Fiebre Chikungunya

¿Qué la produce?

aedes_aegypti-150x148La Fiebre Chikungunya es producida por un virus homónimo, que se transmite al hombre por la picadura de los mosquitos Aedes aegypti y Aedes albopictus (ambos presentes en Cuba). Desde el 2004, el virus de Chikungunya ha causado brotes masivos y sostenidos en Asia y África, donde más de 2 millones de personas han sido infectadas, con tasas de hasta 68% en ciertas áreas. La alta tasa de infección puede generar una presión alta muy rápidamente sobre los sistemas de salud.

La proximidad de los criaderos de los vectores a los lugares donde viven las personas es un factor de riesgo significativo para la transmisión de Chikungunya, al igual que para otras enfermedades transmitidas por este tipo de vectores, como por ejemplo el dengue.

En el 2013, la  Organización Panamericana de la Salud y la (Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) recibió confirmación de los primeros casos de transmisión autóctona de Chikungunya en las Américas. Antes de esta confirmación cientos de personas que habían viajado desde las Américas a Asia y África se infectaron con Chikungunya.
Se debe distinguir la Chikungunya del dengue. Si bien ambas enfermedades pueden producir dolor corporal difuso, este es mucho más intenso y localizado en las articulaciones y tendones en el caso de la Fiebre Chikungunya que en el dengue.

Cuadro Clínico

síntomas-chikungunya-300x220La Fiebre Chikungunya se caracteriza por la aparición súbita de fiebre, generalmente acompañada de dolores articulares. Otros signos y síntomas frecuentes son: dolores musculares, dolores de cabeza, náuseas, cansancio y erupciones cutáneas. Los dolores articulares suelen ser muy debilitantes, pero generalmente desaparecen en pocos días.

La mayoría de los pacientes se recuperan completamente, pero en algunos casos los dolores articulares pueden durar varios meses, o incluso años. Se han descrito casos ocasionales con complicaciones oculares, neurológicas y cardiacas, y también con molestias gastrointestinales.

Las complicaciones graves no son frecuentes, pero en personas mayores la enfermedad puede contribuir a la muerte. A menudo los pacientes solo tienen síntomas leves y la infección puede pasar inadvertida o diagnosticarse erróneamente como dengue en zonas donde este es frecuente.

Diagnóstico

Para establecer el diagnóstico se pueden utilizar varios métodos. Las pruebas serológicas, como la inmunoadsorción enzimática (ELISA), pueden confirmar la presencia de anticuerpos IgM e IgG contra el virus Chikungunya. Las mayores concentraciones de IgM se registran entre 3 y 5 semanas después de la aparición de la enfermedad y persisten unos 2 meses.

Las muestras recogidas durante la primera semana tras la aparición de los síntomas deben analizarse con métodos serológicos y virológicos (RT-PCR). El virus puede aislarse en la sangre en los primeros días de la infección. Existen diversos métodos de reacción en cadena de la polimerasa con retrotranscriptasa (RT–PCR), pero su sensibilidad es variable. Algunos son idóneos para el diagnóstico clínico.

Los productos de RT–PCR de las muestras clínicas también pueden utilizarse en la genotipificación del virus, permitiendo comparar muestras de virus de diferentes procedencias geográficas.

Trasmisión

El virus del chikungunya,   se transmite fundamentalmente por vectores muy invasivos:

– Aedes aegypti es un vector predomina en ambientes urbanos, se reproduce en contenedores artificiales (muy abundantes) y naturales y se alimenta casi exclusivamente del humano.

– Aedes albopictus se ubica más a menudo en zonas periurbanas y rurales, y se mantiene de primates humanos y no humanos, roedores y aves.

En diciembre del 2013 la OPS/OMS recibió la confirmación de los primeros casos de transmisión autóctona de Chikungunya en las Américas.

El contagio no se da de persona a persona.   Se da cuando un mosquito pica a una persona infectada, y como se alimenta de sangre, luego pica a otra persona, y, de esta forma, la contagia.

Existe la transmisión vertical del virus. Cuando la infección se presenta durante el periodo perinatal, la transmisión se estima en un 50 %.  Asimismo, es posible la transmisión por transfusión sanguínea.

La enfermedad puede presentarse entre tres y siete días después de la picadura de un mosquito infestado y puede durar entre dos y doce días.

 Prevención

La proximidad de las viviendas a los lugares de cría de los mosquitos vectores es un importante factor de riesgo tanto para la Fiebre Chikungunya como para otras enfermedades transmitidas por las especies en cuestión. La prevención y el control se basan en gran medida en la reducción del número de depósitos de agua naturales y artificiales que puedan servir de criadero de los mosquitos.

Para ello es necesario movilizar a las comunidades afectadas. Durante los brotes se pueden aplicar insecticidas, sea por vaporización, para matar los moquitos en vuelo, o bien sobre las superficies de los depósitos o alrededor de éstos, donde se posan los mosquitos; también se pueden utilizar insecticidas para tratar el agua de los depósitos a fin de matar las larvas inmaduras.

Como protección durante los brotes se recomiendan llevar ropa que reduzca al mínimo la exposición de la piel a los vectores. También se pueden aplicar repelentes a la piel o a la ropa, respetando estrictamente las instrucciones de uso del producto. Los repelentes deben contener DEET (N, N-dietil-3-metilbenzamida), IR3535 (etiléster de ácido 3-[N-acetil-N-butil]-aminopropiónico) o icaridina (2-(2-hidroxietil)-1-metilpropiléster de ácido 1-piperidinocarboxílico).

Para quienes duerman durante el día, sobre todo los niños pequeños, los enfermos y los ancianos, los mosquiteros tratados con insecticidas proporcionan una buena protección. Las espirales insectífugas y los vaporizadores de insecticidas también pueden reducir las picaduras en ambientes interiores.

Las personas que viajen a zonas de riesgo deben adoptar precauciones básicas, como el uso de repelentes, pantalones largos y camisas de manga larga, o la instalación de mosquiteros en las ventanas.

 Tratamiento

Hasta el momento, no existe ningún antivírico específico para tratar la Fiebre Chikungunya.

El tratamiento consiste principalmente en aliviar los síntomas, entre ellos el dolor articular, con antipiréticos, analgésicos óptimos y líquidos. No se dispone de ninguna vacuna comercializada contra el virus Chikungunya.

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