La MsC Raiza Ruiz Lorente, Especialista de II grado Oncología, Profesor e Investigador Auxiliar del Hospital Docente Ginecobstétrico Ramón González Coro ofrece una clase magistral sobre las Repercusiones Psicológicas del Cáncer en el Embarazo. La misma explica que el cáncer en una embarazada es un diagnóstico poco frecuente que afecta a 1 de cada 1000 gestantes pero a pesar de su baja incidencia constituye una importante causa de muerte de la mujer embarazada.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define como cáncer asociado al embarazo a toda neoplasia maligna que se diagnostica durante la gestación o hasta seis meses del parto.
Por orden de frecuencia estas son: cáncer de cuello uterino, carcinoma de mama, melanoma y linfoma.
Esta compleja situación constituye un verdadero dilema ético y terapéutico para la paciente, su familia y el equipo médico a su cargo. Por lo que para su correcto manejo se impone la necesidad de un grupo multidisciplinario consistente en:
-Neonatólogo
– Ginecoobstétra (perinatólogo)
– Cirujano
– Oncólogo
– Psicólogo
-Médico especialista en la patología específica
-Asesoramiento médico legal
La Especialista hace mucho enfásis en los factores psicológicos que desempeñan un papel relevante en el inicio y la evolución del cáncer, así como en los evidentes efectos adversos sobre la calidad de vida y la evolución de esta enfermedad, fundamentalmente en la paciente embarazada, puesto que está descrito en múltiples estudios el efecto perjudicial que provocan en el feto estas emociones negativas.
Es importante señalar que las estrategias de afrontamiento y la personalidad juegan un rol importante en la evolución del cáncer. La gestación en las pacientes con neoplasias, puede convertirse en un modo de afrontamiento positivo a la enfermedad y sus tratamientos, logrando que la paciente luche por su vida y la de su bebé.
A modo de conclusión la Dra comenta que las intervenciones psicoterapéuticas pueden suponer grandes beneficios para los pacientes oncológicos, mostrando que la psicoterapia puede reducir la ansiedad, la depresión y el estrés traumático en pacientes oncológicos potenciando así el sentido de vida y la espiritualidad. Así como la psicoprofilaxis en la paciente embarazada.