Despedimos en el día de hoy, junio 28 de 2021, a la querida compañera Dra. Águeda Santana Martínez, Profesora Auxiliar, Máster en Ciencias, Especialista de 1ro. y 2do. grados en Ginecología y Obstetricia y Maestra de la Colposcopia y el Tracto Genital Inferior de Latinoamérica. Miembro de Honor de la Sociedad Cubana de Obstetricia y Ginecología. Graduada de Médico en 1968, fue Jefa de Servicio de Ginecología y Obstetricia en la Isla de la Juventud, ocupó también las Vicedirecciones Facultativa y Docente, la Jefatura del Servicio de Ginecología y fue miembro del Consejo Científico del Hospital Materno Infantil 10 de Octubre, además de Profesora Auxiliar de la Facultad de Ciencias Médicas 10 de octubre. Fue Águeda también miembro de la Comisión Asesora del Rector de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, Presidenta de Tribunales de examen de Especialistas, de categorización docente y de la Carrera de Medicina en su Facultad y la Universidad. Encabezó el Programa para la Prevención del Cáncer Cérvico Uterino a nivel nacional y la elaboración de la actual normación para el diagnóstico precoz y el manejo de esta entidad en el país, junto a colegas de la Sección Independiente de Control del Cáncer del Ministerio de Salud Pública de la República de Cuba. Presidió durante decenas de años la Sección de Patología del Tracto Genital Inferior y Colposcopia de la Sociedad Cubana de Obstetricia y Ginecología y fue Jefa Técnica del Grupo de Diagnóstico y Tratamiento del Cáncer Cérvico Uterino en la Misión Médica Cubana para la República Bolivariana de Venezuela. Integró el Comité Académico de la Maestría de Atención Integral a la Mujer. Obtuvo Mención Nacional en el XII Fórum de Ciencia y Técnica, la condición de Mujer Creadora de la ANIR-FMC, el reconocimiento como Talento de Oro tres Estrellas e Innovadora destacada Provincial y varios Certificados como autora de la ANIR. Fue por varios años Vanguardia Provincial y Nacional del Sindicato de la Salud y fue condecorada con la Medalla Trabajadora Internacionalista. Recibió también las Medallas por la Educación Cubana, Manuel “Piti” Fajardo por más de 25 años en el Sector de la Salud y la Medalla “Pepito Tey” por su labor como Educadora. Así mismo, objeto de la Distinción XX Aniversario del Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana. Fue también premiada con el Diploma de la Academia de Ciencias de Cuba en reconocimiento de la investigación científica, Premio Especial por la relevancia científica de investigaciones realizadas en el campo del cáncer cérvicouterino, así como la Medalla de Resultado Destacado del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente por el trabajo Colaborativo con el CIGB “Impacto del empleo del Interferón Alfa como regulador del Virus del Papiloma Humano”. Publicó numerosos trabajos científicos en revistas nacionales e internacionales y presentó múltiples trabajos en eventos científicos en el país y fuera de él. Obtuvo, entre sus resultados científicos, el Resultado Principal del Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana como Investigadora Principal del CIGB-300 y Hebergel. Fue Asesora en la investigación de fármacos para el tratamiento del cáncer cérvico uterino en el país (el CIGB 228), y en recientes y actuales Proyectos de Oncología Molecular del Programa Nacional de Ciencia y Técnica relativos a la producción de nuevos productos para la Biotecnología y la Industria Farmacéutica cubana en este importante campo. Fue miembro de la Asociación para la Atención al Niño y al Adolescente, Miembro de Honor de la Sociedad Ecuatoriana de Patología del Tracto Genital Inferior y Colposcopia.
Contribuyó, desde su conocimiento científico y su amor y vocación por su Profesión, a estrechar lazos científicos de amistad con sociedades científicas de otras regiones y del continente, habiendo representado la Ginecología y la Obstetricia cubanas con amor, profesionalidad, dedicación y sencillez en foros internacionales. De Águeda nos queda su enorme belleza como ser humano noble, diligente, laborioso, amistoso, su sonrisa perenne, su ejemplo de luchadora incansable, veraz, su ternura, su estabilidad. No ha habido ser humano que la conociese que no la admirara y amara inmediatamente por su bondad. Siempre te recordaremos y continuarás presente entre nosotros y las futuras generaciones de médicos y ginecobstetras cubanos.