El Congreso Enfermería 2017 –que se celebra hasta el viernes 22 de septiembre en el Palacio de Convenciones de La Habana– cuenta con la participación de 300 delegados de todas las provincias y más de 100 extranjeros de unos diez países.
La competencia, calidad y seguridad del paciente se han convertido en requerimientos esenciales para el desarrollo de una práctica avanzada de sus servicios. Es una premisa que la enfermería cubana –que hoy celebra su XVII Congreso– tiene clara y la defiende.
Así expresó a Granma la licenciada y Máster Idalmis Infante Ochoa, Presidenta de la Sociedad Cubana de Enfermería y Jefa del Departamento de Enfermería del Ministerio de Salud Pública para quien «ser cada día más competentes en lo que hacemos, en el cuidado de la persona, donde tiene gran relevancia los cuidados éticos y humanos, así como que la enfermería sea reconocida por la población desde el punto de vista social de otra manera, son tres grandes retos que tiene la profesión hoy».
«Siempre nos han visto como acompañante del médico y tenemos una vida profesional muy independiente. Lo que hacemos es trabajar de conjunto, y hacemos mucho, porque somos los que estamos todos los días, las 24 horas, al lado del paciente y la familia. Es un reconocimiento que merecen los más de 89 000 enfermeras y enfermeros que tiene el país», dijo.
El Congreso Enfermería 2017 –que se celebra hasta el viernes 22 de septiembre en el Palacio de Convenciones de La Habana– cuenta con la participación de 300 delegados de todas las provincias y más de 100 extranjeros de unos diez países, así como con una importante representación del Concilio Internacional de Enfermeras y la Federación Panamericana de profesionales de Enfermería, organización esta cuyo ejecutivo Cuba lideró hasta el pasado año en la región, y donde demostró el prestigio y la capacidad de nuestros profesionales del sector, aseguró la también presidenta del comité organizador.
Cuba, dijo Infante Ochoa, cuenta con representación de este sector en 65 países, y desde que comenzó la historia de la colaboración médica de Cuba en el mundo, unos 68 500 de sus profesionales han prestado sus servicios en otras tierras. En ese sentido, elogió el papel de nuestros enfermeros en la batalla contra el ébola, donde hicieron un trabajo encomiable.
Asimismo, destacó que el 87,6 % de los profesionales de enfermería «somos mujeres, por lo que tenemos que simultanear la actividad laboral, familiar y social. Y aun así no faltan, con el huracán Irma lo pudimos comprobar una vez más, allí estaban, fueron a trabajar a pesar de las condiciones, y lo hicieron bien».
Por su parte el viceministro de salud, doctor Alfredo González Lorenzo, enfatizó que la enfermería cubana ha tenido un papel destacado en todas las etapas de la historia de la nación, sin el cual no habría desarrollo de los servicios de salud.
Mencionó que la formación de estos profesionales tiene hoy lugar en 13 universidades de ciencias médicas, dos facultades independientes y en la Escuela Nacional de Salud Pública; y que nuestro país exhibe una tasa de una enfermera por cada 123 habitantes.
Nuestras enfermeras y enfermeros son determinantes en el sistema de salud además por su condición de estar al lado de pacientes y familiares, por su entrega sin límites a una labor profundamente humana que se desarrolla en los tres niveles de atención, incluyendo las tareas de dirección y la medicina natural y tradicional, expresó el viceministro.
Están presentes hoy en los 10 854 consultorios del médico y la enfermera de la familia, realizando funciones determinantes para la dispensarización de la población, prevención y control de los grupos de riesgo, la pesquisa activa, las acciones de promoción, prevención, recuperación y rehabilitación de salud, trabajando de manera específica en las actitudes y prácticas que propicien cambios favorables en el estado de salud de la población, dijo González Lorenzo.
Asimismo, enfatizó en el papel clave que hoy juegan estos profesionales en la introducción de las nuevas tecnologías, formando parte de los equipos transdisciplinarios en campos y técnicas de alta complejidad, como son el intervencionismo endovascular, las técnicas guiadas por imágenes, la radiocirugía, las técnicas quirúrgicas de mínimo acceso y videoasistidas, así como la aplicación de fármacos y productos biotecnológicos de última generación.
Tal como expresara en la apertura del Congreso Erika Caballero Muñoz, miembro del Concilio Internacional de Enfermeras, al leer la carta que enviara su presidenta al congreso, y donde expresaba la solidaridad con el pueblo cubano tras el paso del huracán Irma y que hizo extensiva al resto de los países del área y a México, tras el reciente sismo: «apreciamos que las enfermeras estén en primera línea proporcionando atención y apoyo a los afectados en esos días y los siguientes».
Siempre han estado, son uno de nuestros más grandes símbolos de entrega.
Fuente: Periódico Granma