactancia materna y la crianza de la interacción madre-bebé para prevenir la infección y promover la salud y el desarrollo son especialmente importantes cuando los servicios de salud y otros servicios comunitarios se ven interrumpidos o limitados. Se debe apoyar a las madres y los bebés para que permanezcan juntos y practiquen el contacto piel con piel y/o el cuidado de canguro, independientemente de que ellos o sus bebés tengan o no una infección por el virus COVID-19 sospechosa, probable o confirmada. Se debe proporcionar asesoramiento sobre lactancia materna, apoyo psicosocial básico y apoyo práctico de alimentación a todas las mujeres embarazadas y madres con bebés y niños pequeños.

El inicio temprano de la lactancia materna en la primera hora de vida protege al recién nacido de las infecciones y reduce la mortalidad neonatal. Además de este beneficio, la lactancia exclusivamente materna durante los primeros seis meses de vida aporta muchas otras garantías, tanto al bebé como a la madre. Entre los beneficios de este alimento destacan: la protección frente a las infecciones gastrointestinales, la disminución del riesgo de muerte por diarrea y otras infecciones.

Los niños y adolescentes que fueron amamantados tienen menos probabilidades de padecer sobrepeso u obesidad. Además, obtienen mejores resultados en las pruebas de inteligencia y tienen mayor asistencia a la escuela. La lactancia materna se asocia a mayores ingresos en la vida adulta

La lactancia materna también contribuye al bienestar de las madres porque reduce el riesgo de cáncer de ovarios y de mama, en tanto ayuda a espaciar los embarazos, ya que en la mujer, el acto de lactar tiene un efecto hormonal que a menudo induce la amenorrea. Se trata de un método anticonceptivo natural (aunque no exento de fallos) denominado Método de Amenorrea de la Lactancia.