El climaterio constituye una etapa en la vida de la mujer donde aparecen cambios fisiológicos que conllevan a un nuevo reajuste de su estilo de vida. En nuestro país, cerca de 4 millones de mujeres entre 40 y 59 años están en esta etapa y se encuentran en la vida laboral activa con un importante impacto en la esfera social. Ello representa la tercera etapa de sus vidas por lo que es necesario brindar una atención y estudio permanente para mitigar los síntomas y mejorar su calidad de vida mediante la promoción, prevención de salud y actuar sobre los factores de riesgo; aspectos estos prioritarios en la atención primaria de salud en Cuba, y a los cuales se suman los servicios de la Clínica Internacional Siboney.
Pero, ¿qué es el climaterio?
Es el período de transición entre la etapa reproductiva y la no reproductiva de la mujer. A su vez tiene tres fases, peri menopausia, menopausia y post menopausia, en una edad comprendida entre los 40 y 59 años. La peri menopausia dura alrededor de 2 a 8 años antes de la menopausia, que no es más que el cese de la menstruación, mientras la post menopausia es la que precede a esta última.
Después de la menopausia se asiste a un cambio en las concentraciones de lipoproteínas sanguíneas, con aumento del colesterol total, los triglicéridos y la LDL, y se reduce el colesterol HDL, lo que podría explicar el aumento de la morbilidad y mortalidad cardiovascular.
En ausencia de ovulación, la producción de estrógenos sin progesterona puede dar lugar a sangramientos prolongados, metrorragia disfuncional, aunque por histología habría que descartar las causas orgánicas.
¿Cómo se diagnostica?
Principalmente clínicamente, si se está en el rango de edad y con los síntomas asociados entre los que se encuentran: oleadas de calor, sofocos y sudoraciones, irritabilidad, palpitaciones, disminución de la líbido e irregularidades del ciclo menstrual. Además la mujer experimenta síntomas vasomotores: el más precoz y característico es el bochorno, que se tipifica por oleadas de calor, seguidas de sudación que compromete la cara, el cuello y el tórax, que duran escasos minutos y desaparecen espontáneamente. A su vez estos suelen estar acompañados de palpitaciones frecuentes y muy variables.
A mediano plazo se produce un adelgazamiento de la piel, sequedad de la vagina, incontinencia urinaria, dolor en el acto sexual, aparición de prolapsos y manifestaciones urogenitales debidas al hipo estronismo en la vulva, vagina y cuello uterino, pudiendo dar lugar a vaginitis atrófica con inflamación ulceración y sangrado. También aumenta el ph vaginal, lo que facilita el desarrollo de bacterias no habituales que favorecen la aparición de frecuentes infecciones.
A largo plazo provoca aplastamiento de las vértebras, fragilidad ósea, elevación de la presión arterial, aumento del riesgo cardiovascular y osteoporosis.
Para amortiguar los síntomas, es importante realizar un seguimiento integral a la mujer que incluya el tratamiento preventivo, dieta, promover ingestión diaria suplementos vitamínicos, apoyo psicológico, tratamiento de medicina natural y tradicional, y tratamiento hormonal de reemplazo THR. También se debe promover en niñas y adolescentes la práctica sistemática de ejercicios de acuerdo a su edad y estado físico, y no dejar de tomar diariamente el sol por espacio de 10 a 15 minutos.
Dr. Gustavo Gómez Barrera
Especialista en primer grado de Ginecología y Obstetricia