El Día Mundial de la Menopausia se celebra el 18 de octubre, según lo acordado entre la Sociedad Internacional de la Menopausia (SIM) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 2000.
La conmemoración tiene como objetivo ayudar a crear conciencia sobre la importancia de la evaluación de la salud de las mujeres y de la prevención de enfermedades durante esta etapa de su vida. Al celebrar este día, se pretende que los países activen los programas de educación a través de los cuales las mujeres puedan conocer cómo afrontar este periodo y prevenir los trastornos.
La menopausia es un proceso por el que pasan todas las mujeres entre los 45 y 55 años, aproximadamente, pero no siempre todos entienden sus claves. Se trata del momento en el que su cuerpo deja de producir estrógenos y se reduce la progesterona, principal hormona reproductiva, dando como resultado la retirada del periodo menstrual.
Según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dentro de treinta años habrá más de mil millones de mujeres con cincuenta años o más, es decir el triple que en 1990. Esto implicará muchos cambios en el cuidado de la salud especializado en este colectivo y por ello el trabajo de los ginecólogos será imprescindible.
Debido al incremento de la esperanza de vida, estas mujeres alcanzarán una edad muy avanzada y la calidad de su salud podrá verse afectada por las enfermedades y los desarreglos asociados a la pérdida de estrógenos.
El cambio en la comprensión de la menopausia, un mayor conocimiento de las féminas en esta etapa, el aumento de la esperanza de vida, las mejoras de la salud y el bienestar, y el propio desarrollo social y profesional de la mujer están ayudando a cambiar el matiz negativo que solía tener este término.