Por MSc. Lena Alonso Triana
Profesora Auxiliar e Investigadora
Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas, Cuba
Las enfermedades crónicas no transmisibles constituyen un desafío para la humanidad. Su presencia ante el virus Sars-Cov-2 incrementa la vulnerabilidad y el riesgo de los individuos ante su padecimiento, donde las manifestaciones y complicaciones pudieran resultar más severas. Tal es el caso de los pacientes oncológicos, donde la necesidad de intervenciones psicológicas se incrementa en días de Coronavirus.
La condición de padecer una enfermedad como el cáncer, representa un mito en la vida de las personas, asociándose con frecuencia a la muerte y a la incapacidad para desarrollarse plenamente. Las creencias irracionales respecto a la sexualidad, a los proyectos de vida y el malestar psicológico aumentan. Vivencian con frecuencia peligro por el logro de metas vitales, pérdida de la autonomía y baja autoestima, experimentando estados emocionales negativos.
Ante la presencia de la COVID-19, el temor, el miedo, la angustia, la ansiedad, la incertidumbre, la irritabilidad aumentan, constituyendo una amenaza añadida para sus vidas. Potenciar la resiliencia se convierte en un reto para los profesionales de la Psicología. El trabajo desde y con las actitudes podría resultar la clave, ejerciendo influencias positivas, mostrando alternativas transformadoras capaces de convertir las situaciones adversas en oportunidades para el desarrollo personal.
Descubrir herramientas psicológicas conjuntas, partiendo de la capacidad del ser humano para adaptarse a los cambios, reestructurando el campo de acción y construyendo nuevos caminos para seguir adelante, podría resultar una vía factible. Para potenciar la resiliencia, resulta necesario ser conscientes de la capacidad humana para superar retos, aceptando la realidad, adaptándonos a ella y reformulando la cotidianidad. La construcción de redes de apoyo social impera en este proceso, para desarrollar la habilidad de controlar y regular nuestras emociones negativas, convirtiendo las experiencias en vivencias y aprendizaje ante la vida.
El confinamiento al que hemos sido llamados para prevenir la pandemia que nos azota, exige responsabilidad, conduciéndonos a asumir nuevas alternativas para minimizar el impacto emocional, conservando la salud mental. Aceptar que el cambio forma parte de la vida e integrarnos en el proceso de asumirlo como una oportunidad de crecimiento, podría resultar favorable, buscando una oportunidad para el autodescubrimiento.
Recomendaciones para potenciar la resiliencia ante la COVID-19 en pacientes oncológicos:
- Mantenga el optimismo, propiciando su auto cuidado; preste atención a sus necesidades y sentimientos.
- Nutra una visión positiva de sí mismo con énfasis en logros alcanzados, y las alternativas utilizadas por usted para transitar de manera positiva por situaciones difíciles.
- Establezca buenas relaciones con su entorno, familia y amigos aprovechando la vía telefónica, las redes sociales, y el espacio familiar con la presencia de nietos o hijos que ante dinámicas cotidianas permanecerían menos tiempo en casa.
- Mantenga un estilo de vida saludable, practique ejercicios de relajación y respiración.
- Debe conocer que con frecuencia resulta difícil evitar la aparición de eventos altamente estresantes, como una enfermedad, pero la manera en que se percibe y evalúa el suceso, podría mejorar la reacción ante ellos.
- Establezca pequeñas metas alcanzables desde el distanciamiento social en casa, que respondan a actividades gratificantes y placenteras, ejemplo aquel tejido pendiente, aquel detalle para la cocina o la lectura inconclusa, lo importante es planificarse.
- Cultive una visión positiva de sí mismo, con énfasis en sus valores y potencialidades.
- Infórmese oportunamente, dosificando la información que recibe acerca de la COVID-19.
- Afronte las tensiones sin victimismo, como parte de la vida, esto debilitará la respuesta al estrés.
- Tenga en cuenta que el aislamiento social no significa distanciamiento emocional ni comunicacional.
- Mantenga la confianza en sí mismo y sus recursos personológicos, la actitud positiva contribuye a enfrentar las situaciones creativamente.
- Reoriente sus objetivos en función de su bienestar y la situación actual.
- Sonría al despertar y maneje una comunicación asertiva.
- Exprese sus emociones, miedos y temores, esto lo ayudará a reducirlas.
Ser RESILIENTE ayudará a enfrentar la vida con optimismo y valentía, sabiéndose capaz de vencer retos y dificultades, con posibilidad de disfrute y ante todo reiniciándonos ante la vida, con LA CAPACIDAD DE VIVIRLA.
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