Los cuidados intensivos pediátricos en Cuba se destacan por la preparación del personal sanitario y una mayor interrelación entre la ciencia y la innovación tecnológica, aseguró hoy aquí la vicepresidenta de la Sociedad Cubana de Pediatría. Vivian Mena, especialista en pediatría y cuidados intensivos, dijo que para salvar vidas también hay que destacar la calidad humana de los profesionales, la producción nacional de fármacos y los estudios multicéntricos.
‘Un ejemplo es el desarrollo del Surfacen -surfactante pulmonar exógeno indicado para tratar el síndrome de dificultad respiratoria en recién nacidos prematuros- que ya se aplica exitosamente como tratamiento de dolencias respiratorias en niños de mayor edad y adultos’, apuntó.
Igualmente destacó la evaluación de la estreptoquinasa – fibrinolítico con indicación muy puntual para los infartos de miocardio y embolismo pulmonar- para una posible aplicación en casos pediátricos de derrame paraneumónico.
‘Eso es medicina contemporánea’, subrayó al mencionar el interés porque los médicos cubanos ‘se capaciten en cuanto al uso de las nuevas tecnologías y el saber hacer de diferentes especialidades’.
La combinación de conocimiento sobre el manejo de fármacos específicos de especialidades como la cardiología y cómo hacer un electrocardiograma o un ultrasonido permitirá lograr y mantener la excelencia en los servicios sanitarios, afirmó.
Mena comentó que ese constante perfeccionamiento al que está llamado el personal cubano de la salud se refleja significativamente en la cifra de mortalidad infantil de 4,0 por cada mil nacidos vivos.
‘Pero la medicina intensiva pediátrica no es solo la atención al paciente grave, también a aquellos nacidos con alteraciones genéticas, metabólicas, o aquellos bajos de peso al nacer con mayor supervivencia en los servicios de neonatología.’
Exaltó, además, la medicina preventiva como una fortaleza y elogió la labor de los médicos y enfermeros de la familia, que viabilizan el acceso de la población a la atención primaria, especialmente a niños y mujeres embarazadas.
Al preguntarle sobre la experiencia del trabajo con niños Mena expresó que ‘es todo un privilegio’.
‘El encanto del pediatra es cómo mediante un buen examen físico y mucha paciencia -para con los pequeños y sus padres- logramos un diagnóstico adecuado y oportuno’, aseveró.
La experta participó en el recién concluido VIII Congreso de Urgencias, Emergencias y Cuidados Intensivos ,que sesionó, hasta este miércoles, en el Palacio de las Convenciones de esta capital con la participación de cerca de 300 médicos y enfermeros intensivistas de 15 naciones.
El cónclave se confirmó como un importante acontecimiento científico internacional que posibilita la divulgación de resultados y experiencias con el fin de salvar, con mejor calidad de vida, a un mayor número de pacientes en emergencias, graves y críticos.
Fuente: Sociedad Cubana de Pediatría y Prensa Latina.