El nivel de la proteína LKB1 se postula como un marcador que indica el riesgo de desarrollar cáncer de piel, ya que esta proteína desempeña un papel esencial en el proceso de reparación del ADN dañado por la radiación ultravioleta, según se desprende de los resultados de un estudio dirigido por Juan Ángel Recio, del grupo de Melanoma del Valle de Hebrón Instituto de Investigación (VHIR).
El trabajo, que publica la revista PLoS Genetics,(doi:10.1371/journal.pgen.1004721) ha puesto en evidencia que los niveles bajos de LKB1 inciden de forma negativa en el proceso de regeneración y de muerte celular y favorecen la formación de tumores y, en concreto, el desarrollo de melanoma o cáncer de piel. Se trata de un “sensor” del daño, que si no está disponible y funciona con normalidad aumenta el riesgo de desarrollar esta enfermedad, ha explicado Recio a Diario Médico.
Los investigadores trabajaron con un modelo animal de melanoma que consiste en ratones transgénicos con el gen HGF alterado que desarrollan cáncer de piel al exponerse a radiación ultravioleta. A estos animales se les inactivó una de las dos copias de LKB1 y se les expuso a una sola dosis fisiológica de radiación ultravioleta poco después de nacer, lo que sería equivalente a la que recibiría un niño sin protección expuesto al sol en pleno verano durante unas tres horas.
Según los resultados, los animales con esta alteración genética desarrollaron, en tan solo un mes, un carcinoma de células escamosas de la piel asociado a un defecto de la reparación del ADN dañado. Este tipo de tumor se asocia al daño crónico por radiación solar y en este tipo de modelos animales suele aparecer al cabo de seis meses. Los datos han sido replicados en otros dos modelos animales de melanoma que se harán públicos en breve, ha adelantado Recio.
El próximo paso de este grupo de investigación consistirá en evaluar el uso de la proteína LKB1 como factor pronóstico del riesgo de cáncer de piel asociado a la radiación solar, especialmente en las familias con historial de la enfermedad. También están investigando los diferentes factores capaces de alterar la expresión de LKB1.
Análisis de muestras tumorales
Después de estudiar la función de la proteína LKB1 en los modelos animales de ratones transgénicos, el grupo de Juan Ángel Recio analizó muestras de pacientes con cáncer de piel y detectó que en la mitad de los casos los tumores mostraban poca o ninguna expresión de LKB1 en todas las fases de la patología. Esto se pudo observar especialmente en las áreas de la piel que están más expuestas al sol, como la frente o la nariz. Según Recio, el hallazgo sugiere que la pérdida de expresión de esta proteína ocurre de forma precoz y que muy probablemente está implicada en el proceso de desarrollo del cáncer de piel que aparece como consecuencia de la exposición a la radiación ultravioleta.
Tomado de: Boletín al día