¡BASTA YA!

ALAPEEn los oídos de todos los latinoamericanos resuena la voz de la niña migrante guatemalteca que llora desconsolada llamando a su madre, al ser separada de ella en la frontera sur de Estados Unidos, símbolo del irreparable trauma producido en más de 2000 niños, niñas y adolescentes migrantes, procedentes de diferentes países de nuestra región, separados arbitrariamente de sus familias a partir del inicio de la aplicación de la política “Cero tolerancia” del actual gobierno norteamericano.

Las dantescas escenas de niños y niñas recluidos en instalaciones inadecuadas, en cajas de metal, mezclados con niñas y niños de diferentes edades y procedencias, rodeados de policías, hacen recordar las barracas de los campos de concentración nazis.

 Estas situaciones se constituyen en una clara violación de la Convención de los Derechos del Niño y de todos los tratados internacionales de Derechos Humanos y de principios éticos esenciales.

Como defensores de los derechos del niño, los pediatras de América Latina nos unimos a la valiente voz de los colegas de la Academia Americana de Pediatría, quienes desde principios del año pasado se han manifestado en contra de estas prácticas inhumanas. “Como pediatras y como padres, nosotros, como tantos otros en nuestro país y alrededor del mundo, estamos horrorizados e iracundos de que los niños estén siendo separados de sus familias en nuestra frontera sur y puestos en áreas de detención. Los videos que estamos viendo, los sonidos de llanto que estamos escuchando de estos niños inmigrantes, y la atención pública a esta trágica situación no parece estar haciendo una diferencia para terminar con esta terrible situación. Los niños están siendo utilizados como peones políticos en una batalla que sólo puede resultar en una posición perdedora para todos.”, expresaba el editor de la Revista Pediatrics en comunicado del 20 de Junio de 2018.

La ciencia ha demostrado los daños permanentes en la salud física y mental que produce en niños y niñas la separación de sus padres, la cual es mucho mayor si se hace de manera violenta. Es injustificable desde cualquier punto de vista causar intencionalmente en niños y niñas un estrés tóxico que los va a marcar de por vida y va a dejar profundas huellas en su salud.

Como pediatras que habitamos y laboramos en Latinoamérica sabemos que los niños, niñas

y adolescentes migrantes, han padecido en sus países de origen la violencia, el hambre y la discriminación originadas en las grandes desigualdades que tenemos en nuestros países, a esto se añade el dolor de la separación de su tierra y de sus amigos, es absolutamente inhumano sumar a estos traumas el de la separación de sus familias.

La Asociación Latinoamericana de Pediatría, en representación de los pediatras de Latinoamérica, hace un llamado a todos los gobiernos de la región a que se pronuncien en defensa de los derechos de nuestros niños, niñas y adolescentes, hoy flagrantemente vulnerados en la frontera norte de nuestra región.

Exigimos el respeto de los derechos de los niños, niñas y adolescentes migrantes que se encuentren en países de la región y en territorio estadounidense, así como el cese inmediato de los tratos crueles, inhumanos y degradantes a que han sido sometidos, el cese de la práctica de separación de las familias y la inmediata reunificación de las mismas.

22 de junio 2018

  1. DR. JOSÉ BREA CONSEJO DIRECTIVO ALAPE DR. ERNESTO DURÁN

          COMITÉ DE PEDIATRÍA SOCIAL Y DERECHOS DEL NIÑO ALAPE

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