logo Sociedad Cubna de Obstetricia y GinecologíaDeclaración de la Sociedad Cubana de Obstetricia y Ginecología ante la inclusión de Cuba entre los países patrocinadores del terrorismo.

A nueve días de la salida del poder del presidente Trump, el Secretario de Estado norteamericano Pompeo anunció la inclusión de Cuba entre los Estados patrocinadores del terrorismo. La lista en que se sitúa nuestra Patria, emitida por el Departamento de Estado, es totalmente unilateral y carece de reconocimiento internacional.

Tal acto, hipócrita y de oportunismo político, pretende ignorar la larga historia de actos terroristas cometidos por Estados Unidos contra la Isla y la extensa tradición de ataques que cuenta con la complicidad de Washington con individuos y organizaciones que atentaron contra el país, entre ellos los del antiguo agente de la CIA Luis Posada Carriles, a quien cobijó durante años en su territorio y autor intelectual del atentado contra el Vuelo 455 de Cubana de Aviación en 1976, en el que murieron más de 70 personas.

Terroristas amparados por el gobierno norteamericano realizaron los atentados contra varios hoteles en la capital uno de los cuales costó la vida del joven italiano Fabio Di Celmo.

Son los Estados Unidos quienes han elevado el terrorismo al rango de política de Estado, empleando a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) como el órgano fundamental del gobierno para tareas sucias, como la organizar y realizar acciones subversivas y de saboteo contra otras naciones, atentados contra estadistas y científicos extranjeros, preparar fraudes y divulgar calumnias para derrocar gobiernos constitucionalmente elegidos, mientras mantiene una estrecha cooperación con los servicios secretos de regímenes reaccionarios, como cómplice de operaciones terroristas de los servicios secretos de otros estados. Han sido la CIA, desde su fundación en 1947, y el FBI, órganos esenciales para la guerra sucia, aunque no los únicos, y el uso ilegal de la fuerza o la violencia contra personas o propiedades para intimidar y coaccionar a gobiernos y la población civil o segmentos de la misma, para alcanzar objetivos sociales o políticos afines a sus intereses hegemónicos. Han sido históricamente los Estados Unidos quienes han empleado el terrorismo global de Estado como instrumento de su política de violencia contra pueblos y gobiernos con la finalidad de infundir terror y en violación de las normas del derecho nacional e internacional.

Más allá del terrorismo individual y el de grupos clandestinos de todo el espectro político, el imperialismo estadounidense y algunos estados capitalistas han organizado por años el terrorismo interno y en el ámbito internacional. El terrorismo global de Estado apela a métodos no convencionales, extensivos e intensivos, para aniquilar la oposición política, la protesta social y la insurgencia a escala mundial y agredir a gobiernos, que, como el de Cuba, no se someten a los designios de Estados Unidos y sus aliados.

Es el terrorismo de Estado, fomentado por el gobierno estadounidense, el llamado a ser condenado por la comunidad internacional y no Cuba, que promueve la paz y la solidaridad enviando personal de la salud a decenas de países para colaborar en la lucha contra la pandemia de COVID-19.

Cuba no patrocina el terrorismo, sino que promueve la solidaridad de sus hijos para con todo el mundo, hecho harto conocido por los Presidentes, funcionarios del Departamento de Estado y otros integrantes de los gobiernos estadounidenses.

La lista de calificación de países que emite el Departamento de Estado carece de fundamento y autoridad moral. Tales listas se concibieron para difamar y castigar a países con los que Estados Unidos tienen desavenencias o discrepancias y para aplicar medidas de coacción económica.

Cuba ha sido y es, realmente, un país víctima del terrorismo.

Tal medida, objeto de rechazo internacional y de muchos sectores dentro de los propios Estados Unidos, incluidos miembros del Congreso, de la Cámara, del Senado y de organizaciones religiosas norteamericanas, se estrellará, como antes, contra la inquebrantable voluntad de nuestro pueblo de resistir, luchar y vencer en nombre de las 3 478 víctimas mortales, los 2 099 discapacitados y los cuantiosos daños materiales, sociales y sicológicos causados por el terrorismo de Estado norteamericano contra Cuba durante décadas.

Nuestro pueblo conoce bien las normas que han regido la conducta intachable de nuestra Revolución desde el primer combate y jamás mancillada a lo largo de más de medio siglo. Sabe también que no podrá ser jamás presionado ni chantajeado por los enemigos. Nuestras leyes y normas se cumplirán indefectiblemente.

