alcoholismo

Ingerir alcohol durante el embarazo podría cambiar la forma en la que se desarrollan las señales cerebrales durante la infancia y la adolescencia, provocando así una persistencia de los trastornos del espectro alcohólico fetal.

Los niños con trastornos del espectro alcohólico fetal (TEAF) muestran una activación del cerebro más débil durante las tareas cognitivas específicas que en sus homólogos no afectados, según un estudio realizado por Prapti Gautam y sus colaboradores del Instituto de Investigación Saban del Hospital infantil de Los Ángeles (Estados Unidos).

Leer más