Al entonar las notas del Himno Nacional, la carta de despedida del Che, síntesis biográfica de Camilo y alguna “camiladas”, se le da término a la Jornada Camilo – Che, en un matutino especial dirigido por el Profesor Lic. Juan de las Nieves, y la participación de alumnos y profesores así como Dpto. Docente del policlínico “27 de Noviembre”, para finalizar se entona la canción A Camilo de Carlos Puebla.
Carta del Che a Fidel
“Año de la Agricultura” Habana Fidel: Me recuerdo en esta hora de muchas cosas, de cuando te conocí en casa de María Antonia, de cuando me propusiste venir, de toda la tensión de los preparativos. Un día pasaron preguntando a quién se debía avisar en caso de muerte y la posibilidad real del hecho nos golpeó a todos. Después supimos que era cierto, que en una revolución se triunfa o se muere (si es verdadera). Muchos compañeros quedaron a lo largo del camino hacia la victoria.
Hoy todo tiene un tono menos dramático porque somos más maduros, pero el hecho se repite. Siento que he cumplido la parte de mi deber que me ataba a la [Revolución Cubana] en su territorio y me despido de ti, de los compañeros, de tu pueblo que ya es mío. Hago formal renuncia de mis cargos en la dirección del Partido, de mi puesto de Ministro, de mi grado de Comandante, de mi condición de Cubano. Nada legal me ata a Cuba, sólo lazos de otra clase que no se pueden romper como los nombramientos.
Haciendo un recuento de mi vida pasada creo haber trabajado con suficiente honradez y dedicación para consolidar el triunfo revolucionario. Mi única falta de alguna gravedad es no haber confiado más en tí desde los primeros momentos de la Sierra Maestra y no haber comprendido con suficiente claridad tus cualidades de conductor y de revolucionario. He vivido días magníficos y sentí a tu lado el orgullo de pertenecer a nuestro pueblo en los días luminosos y tristes de la crisis del Caribe. Pocas veces brilló más alto un estadista que en esos días, me enorgullezco también de haberte seguido sin vacilaciones, identificado con tu manera de pensar y de ver y apreciar los peligros y los principios.
Otras tierras del mundo reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos. Yo puedo hacer lo que te está negado por tu responsabilidad al frente de Cuba y llegó la hora de separarnos.
Sépase que lo hago con una mezcla de alegría y de dolor, aquí dejo lo más puro de mis esperanzas de constructor y lo más querido entre mis seres queridos… y dejo un pueblo que me admitió como un hijo; eso lacera una parte de mi espíritu. En los nuevos campos de batalla llevaré la fe que me inculcaste, el espíritu revolucionario de mi pueblo, la sensación de cumplir con el más sagrado de los deberes: luchar contra el imperialismo donde quiera que esté, esto reconforta y cura con creces cualquier desgarradura.
Digo una vez más que libero a Cuba de cualquier responsabilidad, salvo la que emane de su ejemplo. Que si me llega la hora definitiva bajo otros cielos, mi último pensamiento será para este pueblo y especialmente para tí. Que te doy las gracias por tus enseñanzas y tu ejemplo al que trataré de ser fiel hasta las últimas consecuencias de mis actos. Que he estado identificado siempre con la política exterior de nuestra Revolución y lo sigo estando. Que en dondequiera que me pare sentiré la responsabilidad de ser revolucionario Cubano, y como tal actuaré. Que no dejo a mis hijos y mi mujer nada material y no me apena: me alegra que así sea. Que no pido nada para ellos pues el Estado les dará lo suficiente para vivir y educarse.
Tendría muchas cosas que decirte a ti y a nuestro pueblo, pero siento que son innecesarias, las palabras no pueden expresar lo que yo quisiera, y no vale la pena emborronar cuartillas.
Hasta la victoria siempre. ¡Patria o Muerte!
Te abraza con todo fervor revolucionario
Che.
Síntesis biográfica
Primeros años
Nace el 6 de febrero de 1932 en la barriada habanera de Lawton, La Habana. Hijo de padres originarios de Pravia, Asturias y de Castro Urdiales, Cantabria, de humilde extracción social.
La familia Cienfuegos Gorriarán estaba encabezada por Ramón Cienfuegos, sastre de profesión y anarquista de pensamiento, que luego se fue acercando hacia líneas socialistas lo cual lo evidencia entre otras cosas el hecho de haber escogido para maestra de Camilo a una profesora de filiación comunista, y aunque este hecho pueda parecer insuficiente a un primer análisis no lo es tanto si consideramos que la corriente anarquista y su variante anarco-sindicalista habían sido en Cuba, hasta el momento, frenos para el accionar socialista debido a la resistencia que oponían los representantes del anarquismo a los planteamientos socialistas. Por tanto no confiaría la educación de su hijo a una persona que tuviera un pensamiento totalmente opuesto al suyo, además es conocido que entre otras cosas publicó un manifiesto a favor de los soviets que se llamó La Revolución rusa se extenderá por todo el mundo.
