En 2021 el Día Mundial de la Visión se celebra el 14 de octubre con el objetivo de crear conciencia social sobre la importancia de la salud ocular y garantizar un mejor acceso a servicios oftalmológicos de calidad. La visión incluye todo la salud que tiene que ver con el ojo, así como sus problemas o enfermedades, que pueden acabar en ceguera o discapacidad visual. Este día se conmemora gracias a la iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Agencia Internacional para la Prevención de la Ceguera (IAPB, por sus siglas en inglés).
A nivel mundial, más de 2.200 millones de personas tienen algún tipo de discapacidad visual o ceguera. Del total, 1.000 millones podrían haberse evitado o no han sido tratadas todavía o no reciben la atención que necesitan, según la Organización Mundial de la Salud.
Nos podemos encontrar con diferentes afecciones que afecten a la vista, entre las que se destacan:
- Miopía: dificultad para ver claramente los objetos distantes.
- Hipermetropía: dificultad para ver los objetos cercanos.
- Astigmatismo: visión distorsionada debido a la curvatura anormal de la córnea.
- Glaucoma: enfermedad del nervio óptico en la que la presión del ojo está muy alta.
- Retinopatía diabética: una complicación en pacientes con diabetes.
- Cataratas: opacidad de la transparencia normal del cristalino.
Los expertos destacan que los principales factores que causan el aumento del número de cantidad de personas con trastornos visuales que afectan a la visión son los siguientes: envejecimiento de la población, cambios de estilo de vida y acceso limitado a la atención oftalmológica, en particular en países de ingresos bajos y medios.
En este sentido, desde la OMS aseguran que el 80% de los casos de ceguera son evitables. Esto se puede deber a que el problema es resultado de una enfermedad prevenible; o bien porque se puede tratar hasta el punto de recuperar la visión.
Y es que la prevención y el tratamiento para la pérdida de la visión se encuentran entre los procedimientos de salud más efectivos y con mejores resultados. Estos procedimientos pueden ser: cirugías o tratamientos con láser, medicamentos orales, prescripción de lentes y combinación de cualquiera de estas opciones.
Los principales síntomas para indicar un problema visual en adultos son: alta sensibilidad a la luz o brillo, dificultad para leer letras pequeñas o realizar trabajos manuales, dolores de cabeza a la altura de la sien, fatiga o cansancio visual, necesidad de sostener los materiales de lectura a distancia para poder enfocarlos correctamente, ojos llorosos o lagrimeo excesivo, ojos rojos o hinchados, visión borrosa al tratar de ver objetos de cerca o lejos y visión doble.
En niños son: aproximarse objetos al rostro, entrecierre constantemente de los ojos para poder ver bien, frotarse mucho los ojos, saltarse palabras o renglones al leer o que siga la lectura con el dedo y ver la televisión desde muy cerca.
Las recomendaciones en materia de visión por parte de los especialistas son muy claras. En primer lugar, aconsejan realizar un examen a la vista una vez al año. Es decir, acudir al oftalmólogo para que este pueda detectar o no la presencia de un problema visual. Otro consejo es evitar el cansancio de la vista. Tenemos que evitar a tener los ojos hinchados y/o rojos. Para ello se recomienda no forzar la vista y tomar algún descanso cuando la estemos ejercitando, ya sea leyendo o frente a un pantalla.
Como en cualquier aspecto relacionado con la salud, es importante tener un estilo de vida saludable. Importancia de realizar ejercicio, evitar el tabaco y no automedicarse. Además, se deberá adquirir hábitos alimenticios ricos en vitaminas A, B, C, E, zinc y ácidos grasos esenciales.