Cuba seguirá manteniendo una conducta ejemplar en el combate contra el terrorismo, rechazándolo en todas sus formas y manifestaciones, incluso alertando a las autoridades norteamericanas cuando ha conocido de acciones organizadas en su propio territorio.

La Patria de Martí y de Fidel, libre, soberana, independiente, antiimperialista y socialista no será jamás vencida.

CubaViva celebra 62 años de batallas y victorias con la solidaridad de sus hermanos del mundo con la fuerza, la firmeza y la pasión revolucionaria del primer día.

En vísperas del 168 aniversario del natalicio del Héroe Nacional, Apóstol de las luchas por nuestra independencia y autor intelectual del Asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, los afiliados a la Sociedad Cubana de Obstetricia y Ginecología denunciamos ante los legisladores del mundo esta nueva agresión. La administración Trump, sus halcones y la mafia cubano-americana han fracasado una vez más.

Sociedad Cubana de Obstetricia y Ginecología
                     Junta de Gobierno

En: Declaración#

General Eusebio Hernández PérezSociedad Cubana de Obstetricia y Ginecología

La Habana,18 de enero de 2021

Año 63 de la Revolución.

Estimados colegas ginecobstetras:

Desde hace casi una década, la Sociedad Cubana de Obstetricia y Ginecología dispuso aprovechar la conmemoración del natalicio del Padre de la Obstetricia cubana, el Profesor y General Eusebio Hernández Pérez, cada 18 de enero, para hacer un reconocimiento especial a los ginecobstetras de nuestro país por su aporte a los resultados del Programa de Atención Materno Infantil y la atención ginecológica a la mujer cubana.
El pasado año, la epidemia del nuevo coronavirus SARS CoV 2 fue extendiéndose por países y regiones hasta convertirse en una pandemia de grandes proporciones que ha causado millones de enfermos y cientos de miles de decesos. Nuestro país enfrentó y pudo controlar en gran medida sus nefastas consecuencias, desde su aparición hasta los últimos meses del año, cuando se ha producido un rebrote de mayores proporciones comparado con los meses iniciales.
La situación epidemiológica actual y las medidas de control aplicadas impiden realizar esta conmemoración con la amplia participación de años anteriores; sin embargo, resulta imposible prescindir del merecido tributo a esta personalidad paradigmática de la historia y las ciencias en Cuba, tan ligada a la Ginecología y Obstetricia.
En el año 2020, el indicador de mortalidad infantil en Cuba fue de 4,9 por mil nacidos vivos, cifra que la mantiene dentro del pequeño grupo de naciones con ese indicador por debajo de cinco, lo que evidencia el trabajo sostenido e integral de quienes participan en el Programa de Atención Materno infantil, pese a las condiciones impuestas por la situación de salud y el bloqueo norteamericano.
Muchos han sido los factores que han contribuido para lograr este indicador en la cifra mencionada. En primer lugar: el elevado nivel científico, la profesionalidad, la consagración, la disciplina y calidad humanas de los médicos, enfermeras y otros profesionales y técnicos de la salud que, junto al perfeccionamiento de los servicios de cuidados perinatales, de atención obstétrica y al recién nacido, los cuidados intensivos neonatales, pediátricos y de adultos, el desarrollo de la cirugía neonatal y de la genética médica comunitaria y el apoyo imprescindible del personal de salud en la atención primarla y los hogares maternos han sido factores determinantes en la obtención de los resultados que hoy mostramos.
La Junta Directiva del capítulo La Habana, de la Sociedad Cubana de Obstetricia y Ginecología les hace llegar un reconocimiento especial a quienes de una forma u otra contribuyen al desarrollo exitoso del Programa de Atención Materno Infantil y, muy especialmente, a los ginecobstetras, importante puntal para los resultados alcanzados.
Hoy, cuando conmemoramos el 168 aniversario del natalicio del insigne patriota Profesor Eusebio Hernández Pérez, paradigma de nuestra especialidad, es momento apropiado para proponernos mejorar los indicadores del Programa de Atención Materno Infantil y sellar nuestro compromiso de enfrentar los retos del difícil año que recién comienza, con la misma responsabilidad, dedicación, altruismo y espíritu de sacrificio que caracteriza a los ginecobstetras cubanos y reafirmar, con nuestra actuación, la fidelidad al concepto de Revolución que nos legara nuestro invicto Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

Sociedad Cubana de Obstetricia y Ginecología
Junta Directiva del capítulo La Habana

