La Organización Panamericana de la Salud (OPS) coordinó un Informe del panel virtual sobre el liderazgo de las mujeres en la salud y para la salud desde el enfoque de la diversidad y la interseccionalidad. Los temas principales fueron el impacto diferenciado de la COVID-19 en las mujeres, el liderazgo y la participación de las mujeres y las medidas para impulsar el liderazgo de ellas.
Según la OPS, en todos los países de la Región las mujeres y las niñas están en situación de mayor desventaja. Además, enfrentan diversas formas de discriminación y exclusión que se entrecruzan con la clase socioeconómica, las capacidades especiales, la raza, la etnia, la orientación sexual y las identidades de género, y la situación migratoria, entre otras dimensiones. La pandemia por COVID-19 amenaza con menoscabar muchos de los logros alcanzados por y para las mujeres y las niñas, lo que repercute en todos los aspectos de su vida, dentro y fuera del sector de la salud.
Con respecto al sector de la salud, al comienzo de la pandemia la OPS hizo un llamamiento a la acción para fortalecer la capacidad de los servicios de salud en todos los niveles, proteger al personal de salud y facilitarles la formación y los recursos necesarios para dar una respuesta adecuada y oportuna a la pandemia dentro del sistema de salud. La Organización considera que, para lograr una respuesta eficaz a la COVID-19, es imperativo incluir a las mujeres en toda su diversidad como líderes y participantes en la formulación de políticas y programas para la preparación, la respuesta y la recuperación ante emergencias como elementos centrales de la respuesta a nivel nacional y regional.
Los impactos diferenciados de la COVID-19 en la vida de las mujeres con frecuencia pasan desapercibidos a la hora de tomar medidas. El panel hizo un llamado a que los Estados incorporen una perspectiva de género y que se coloquen los “lentes de género” para poder visualizar las consecuencias diferenciadas que la pandemia ha tenido en las mujeres, durante todo el ciclo de la emergencia. Las cuarentenas, el sistema de burbujas —adoptado en la mayoría de los países— tuvo repercusiones directas en la vida de las mujeres. Una de gran preocupación es la violación del derecho básico de vivir libre de la violencia, el aumento de los casos de violencia de género en el ámbito doméstico. El lema “quédate en casa” implicó, para muchas mujeres, aumentar su riesgo de sufrir agresiones de sus parejas en sus hogares.
También las mujeres se vieron gravemente afectadas por el desempleo, de modo que, además de verse sometidas a una sobrecarga del trabajo de cuidado, perdieron autonomía económica. La vida de las mujeres, en vez de mejorar, empeoró. Las devolvió a la casa. Les quitó empleos. Les quitó ingresos. En la Región de las Américas, las mujeres resultaron más afectadas por la pérdida de empleos, que alcanzó una cifra de 13 millones de desempleadas. Paralelamente, muchas mujeres pertenecen al mercado laboral informal, y carecen de protección social. Las trabajadoras domésticas fueron de las más afectadas
El panel subrayó los pilares fundamentales para alcanzar la igualdad y el empoderamiento de las mujeres en el marco del desarrollo sostenible. Reconoció que las mujeres y las niñas deben participar en igualdad de condiciones para contribuir y beneficiarse de las soluciones transformadoras necesarias para alcanzar la igualdad de género y la salud universal para todas las personas, en todas partes, en especial en vista de las numerosas desigualdades que la COVID-19 dejó al descubierto en la Región de las Américas. Se recomendó tomar medidas audaces para transformar las desigualdades sistémicas de género y poner a la economía del cuidado en el centro de la recuperación para asegurar el liderazgo de la mujer en todo el nivel de la sociedad.