El 14 de junio de cada año se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre. Este día se estableció con el fin de: acrecentar la concienciación mundial sobre la necesidad de disponer de sangre y productos sanguíneos seguros para transfusiones, poner de relieve la crucial contribución que efectúan los donantes de sangre voluntarios no remunerados a los sistemas nacionales de salud y prestar apoyo a los servicios nacionales de transfusión de sangre, las organizaciones de donantes de sangre y otras organizaciones no gubernamentales para contribuir al mejoramiento y la ampliación de sus programas de donantes de sangre voluntarios, mediante el fortalecimiento de las campañas nacionales y locales.
Por otra parte, este día ofrece una oportunidad para instar a los gobiernos y las autoridades de salud nacionales a que proporcionen recursos suficientes para aumentar la recogida de sangre donada por voluntarios no remunerados y gestionar el acceso a la sangre y las transfusiones para quienes lo necesiten.
La sangre y los productos sanguíneos son recursos esenciales para el tratamiento eficaz de mujeres que sufren hemorragias relacionadas con el embarazo y el parto; niños que padecen anemia grave debida al paludismo y la malnutrición; pacientes con trastornos de la médula ósea, trastornos de la hemoglobina y enfermedades por inmunodeficiencia hereditarios; víctimas de traumatismos, emergencias, desastres y accidentes; así como pacientes sometidos a procedimientos médicos y quirúrgicos complejos. La necesidad de sangre es universal, pero el acceso de todos los que la necesitan no lo es. La escasez de sangre es particularmente aguda en países de ingresos bajos y medianos.
A fin de asegurar el acceso a sangre segura para toda persona que requiera una transfusión, todos los países necesitan donantes de sangre voluntarios no remunerados que donen sangre periódicamente. Un programa eficaz de donación de sangre caracterizado por una participación amplia y activa de la población es crucial para satisfacer la necesidad de transfusiones de sangre en tiempos de paz, así como durante emergencias o desastres que motiven un repentino aumento de la demanda de sangre, o cuando se vea afectado el funcionamiento normal de los servicios de hematología. Un entorno social y cultural propicio y muy solidario facilita el desarrollo de un programa de donación de sangre eficaz y, además, según se reconoce ampliamente, la donación de sangre contribuye a generar vínculos sociales y forjar una comunidad cohesionada.
Enfoque de la campaña 2022
El lema del Día Mundial del Donante de Sangre 2022 será «Donar sangre es un acto de solidaridad. Súmate al esfuerzo y salva vidas»; con esto se quiere destacar la contribución esencial de los donantes de sangre para salvar vidas y fortalecer la solidaridad en las comunidades.
Los objetivos específicos de la campaña de este año son:
Agradecer a los donantes de sangre de todo el mundo y generar una amplia concienciación pública respecto de la necesidad de contar con donaciones de sangre periódicas no remuneradas; destacar la necesidad de recibir donaciones de sangre comprometidas durante todo el año, a fin de mantener suministros suficientes y lograr el acceso universal y oportuno a transfusiones de sangre segura; reconocer y promover los valores de la donación de sangre voluntaria no remunerada a fin de fortalecer la solidaridad comunitaria y la cohesión social y concienciar acerca de la necesidad de aumentar la inversión pública para establecer un sistema nacional de productos sanguíneos sostenible y resiliente y aumentar la recogida de esos productos de donantes voluntarios no remunerados.
Para la campaña de este año se alienta a los países a que realicen una actividad especial dirigida a divulgar, a través de los diferentes medios de difusión, los relatos de personas cuyas vidas se salvaron gracias a la donación de sangre, como una forma de motivar a los donantes de sangre periódicos para que sigan donando sangre, y a las personas en buen estado de salud que nunca donaron sangre para que comiencen a hacerlo.
Fuente: OMS