Sosa, en su puesto de trabajoEste 18 de enero, en ocasión de conmemorarse el 168 aniversario del natalicio del General Profesor Eusebio Hernández Pérez, Padre de la Obstetricia Cubana, queremos también recordar la ejecutoria de quien fuera reconocido como Maestro de Generaciones y premiado por La Obra de Toda la Vida: al Doctor Miguel Ramón Sosa Marín, fundador en nuestro país de la Planificación Familiar y de la estrategia de Prevención del Riesgo Preconcepcional en el sistema de salud cubano. Participó Sosa en la creación del Grupo Nacional de Educación Sexual, presidido por el Prof. Celestino Álvarez Lajonchere, bajo la orientación de la compañera Vilma Espín. Desarrolló también en nuestro país el concepto de planificación familiar e introdujo la anticoncepción segura, creó los Grupos de la Sociedad Cubana para el Desarrollo Científico de la Familia (SOCUDEF), de cuya Dirección Ejecutiva fue miembro y encabezó por más de 35 años, en el marco del Grupo Nacional y de la Sociedad Cubana de Obstetricia y Ginecología. Participó en la introducción de medios y métodos anticonceptivos en el país, desde el asa de Lippes hasta dispositivos intrauterinos contraceptivos, como las “T” y “medusas”.
Contribuyó a la extensión y desarrollo del aborto seguro y la regulación menstrual, la capacitación de recursos humanos y la introducción de equipos avanzados que favorecieron la disminución de las tasas de abortos y sus complicaciones, con un enfoque preventivo, más humano y económico. Intervino en la introducción y capacitación de recursos, creación de guías metodológicas de métodos farmacológicos para el aborto y aplicación de metodologías para la evitación del embarazo no deseado. Introdujo, desde 1984, la visión de la planificación familiar con el criterio de prevención del riesgo preconcepcional desde el nivel primario de atención, dentro de la estrategia nacional de la Medicina Familiar, política de salud que es adoptada por la OMS luego de 1994. Realizó y contribuyó a apoyar y ejecutar múltiples acciones de investigación, capacitación, promoción, desarrollo de eventos científicos apoyando las estrategias de la planificación familiar y el enfoque de riesgo preconcepcional en el Sistema Nacional de Salud cubano dentro del Programa Materno Infantil, entre ellos 28 talleres científicos regionales con esta temática que totalizaron más de 5 mil participantes, 9 congresos científicos nacionales de planificación familiar y riesgo preconcepcional con más de 3000 participantes.
Asesoró el 25 % de los trabajos de terminación de residencia en el último cuarto de siglo dedicados al tema de la planificación familiar y el riesgo preconcepcional.
A partir de 2003 propició y participó activamente en la introducción y capacitación de recursos para la anticoncepción de emergencia en Cuba, garantizando el abastecimiento del nivel básico de atención en los tres últimos lustros con los recursos adquiridos a través de la institución que dirigió.
Participó en la actualización del Programa para la reducción de la mortalidad materna y su discusión y aplicación en todo el país.
Participó en la capacitación y certificación de personal de enfermería para el desarrollo de la planificación familiar y aplicación de métodos modernos de anticoncepción a nivel municipal y hospitalario.
Dados sus conocimientos y capacidad profesionales, cumplió una misión estatal de asesoría en la República Bolivariana de Venezuela. En 2013, siendo Presidente de SOCUDEF, miembro del ejecutivo de la Sociedad Cubana de Obstetricia y Ginecología e integrante del Grupo Nacional de Asesores del Ministerio de Salud Pública, recibe el reconocimiento “Por la obra de toda la vida dedicada a la atención de la salud integral del adolescente”, firmado por el Dr. Roberto Morales Ojeda, Ministro de Salud Pública de Cuba.
Su partida dejó un vacío imposible de llenar en nuestra Sociedad, en el Grupo Nacional, en el Ministerio de Salud Pública de nuestro país y quienes tuvimos la suerte de contar con la colaboración y ayuda de “Mongo”, dentro y fuera de Cuba.
El pasado 13 de marzo, día de su definitiva partida, la pandemia nos impidió brindarle el merecido homenaje. Hoy, a nombre de la Junta de Gobierno de nuestra Sociedad, de los miembros del Grupo Nacional y de los ginecobstetras cubanos de todas las generaciones, lleguen a su viuda, la Profesora Violeta Herrera y demás familiares y amigos una vez más, nuestro profundo pesar y solidaridad, pero también el agradecimiento por haber contado con su dedicación, ejemplo y apoyo. Recordémosle siempre, como corresponde, agudo, locuaz, incansable, crítico, combativo, dándolo todo en la solución de los problemas.

Sociedad Cubana de Obstetricia y Ginecología
Junta de Gobierno

Sociedad Cubana para el Desarrollo Científico de la Familia
Dirección