El 11 de abril se celebra el Día Mundial del Parkinson coincidiendo con el aniversario de James Parkinson, neurólogo británico que en 1817 descubrió lo que en aquel tiempo llamó parálisis agitante y que hoy conocemos como enfermedad de Parkinson. Desde entonces, asociaciones de Parkinson de todo el mundo conmemoran ese día con la celebración de actos públicos de interés general que pretenden difundir la realidad de esta enfermedad y sensibilizar a la sociedad en general.
El lema de este día para 2021 es: “Pon una etiqueta positiva” como una forma de empoderar a los pacientes y que se muestren tal como son, ya que esta enfermedad suele tener un gran impacto emocional y psicológico en las personas que lo padecen. El objetivo de esta fecha es reconocer a las personas afectadas, a sus cuidadores familiares y profesionales y al personal médico que trabaja por mejorar su calidad de vida e investiga para encontrar tratamientos eficaces. También tiene como propósito fundamental el informar sobre esta enfermedad neurodegenerativa a la sociedad para que ningún paciente sufra por la ignorancia e incomprensión de otros.
La enfermedad de Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa, crónica e invalidante, caracterizada, principalmente, por el desarrollo de temblores de reposo, bradicinesia o acinesia, rigidez muscular y complicaciones en la postura y la marcha, que suele aparecer entorno a los 50 años, aunque se dan casos de enfermedad antes de los 40. En los pacientes con Parkinson se verifica una insuficiencia en el funcionamiento de las neuronas, que no producen cantidades suficientes de un neurotransmisor, la dopamina, esencial en las funciones motoras. Frecuentemente clasificada como un trastorno del movimiento, la enfermedad de Parkinson también desencadena alteraciones en la función cognitiva, en la expresión de las emociones y en la función autónoma.
En la actualidad el párkinson no tiene cura, pero sí hay diferentes tratamientos para controlarla eficazmente, para mejorar lo síntomas. Una vez establecido el diagnóstico clínico, se debe decidir si se trata o no, el tipo de terapia más indicada y el fármaco más adecuado. Hay cuatro tipos de tratamientos:
- Preventivo: intenta evitar o enlentecer su progresión.
- Sintomático: para restaurar los niveles normales de dopamina.
- Cirugía: a través de diferentes técnicas quirúrgicas.
- Restaurador: son las técnicas actuales que se utilizan para el tratamiento.
Gracias a las campañas de concienciación, a nivel mundial se han podido visibilizar a las víctimas de este padecimiento y que ha permitido dejar a un lado el estigma y la discriminación que existía en el pasado. En el campo de la investigación, se sigue estudiando las causas del Parkinson y no se pierde la esperanza de que en un futuro no muy lejano se halle la cura para este mal.