Camilo, en 1939[1], estudió en la escuela pública número 20, en San Francisco de Paula, como alumno de la profesora Luisa Sánchez. Para el año 1945[1] estaba estudiando en la Escuela Pública número 105, que llevaba el nombre de Félix Ernesto Alpízar, un mártir de la lucha contra la tiranía de Gerardo Machado. En su aula se destacaba por defender a los niños pequeños que eran víctimas de las travesuras de los niños mayores. En esta escuela concluyó el sexto grado. Después matriculó en la Escuela Primaria Superior número 13, en la calle Carmen, en La Víbora, en el turno de la mañana[1].
Desde pequeño sintió tanta pasión por el béisbol que perdía la noción del tiempo. Al principio era un mal jugador, incluso nadie lo quería en su equipo, pero se esforzó tanto por aprender que en el año 1947[2] participó en el campeonato de béisbol intercolegial. También integró el equipo campeón de voleibol entre escuelas secundarias.
El 21 de septiembre de 1949, a los 17 años de edad y ya concluido sus estudios primarios superiores, firmó su boleta de ingreso a Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro. Asistió durante el primer semestre del curso académico de ese año, pero tuvo que abandonar sus estudios por problemas económicos. Durante el período en que fue estudiante de San Alejandro, estuvo trabajando en la tienda “El Arte”, como aprendiz de sastre. Su temperamento jovial y sonrisa franca, le hacía ganar amigos desde el primer encuentro.
Actividad revolucionaria
En el año 1948, participó en las protestas populares contra el aumento del pasaje en ómnibus. En 1954, se vincula a la lucha contra la dictadura de Batista y es fichado por los órganos represivos, por lo que se ve obligado a abandonar el país.
Buscando mejores oportunidades económicas para su familia y protección para su vida decide emigrar hacia los Estados Unidos con solo 21 años de edad. En 1955 fue detenido y deportado a Cuba, incorporándose a las luchas estudiantiles, resultando herido en una manifestación de protesta. Preso, torturado y fichado por los sicarios del régimen dictatorial, tuvo que retomar el camino del destierro en Nueva York uniéndose a la oposición revolucionaria en el exilio.
Guerra de Liberación
Expedicionario del Yate Granma
Artículo principal: Expedición del yate Granma.
En Nueva York supo del proyecto que encabezaba Fidel Castro, encaminado a organizar una expedición armada en México con el propósito de desembarcar en Cuba y emprender la lucha armada contra la dictadura. Aquella empresa encajaba con sus ideales y, tras ser expulsado por las autoridades migratorias estadounidenses luego de vencerse su permiso de residencia, marchó hacia México, a donde llegó el 19 de septiembre de 1956. Sin ser enviado por ninguna célula del Movimiento 26 de Julio le resultó difícil ser aceptado en el movimiento revolucionario. Reinaldo Benítez fue quien lo presentó a Fidel Castro y cuando este lo aceptó fue enviado al Campamento de Ciudad Victoria. Desde este campamento escribió a un amigo:
“Esos que luchan, no importa dónde, son nuestros hermanos.”
El 2 de diciembre de 1956 figuró entre los 82 combatientes que desembarcaron por Los Cayuelos, en la costa sur de Oriente. Tras la dispersión de Alegría de Pío, producida tres días después, se retiró en compañía de los expedicionarios Pablo Hurtado y Francisco González, incorporándose poco después al grupo de Juan Almeida. El 18 de diciembre logró reagruparse con Fidel.
En la Sierra Maestra
Ya en la Sierra Maestra integró la Columna 1 José Martí al mando de Fidel Castro. El 17 de enero de 1957[3] el joven Camilo se destacaría en el ataque al cuartel de La Plata [4] y cinco días después lo haría en Arroyo del Infierno[5]. También participaría en el encuentro sostenido contra las tropas de Joaquín Casillas Lumpuy en Altos de Espinosa el 9 de febrero [6] y pocos días después, bajo el mando de Juan Almeida, en la captura del traidor Eutimio Guerra, a quien el Ejército había encomendado asesinar al jefe de la guerrilla, Fidel Castro[7].
