Recibir un trasplante es, en muchas ocasiones, una segunda oportunidad para personas con enfermedades crónicas o terminales, al permitirles prolongar su vida, de ahí que para promover la donación de órganos y tejidos la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) establecieron el 6 de junio como el Día Mundial del Paciente Trasplantado.
La donación de órganos es un acto voluntario, altruista y gratuito, mediante el cual una persona o su familia (como representante) deciden “donar” los órganos, para que sean extraídos del cuerpo e implantados en otra persona. Puede ser realizada por personas vivas que ceden un órgano a algún familiar siempre y cuando esto no altere el funcionamiento vital de su cuerpo o por pacientes fallecidos, en los que se solicita la autorización familiar. Se puede donar órganos como el corazón, los pulmones, el hígado, los riñones, el páncreas y el intestino. Tejidos como las córneas, la piel, los huesos, los vasos sanguíneos, válvulas cardiacas, cartílagos, tendones y nervios.
En Cuba, a pesar de la pandemia de la COVID-19, el Programa Nacional de Trasplantes del Ministerio de Salud Pública no se detuvo durante el 2020 y, aunque las cifras disminuyeron con respecto a años precedentes, se lograron en el país 154 trasplantes, de ellos 64 fueron renales, dos hepáticos, 13 de células hematopoyéticas y 75 de córnea. Los pacientes en espera de recibir un órgano o tejido continúan el seguimiento en los centros hospitalarios de todas las provincias del país.
Lo más difícil es lograr que las personas entiendan la importancia de la donación y lo que representa en la vida de otros. De ahí que debamos continuar garantizando la equidad en el acceso al trasplante y fomentando el altruismo de la donación.