La pandemia provocada por la COVID-19 ha generado una crisis de graves efectos. Su incidencia va más allá del ámbito sanitario y abarca todos los sectores, con un impacto negativo en los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La situación internacional es compleja. El número de casos continúa en ascenso, y la injusta y desigual distribución de las vacunas desafía los esfuerzos para poner fin al actual escenario epidemiológico.
En Cuba, la aplicación del Plan Nacional para la prevención y control del nuevo coronavirus, de conjunto con nuestros protocolos sanitarios y la experiencia adquirida, han permitido la recuperación del 94% de los contagiados, lo cual nos sitúa entre las naciones que mejor comportamiento tienen de ese indicador.
Hemos desarrollado cinco candidatos vacunales, dos de ellos en fase III de ensayo clínico, y otros tres en fases I y II. Los resultados alcanzados hasta la fecha son muy alentadores.
A partir de ello, en días recientes iniciamos una intervención sanitaria en grupos y territorios de riesgo, y ya suman más de un millón de personas las que han recibido al menos una dosis de los candidatos vacunales Soberana 02 o Abdala.
Teniendo en cuenta los positivos resultados obtenidos, estimamos que al cierre de agosto el 70% de la población cubana esté vacunada. Una vez concluidas las evaluaciones correspondientes, dispondremos de mayor cantidad de vacunas, que no solo beneficiarán a Cuba, sino también a otros países.
Excelencias:
Contrarrestar el impacto de la COVID-19 ha demandado un esfuerzo extraordinario de los profesionales de la Salud, de los científicos, del Gobierno y de todo nuestro pueblo.
A los incuestionables retos sanitarios de hacer frente al virus, se ha unido el recrudecimiento del injusto bloqueo económico, comercial y financiero, que por más de 60 años se ha impuesto a mi país y limita nuestro acceso a recursos necesarios para enfrentar la enfermedad y sus consecuencias.
Nuestra industria biotecnológica ha logrado que el 85% de los productos empleados en el protocolo de tratamiento sean de factura nacional, una apuesta a la soberanía tecnológica en la fabricación de medicamentos, insumos y vacunas.
Por otra parte, en medio de las constantes acciones para desacreditar y obstaculizar la cooperación médica cubana, hemos apoyado el combate a la pandemia en 40 países, a los que han llegado 57 brigadas Henry Reeve, cuyos integrantes se han sumado a los más de 28 mil profesionales de la Salud que laboraban en 66 naciones.
Señora Presidenta:
Múltiples experiencias ha dejado esta desafiante enfermedad, poniendo en evidencia la necesidad de sistemas sanitarios resilientes, basados en la Atención Primaria de Salud, con un enfoque amplio y novedoso, que tributen a la salud de todos.
Formamos parte de un único mundo, que nos corresponde preservar en beneficio de la humanidad. Solo la acción conjunta de los países y sus gobiernos, sustentada en el respeto, la solidaridad y la cooperación, garantizará el éxito en esta batalla y protegerá al planeta ante eventos similares.
Muchas gracias.