A mediados de marzo de 1957 el pequeño grupo guerrillero recibió el primer gran refuerzo en hombres y armas enviado desde el llano por el jefe de Acción y Sabotaje del Movimiento 26 de Julio, Frank País García. Conformaban el mismo unos cincuenta hombres bajo el mando del capitán Jorge Sotús. Con esta tropa se reestructuró la Columna 1 José Martí y se formaron tres pelotones. Camilo fue ascendido a teniente y recibió el mando de la vanguardia[8].
El 28 de mayo está dentro de las fuerzas que toman el cuartel del Uvero, también participa en el primer combate de Pino del Agua, el 17 de septiembre, donde resultó herido de gravedad. Su perspicacia como jefe guerrillero se acrecienta día a día, razón por la cual pasa en octubre a la Columna # 4 del Che como jefe del Pelotón de la Vanguardia, desde esta posición participaría en varios combates como el de Alto del Cojo (27 de noviembre) y el de Mar Verde (29 de noviembre) donde cae el destacado combatiente Ciro Redondo. Tras ese combate es ascendido a capitán, grado con el que combatió en Altos de Conrado, el 8 de diciembre.
El 16 de febrero de 1958, fuerzas bajo su mando trataron de establecer un cerco para aniquilar los refuerzos del ejército batistiano en el segundo combate de Pino del Agua, en el que fue herido en un muslo y en el abdomen.
Al decidirse extender la guerra a otros territorios, recibió la misión de dirigir un pelotón en la zona del río Cauto, el 21 de marzo de 1958, Camilo se convierte en el primer jefe guerrillero que combate al ejército de la tiranía fuera del escenario natural de la Sierra Maestra, desarrollando toda una serie de acciones que pondrían en jaque a las fuerzas del tirano demostrando la fortaleza alcanzada por el Ejército Rebelde. El 1 de abril —al mando de unos 28 hombres— se dirigió a la zona de Bayamo, y dos días más tarde cruzó la Carretera Central por un lugar llamado Tuabaquey, destruyendo a su paso 18 postes del tendido eléctrico y 15 telefónicos, paralizando las comunicaciones entre Bayamo y Manzanillo.
El 16 de abril de 1958, fue ascendido a Comandante y promovido a jefe de la Columna 2 Antonio Maceo para operar en el triángulo cuyos vértices estaban situados en las ciudades de Bayamo, Manzanillo y Victoria de Las Tunas, así como las áreas urbanas de estas ciudades.
El 20 de abril atacó la planta eléctrica de Bayamo haciéndole dieciocho bajas al enemigo, y el 4 de mayo, tropas bajo su mando fueron rodeadas en el Monte La Estrella por fuerzas superiores del ejército de la tiranía, logrando rechazarlos para continuar realizando emboscadas y sabotajes.
Concluida la campaña en los llanos del Cauto, otras tareas les serían encomendadas ante la inminencia de la ofensiva de la tiranía contra las tropas Rebeldes en la Sierra Maestra, operación conocida con las siglas FF (Fin a Fidel o Fase final), el 18 de junio, junto a sus aguerridos combatientes, Camilo emprende el regreso a la Sierra dejando en el llano una pequeña fuerza que distrajera al enemigo.
En menos de una semana estuvo listo para la nueva misión, combatiendo el 29 de junio en Casa de Piedra contra la 97 Compañía del 11 Batallón del ejército. La ofensiva de la tiranía se extendería hasta el 6 de agosto, durante este tiempo el Comandante Fidel lo responsabilizaría con el cuidado de la Comandancia de La Plata, además de participar en varios combates como los de Vega de Jibacoa y Las Mercedes, que dio al traste con los objetivos propuestos por el alto mando militar del Ejército dictatorial.
Invasión al centro de Cuba
Al pasar las fuerzas rebeldes definitivamente a la ofensiva, el 18 de agosto de 1958 recibió la riesgosa misión de que, junto a la Columna 8 Ciro Redondo —del comandante Ernesto Che Guevara— realizara la invasión al centro del país, reeditando la proeza de los mambises en la Guerra de Independencia. Fidel firmó la Orden Militar de la invasión, mediante la cual se creaban las Columnas # 2 y 8, al mando de los Comandantes Camilo Cienfuegos y Ernesto Che Guevara respectivamente.
Camilo tenía como misión ulterior trasladarse con su columna a la provincia de Pinar del Río para llevar la guerra hasta el extremo más occidental, como lo hiciera el mayor general Antonio Maceo a finales de 1895 y principios de 1896.
