MARÍA MANTILLA recuerda de Martí…”Cuando yo tenía siete años, un día que yo iba con Martí por el campo —pues estábamos de temporada en Bath Beach—y sentados los dos bajo un árbol, me picó una abeja en la frente y en el instante Martí la trituró con los dedos; de ese episodio resultó el verso sencillo que dice:
“Temblé una vez en la reja
a la entrada de la viña,
cuando la bárbara abeja,
picó en la frente a mi niña”.
Es María “La Madeimoselle Marie” a quien José Martí le dedicara los versos de
“Los Zapaticos de Rosa” y a la que en carta fechada en Jurisdicción de Baracoa, el 16 de abril de 1895, le escribe:
……“Voy bien cargado, mi María, con mi rifle al hombro, mi machete y revólver a la cintura, a un hombro una cartera de cien cápsulas, al otro en un gran tubo, los mapas de Cuba, y a la espalda mi mochila, con sus dos arrobas de medicina y ropa y hamaca y frazada y libros, Y AL PECHO TU RETRATO.”
Pero éste fragmento, a continuación, es uno de los más BELLOS, de los escritos por José Martí a María Mantilla, con enseñanzas para la Vida, que aun hoy tienen plena vigencia.
A mi María.
Cabo Haitiano, 9 de abril, 1895
Como dice el Centro de Estudios Martianos:
”Por el carácter de estas cartas y por la entrañable riqueza ideológica, espiritual y literaria de la obra de José Martí, NO HAY EDAD ESPECIAL PARA SU DISFRUTE. Solo se requiere LA VOLUNTAD DE AMAR EL BIEN Y HACERLO.”…..
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