Fidel entre nosotros

fidel entre nosotros10

Nadie piense tampoco que desde el primer día todo estaba concebido en la educación. Cuando empezamos la Revolución, o antes de la Revolución, teníamos muchas ideas y muchos sueños con relación a la educación; eran las ideas que entonces se proclamaban como las ideas necesarias, las ideas revolucionarias: que existieran aulas y maestros para todos los niños, que se acabara el analfabetismo, todas aquellas cosas. Había una serie de ideas muy buenas, no voy a negarlo, pero que se correspondían con aquellos tiempos.

Si comparamos las ideas que teníamos antes del triunfo de la Revolución con las que tenemos ahora, hay un abismo, porque se fueron desarrollando nuevas y nuevas ideas en este campo, que es lo que hoy constituye la suma de todas nuestras instituciones y programas educacionales. Los institutos preuniversitarios de ciencias exactas ni siquiera nos pasaban por la cabeza en aquellos tiempos; ni las escuelas vocacionales, que surgieron antes de las de ciencias exactas; ni las de educación especial. La concepción del estudio y del trabajo sí era de antes, ¡muy importante!, porque esa era una idea de Marx y una idea de Martí, que en ningún país se había llevado a la práctica, realmente, no se había llevado a la práctica de una manera general. Y para nosotros siempre fue muy clara la importancia de la combinación del estudio y el trabajo, porque cada ciudadano tenía que ser un intelectual y cada ciudadano tenía que saber trabajar también con sus manos, porque no podíamos formar solo una sociedad de intelectuales.

Esa concepción, a mi juicio, es una de las más importantes, desde el principio estaba elaborada; pero todas estas ideas, todos estos planes, un maestro graduado en la universidad, en aquel tiempo no nos pasaban por la mente; todas estas instituciones, todos estos institutos, todo el sistema actual, completo, no nos pasaba por la mente en aquel tiempo; el tipo de escuelas especiales que tenemos ahora, ni siquiera la soñábamos.

Castro Ruz F. Discurso de Clausura del Congreso «Pedagogía 90». La Habana: Palacio de Convenciones; 9 de febrero de 1990. Disponible en: http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1990/esp/f090290e.html