Consideraciones para las dosis adicionales y de refuerzo de las vacunas contra la COVID-19

Proporcionar a todas las personas elegibles el régimen de las dosis recomendado debe seguir siendo una prioridad para los programas de vacunación contra la COVID-19 en la Unión Europea/Espacio Económico Europeo (UE/EEE).

Según la evidencia actual, no existe una necesidad urgente de administrar las dosis de refuerzo de las vacunas a los individuos completamente vacunados en la población general, según el informe técnico “Interim public health considerations for the provision of additional COVID-19 vaccine doses” emitido por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (European Centre for Disease Prevention and Control, ECDC). También señala que ya se deberían considerar las dosis adicionales, para las personas con el sistema inmunitario severamente debilitado, como parte de la vacunación primaria.

Este documento tiene como objetivo proporcionar a los lectores las consideraciones provisionales de la salud pública para la provisión de las dosis adicionales de las vacunas anti-COVID-19. En el mismo está brevemente resumida la evidencia más reciente sobre la efectividad de las vacunas contra los síntomas y la infección asintomática, debido a las variantes circulantes y con respecto a la duración de la inmunidad. También se presentan las consideraciones sobre la implementación de la administración de las dosis adicionales de las vacunas contra la COVID-19.

El texto no tiene como finalidad proporcionar las recomendaciones sobre la administración de las dosis adicionales de las vacunas contra la COVID-19, pero resume la evidencia actual y describe las opciones para que sean consideradas por la salud pública. Hace énfasis en los siguientes aspectos:

