El uniforme blanco en los médicos y enfermeros, además de imprimir respeto y seriedad ante la sociedad, busca que el paciente confíe sus intimidades en materia de salud.
Aquellos individuos con sensación de enfermedad, suelen sentirse más seguros en que su padecimiento va a ser tratado con todo rigor, al tener frente a él un profesional con esta vestimenta. Esta forma de actuar, hace que el paciente confíe en sí mismo y sus preocupaciones de salud las transfiera al médico que le atiende.
En diferentes momentos de la historia de la humanidad, la ropa blanca ha sido el signo distintivo de la Medicina, pero hasta mediados del siglo pasado, los médicos cirujanos adoptaron la bata blanca del personal de laboratorios, para protegerse y proteger al paciente de la contaminación. Desde entonces y hasta nuestros días, la bata blanca se ha transformado en el símbolo más poderoso de autoridad moral de la ciencia y el arte de la salud.
El color blanco es identificado por sí mismo como signo de seguridad, lo que hace que las personas lo tengan como referente de estas cualidades. Rescata valores trascendentales como la pureza de la vida, la humildad, la prudencia y la bondad.
Respeto a todos los médicos, enfermeras y personal de salud que lucha día tras día contra la Covid-19, en cada una de sus posiciones, haciendo más llevadera esta dura enfermedad.
¡Viva la salud de los pueblos del mundo!, ¡Viva la Revolución cubana!, ¡Vivan Fidel y Raúl!, ¡Viva nuestro Presidente Miguel Díaz Canel!, ¡Viva la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM)!, de Cuba y para el Mundo.
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