El 28 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Rabia. Se eligió ese día en particular debido a que fue un 28 de septiembre del año 1895 cuando falleció Louis Pasteur, científico y médico responsable de la creación de la vacuna antirrábica. Una de las principales vacunas que ayudan a prevenir el contagio y propagación de tan horrible enfermedad. Actualmente se estima, que en el 99% de los casos de rabia humana el principal responsable de la enfermedad ha sido un perro contagiado que la ha transmitido.
Esta enfermedad se propaga por medio de la saliva de cualquier criatura contagiada al entrar en contacto con el torrente sanguíneo de la víctima. Según datos estadísticos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos la rabia provoca más de 55 mil muertes anuales a nivel mundial, de las cuales el 95 por ciento ocurren en África y Asia. Muchos de los afectados son menores de 15 años a los que ha mordido un perro.
Este año 2021 el lema es: “Rabia: hechos, no miedo”. Se trata de difundir un mensaje de tranquilidad y de confianza, de crear conciencia sobre la enfermedad, vacunar a los animales y educar a las personas sobre los peligros de la rabia y cómo prevenirla.
El periodo de incubación de la enfermedad puede variar desde semanas a meses. Esta diferencia de márgenes de tiempo depende de dos factores puntuales: el primero es la localización de la lesión. Si está muy alejada de la cabeza o es muy pequeña, la infección se propagará en el cuerpo de forma mucho más lenta. El segundo factor es la carga vírica. Si el virus en sangre no es tan fuerte, también puede atenuar el tiempo de incubación en un animal de mayores dimensiones.
Los síntomas para detectar la rabia, además de la mordedura de un animal, son los siguientes: fiebres muy altas acompañadas de dolor en la herida. Durante esta fase la enfermedad es reversible. Inflamación del cerebro y de la médula espinal. Aquí la enfermedad ha avanzado demasiado y es probable que termine con la muerte del paciente.
El tratamiento inmediato impide el desarrollo de los síntomas. Es recomendable lavar la herida con agua y jabón, sin raspar, y acudir a un centro hospitalario. Cuando aparecen síntomas de la rabia humana no existe tratamiento y casi siempre es mortal. Por ello, para prevenirla se recomienda la eliminación de la rabia canina mediante la vacunación de estos animales, pues esta constituye la principal causa de transmisión hacia los humanos. Debe ser un trabajo conjunto de los servicios veterinarios, salud pública y la comunidad.
Si todos juntos nos sumamos a la iniciativa del Día Mundial de la Rabia, posiblemente para el año 2030 habremos logrado el objetivo de erradicar completamente la rabia canina.