Cada 6 de abril, desde el año 2002, se celebra el Día Mundial de la Actividad Física por iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el objetivo de promocionar la actividad física como elemento esencial para el cuidado y bienestar de la salud de las personas. Igualmente, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció también el 6 de abril como el Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz, fecha en la que se reconoce el potencial del deporte en la creación de un entorno de tolerancia y comprensión, que ayude a promover la paz y el desarrollo.
¿A qué nos referimos con actividad física? Muchos pensamos que una actividad física es necesariamente el desarrollo de una actividad deportiva de moderada o elevada intensidad, pero esto no es cierto. Es cualquier movimiento corporal que genere actividad en los músculos esqueléticos y conlleve a un consumo de energía. Su intensidad dependerá de cada persona. La OMS recomienda realizar una actividad física de al menos 30 minutos diarios en función del estado físico de cada uno. Caminar a paso ligero, bailar, manejar en bicicleta, nadar, correr, pasear al perro son algunos ejemplos que están al alcance de todos.
En la Resolución del 23 de agosto de 2013 la Unesco señala que la celebración de este Día reafirma el reconocimiento de:
- El potencial del deporte para contribuir a la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, destacando que el deporte puede promover la paz y el desarrollo y contribuir a la creación de un entorno de tolerancia y comprensión.
- El deporte, como instrumento para la educación, el desarrollo y la paz, que promueva la cooperación, la solidaridad, la tolerancia, la comprensión, la inclusión social y la salud en los planos local, nacional e internacional.
- La promoción de los estilos de vida sanos, especialmente mediante la actividad física, para la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles.
¿Cómo se celebra este día? Se realiza alguna actividad física o, al menos, se medita sobre empezar a practicarla de cara a futuro, en el caso de quienes todavía no se atreven. Además, se incita a que las personas puedan investigar acerca de las distintas actividades físicas que existen, pues siempre hay una que se puede acomodar a los tiempos y a la edad de cada uno.
El confinamiento no puede ser excusa para que sedentarismo e inactividad física se instalen en nuestro día a día con más persistencia de lo que lo hacían anteriormente. Al contrario, esto puede ser una oportunidad para poder tener tiempo de realizar ejercicio físico. Hay cientos de formas para seguir moviéndonos en nuestra casa, desde hacer actividad física con las tareas del hogar, hasta realizar programas de ejercicio. Existe un abanico de posibilidades amplio para poder seguir cuidando de nuestra salud a través del movimiento mientras nos quedamos en casa.
Realizar actividad física tiene grandes beneficios para la salud. Entre ellos, puede mejorar la fuerza muscular y aumentar la resistencia, incrementa los nutrientes a los tejidos. Puede prevenir y ayudar a gestionar las cardiopatías, la diabetes de tipo 2 y el cáncer, que causan casi tres cuartas partes de las muertes de todo el mundo. Además, puede reducir los síntomas de depresión y ansiedad, y mejorar la concentración, el aprendizaje y el bienestar en general.
La actividad física es uno de los pilares fundamentales en la vida de los seres humanos, además de una alimentación saludable, suficiente hidratación y un buen descanso. Es importante generar este hábito. No distingue edades, cualquier persona puede realizarla en cualquier momento de su vida.