El 24 de febrero de 1895 el pueblo cubano estalló en un grito por la independencia del dominio español dando inicio a la Guerra del 95. Gracias a la provincia oriental se pudo ver materializado el reinicio de la gesta por la liberación nacional, debido a que habían fracasado los alzamientos previstos en el occidente al mando de Julio Sanguily.
Hubo varios levantamientos victoriosos en Oriente, dirigidos por los mayores generales Guillermón Moncada en el alzamiento en La Lombriz y Bartolomé Masó en Bayate, haciéndolo simultáneamente Quintín Banderas en San Luis, Alfonso Goulet en El Cobre, Victoriano Garzón en El Caney, Pedro Pérez en La Confianza, Guantánamo, y otros patriotas en Holguín. Sin embargo, fue el Grito de Baire el que quedaría inmortalizado en la historia. Ese histórico día Saturnino Lora gritó en medio de la plaza: ¡Viva la independencia y Viva Cuba libre! Y anunció que la guerra comenzaba nuevamente.
Esta guerra también llamada “Necesaria” fue un capítulo más de una sola revolución, la Revolución Cubana, independentista, anticolonialista y antimperialista que comenzara en 1868. Hoy en día está más vigente que nunca su legado, cuando el pueblo revolucionario ratifica su apoyo a la continuidad de las ideas de Martí y de Fidel y combate enérgicamente las campañas de difamación mediática que Estados Unidos proclama contra la Revolución.
En honor al legado de nuestros grandes héroes el grito que hoy se amerita es “¡Patria o muerte!”