  • Es importante distinguir entre las dosis de «refuerzo» para las personas que respondieron adecuadamente a la vacunación primaria y las dosis adicionales para las personas con su sistema inmunitario debilitado que no respondieron adecuadamente. Se la administran dosis de refuerzo a las personas vacunadas (es decir, aquellas que han completado una serie primaria de vacunación contra la COVID-19) para restaurar la protección después de que hubiera disminuido. Por otro parte se pueden administrar las dosis adicionales, como parte de una serie de vacunación primaria, a las personas con su sistema inmunitario gravemente debilitado, ya que es posible que no alcancen un nivel adecuado de la protección en la vacunación primaria estándar.
  • Al evaluar la necesidad de las posibles dosis de refuerzo de las vacunas contra la COVID-19, desde la perspectiva de la salud pública, es importante tener en cuenta el objetivo principal de la estrategia de la vacunación (es decir, prevenir los casos graves de la COVID-19). La eficacia de la vacuna contra la forma grave de la enfermedad debe elegirse preferiblemente como el resultado primario de interés para evaluar, si existe una clara necesidad de una dosis de refuerzo en los grupos específicos.
  • La evidencia disponible, en este momento, con respecto a la efectividad de las vacunas anti-COVID-19 en el “mundo real” y la duración de la protección muestra que todas las vacunas autorizadas en la UE/EEE son, en el momento de redactar este informe, altamente protectoras contra la hospitalización, las enfermedades graves y las muertes relacionadas con la COVID-19, lo que sugiere que no hay una urgencia en la necesidad de la administración de las dosis de refuerzo de las vacunas contra la COVID-19 en los individuos completamente vacunados en la población general.
  • Ya debería considerarse la opción de administrar una dosis adicional de las vacunas contra la COVID-19 a las personas que pueden experimentar una respuesta limitada a la serie primaria de la vacunación contra esta enfermedad, como algunas categorías de individuos inmunodeprimidos (por ejemplo, receptores de trasplantes de órganos sólidos). Esto debe verse como una extensión de la serie de la vacunación primaria para estos grupos específicos, y no como un refuerzo. También se podría considerar la posibilidad de proporcionar una dosis adicional como una medida de precaución a las personas mayores y frágiles, en particular a las que viven en entornos cerrados (por ejemplo, los residentes de los centros de atención a largo plazo).
  • De igual manera se debe contemplar la vacunación completa contra la COVID-19 de todos los contactos familiares elegibles y los contactos cercanos de las personas inmunodeprimidas y vulnerables, incluidos los profesionales que les brindan atención.
  • Debe continuarse el seguimiento estrecho de los datos de la efectividad de las vacunas contra la COVID-19 y el avance de las infecciones, particularmente entre los grupos vulnerables, en riesgo de la forma grave de esta enfermedad, y entre los que viven en entornos cerrados, y las decisiones deben adoptarse en consecuencia, en caso de que se observe una disminución sustancial en la efectividad en uno o más grupos de la población.
  • Cuando se entra en contacto con las personas con un riesgo de la enfermedad grave el distanciamiento físico (cuando corresponda), el uso de las máscaras faciales (especialmente cuando no se puede mantener el distanciamiento físico) y la higiene de las manos y las vías respiratorias siguen siendo las medidas fundamentales para reducir el riesgo de la transmisión del SARS-CoV- 2. Estas intervenciones no farmacéuticas siempre deben complementar la vacunación, en particular en los entornos de alto riesgo, como los centros de atención a largo plazo o las salas de los hospitales con los pacientes con riesgo de la forma grave de la COVID-19.
  • Se necesitan datos más sólidos para informar las políticas futuras sobre las dosis de refuerzo. Las lagunas de conocimiento están particularmente relacionadas con la correlación adecuada de la protección a considerar, para los diferentes grupos de la población, y el tiempo desde la serie de la vacunación primaria hasta que se debe administrar una dosis de refuerzo y la duración de la inmunidad según, por ejemplo, los diferentes grupos de edad y de riesgo, las características de la vacuna, las dosis, el intervalo, la variante de interés (VOC) y el programa homólogo/heterólogo. Se necesitan estudios prospectivos de la efectividad de las vacunas, así como de la vigilancia de las infecciones en los vacunados, en la población en general y en los grupos específicos, para poder responder a estas preguntas.
  • Los beneficios y los riesgos de las posibles dosis de refuerzo deben describirse y compararse claramente. Los beneficios pueden incluir una mayor protección contra una enfermedad grave, una enfermedad leve a moderada, una afección posterior a la COVID-19 (a menudo llamada ‘COVID-19 prolongada’), la infección por el SARS-CoV-2 y la transmisión del virus. Los riesgos incluyen los posibles problemas de la seguridad y las implicaciones para la salud pública (por ejemplo, impacto en la confianza y la aceptación de las vacunas, disponibilidad global de las vacunas).
  • La comunicación sobre las posibles dosis adicionales de las vacunas debe considerarse cuidadosamente y entregarse de manera transparente, proactiva y clara para evitar afectar la confianza en las vacunas. Debe establecerse claramente la distinción entre el fortalecimiento de la respuesta a la serie de la vacunación primaria, por ejemplo, en individuos inmunodeprimidos, y los refuerzos por la disminución de la respuesta inmune o el escape de las vacunas.
  • En el contexto de muchos países fuera de la UE/EEE, que aún luchan por recibir y administrar suficientes dosis de las vacunas a sus poblaciones, se debe prestar especial atención a la actual escasez mundial de las vacunas contra la COVID-19, que podría empeorar aún más con la administración de las dosis de refuerzo de las vacunas contra esta enfermedad para la población general en los países de la UE/EEE.

Los destinatarios de este documento son la Comisión Europea, el Comité de Seguridad Sanitaria (HSC), los Grupos Asesores Técnicos de Inmunización Nacional de la UE/EEE (NITAG) y los institutos nacionales de salud pública, ministerios de salud en la UE/EEE, así como expertos en salud pública y personal vinculado a la toma de decisiones a nivel nacional y subnacional.

Fuente: European Centre for Disease Prevention and Control. Interim public health considerations for the provision of additional COVID-19 vaccine doses. Technical Report [Internet]. Stockholm: ECDC; 2021 [citado 25 Oct 2021]. 38 p. Disponible en: https://www.ecdc.europa.eu/sites/default/files/documents/Interim-public-health-considerations-for-the-provision-of-additional-COVID-19-vaccine-doses.pdf