14 de junio: una misma fecha tienen en común Maceo y Che, también una misma patria. Sus hazañas e ideales retoñan y emergen hoy como enseñanzas en cualquier día del año. En Antonio Maceo todo es afirmación. Es el hombre perennemente definido, dueño de sí, rector de su destino, orgulloso de su pasado, que domina su presente y sabe orientar su porvenir. Titánico por la claridad de su mente, por la nobleza de su corazón, por el empuje de su voluntad. Era una fuerza sobrenatural condensada en hombre.
El Guerrillero Heroico vino a la tierra de Maceo con una carga de humanismo desbordante, su mochila a la espalda y los sueños comunes de los jóvenes expedicionarios que querían restituir a Cuba su independencia y su decoro. Después se hizo Comandante, creció como leyenda, se lanzó a la lucha del mundo y simbolizó los más nobles sentimientos de rebeldía en los más recónditos parajes del mundo. La juventud cubana, especialmente, la universitaria, rinde homenaje a estos héroes que han nutrido la historia patria y nos alientan a defender las conquistas por las que entregaron sus vidas. ¡Honremos siempre su memoria y su obra!
