La cátedra honorifica “Estudio del pensamiento y obra de Fidel”, de la ELAM condenó enérgicamente los hechos vandálicos del pasado 11 de julio y la forma mentirosa en que el imperio y sus lacayos utilizaron este hecho en las redes sociales y en la prensa mundial.
Hoy cuando se cumplen los 95 años del nacimiento de nuestro líder histórico, Fidel Castro Ruz, lo recordamos como el hombre que nos alertó, siguiendo el pensamiento de su maestro, nuestro Héroe Nacional José Martí, de lo que sería capaz el imperialismo yanqui, que había que prepararse militar y culturalmente para enfrentarlo. Con su ejemplo constante llevó sus palabras a la práctica y nos preparó para lo que está ocurriendo hoy, por eso las nuevas generaciones deben aprender de su ejemplo, explicarles que el mal uso de las redes sociales puede confundirlos y que cada vez que haya dudas hay que ir al pensamiento de Martí y de Fidel.
Fidel con su visión profética y su capacidad de análisis poco común nos dijo siempre que el imperialismo nunca actúa con limpieza, ninguna de sus acciones responde a la justicia y equidad y mentir es un acto muy natural, hay muchos ejemplos en estos días y la historia de Cuba y el mundo lo demuestran.
Nuestro pueblo, en especial la juventud, debe conocer y dominar las formas, métodos y técnicas que emplea el enemigo en su guerra no convencional contra Cuba, de modo tal, que este, no pueda vulnerar nuestra conciencia política sino es con nuestro consentimiento, ni confundir nuestros sentimientos patrióticos si no es por nuestra falta de carácter y patriotismo, ni adulterar el contenido de nuestra historia patria, ni cambiar nuestros valores socialistas por los suyos, ni convertirnos en sus mercenarios a sueldo, sin que antes aflore a nuestra garganta el sabor amargo de sentirnos de modo conscientes y sin justificación espiritual o material, traidores o vende patrias al servicio de una potencia extranjera.
La subversión política ideológica es un componente importante dentro del contexto de la doctrina de la (GNC), “las actividades llevadas a cabo para crear o derrocar un gobierno, no es un evento aislado”, sino un proceso contra revolucionario que se desarrolla a todo lo largo de la construcción del socialismo; una estrategia enfocada al reblandecimiento del carácter y la capacidad de resistencia del pueblo cubano, cuya efectividad dependerá en primer lugar:
De nuestra incapacidad colectiva, para identificar a tiempo nuestras debilidades y transformarlas en fortalezas.
Durante años, las operaciones de inteligencia de los EEUU al servicio de la política imperialista yanqui, han combinado elementos de la guerra mediática, pasó en Cuba hace muy poco preparando los acontecimientos del 11 de julio, le decían a sus seguidores abiertamente “si queman una patrulla mil cuc”, “un carro 2 mil, una tienda MLC 5 mil, envíen videos”, recuerden el llamado “lobo solitario” (5 carteles 80 cuc, se ponen recargas “20 para 60” (quien tire piedras), ahora con odio y desprecio total a la vida, aprovecharon el momento del auge de la Pandemia y las dificultades económicas e incrementaron esas acciones en muchos casos violentamente. Violencia que condenamos venga del lado que venga. El enemigo y sus seguidores desde lejos sin venir al terreno buscan crear disturbios a una escala tal, que se produzcan respuestas fuertes de las fuerzas de seguridad, y sentar así las bases para el desarrollo de la guerra psicológica a través de los medios de comunicación.
Tal secuencia, constituye la lógica de las acciones para conducir internacionalmente la situación de guerra no convencional (GNC), a una de guerra convencional a gran escala, basada en supuestos principios humanitarios, muchos pedían intervenciones humanitarias en estos días, con el pretexto de llevar la democracia y la libertad al país, la misma libertad que dejaron en Libia, Irak y quieren dejar en Siria; esa libertad no la queremos.
En Cuba, en estos 62 años de Revolución nunca hubo odio ni venganzas contra nuestros enemigos, al contrario, los valores que Fidel nos enseñó fueron la dignidad, la solidaridad y el amor, los que siempre prevalecerán en nuestro pueblo y que en estos días en reciprocidad, estamos recibiendo de nuestros amigos, la solidaridad que Fidel sembró y hoy se recoge; por eso a sus 95 años, sigue vivo entre nosotros
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