El 22 de agosto abandonó la Zona de Providencia, en la Sierra Maestra, con su Columna Invasora integrada por 92 combatientes y armada con unas 82 armas rumbo al llano para penetrar, después de múltiples penalidades y extraordinarias muestras de heroísmo, a Las Villas el 7 de octubre de 1958. Allí le ordenaron mantenerse en la provincia apoyando al Che —hasta que se consolidara en la región— antes de continuar la marcha hacia Pinar del Río.
Se propuso atacar las pequeñas guarniciones para posteriormente —con más armas y combatientes— asaltar las guarniciones grandes y liberar los pueblos de mayor importancia. Bajo esa estrategia se combatió —entre octubre y diciembre de 1958— en: Seibabo, Venegas, Zulueta —en dos ocasiones—, General Carrillo, Jarahueca, Iguará, Meneses, Mayajigua y Yaguajay, en cuyo cuartel y otras dependencias se habían hecho fuerte las tropas enemigas, por lo que se requirieron nueve días de batallar para tomarlo. Esta victoria coincidió con la toma de la ciudad de Santa Clara por las tropas del Che y con la fuga del tirano, con su consecuente intento de un golpe de estado.
Revolución en el Poder
Camilo junto a Fidel Castro en el Campamento de Columbia el 8 de enero de 1959.
Ante la nueva situación creada con la huida de Batista y el intento de establecer un nuevo gobierno, Camilo recibió la orden de marchar rápidamente hacia La Habana y tomar la máxima fortaleza de la tiranía: el Campamento de Columbia, sede del Estado Mayor del Ejército, misión que cumplió el 2 de enero de 1959[9][10]. Al día siguiente, el Comandante en Jefe Fidel Castro, lo designó por la Orden Militar No 1, como Jefe de todas las fuerzas de Tierra, Mar y Aire radicadas en la provincia de La Habana[9].
Camiló tomó parte en el recibimiento a la Caravana de la Victoria presidida por Fidel el 8 de enero y en el acto de bienvenida quedó demostrada la confianza de Fidel en Camilo al interrumpir su discurso y preguntarle: ¿Voy bien Camilo?, a lo que Camilo respondería: ¡Vas bien Fidel!
El 20 de enero, instaurado el gobierno revolucionario en el poder, fue designado Jefe del Estado Mayor del Ejército Rebelde. Desde su puesto desempeñó importantes tareas militares mientras reestructuraba las nuevas fuerzas armadas del país. El 18 de febrero de firmó la orden militar que disolvía formalmente el Servicio de Inteligencia Militar, el Buró de Represión de Actividades Comunistas y otros cuerpos represivos que durante la dictadura batistiana habían cometido gran número de crímenes contra el pueblo cubano.
El 24 de junio de 1959 tanto en La Habana como en el resto del país, se desarrollan funciones especiales en los espectáculos deportivos con el fin de recaudar fondos para la Reforma Agraria. En el hoy llamado Estadio Latinoamericano, conocido entonces como el Estadio del Cerro, se pactó un juego de exhibición entre el equipo de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y los Barbudos, una selección integrada por miembros del Ejército Rebelde.
Se anunciaron como lanzadores a Fidel Castro y a Camilo Cienfuegos. Pero cuando Camilo entra en el terreno, lo hizo con el uniforme de Barbudos y una mascota de receptor. Los periodistas se le acercaron y Camilo les dijo:
Yo no estoy contra Fidel ni en un juego de pelota.[11]
Al conmemorarse el sexto aniversario del asalto al Cuartel Moncada, Camilo encabezó la la gran marcha de caballería de la columna invasora que había dirigido durante la Guerra de Liberación. El acto celebrado en la capital contó con la participación de una gran cantidad de campesinos llegados de todo el país y en el mismo participó como invitado el expresidente mexicano Lázaro Cárdenas[9].
Detención de Hubert Matos
El 20 de octubre de 1959 Celia Sánchez le comunica a Camilo la traición de Hubert Matos[12]. Sin pensarlo un instante, y conociendo la segura reacción de Fidel, Camilo decide adelantársele para que no corra ningún peligro.
Acompañado por el Comandante Cristino Naranjo y otros compañeros de su máxima confianza y 20 hombres armados parten en tres aviones alrededor de las cuatro de la madrugada. Camilo en el trayecto les explica los acontecimientos, y les afirma que ellos tomarán el Cuartel Agramonte, donde se encuentra Hubert sin disparar un solo tiro.
El grupo dirigido por Camilo Cienfuegos llega al Cuartel sobre las siete y 20 de la mañana del 21 de octubre y encuentra al mismo protegido por una cadena y varias ametralladoras calibre 30 y de inmediato ordenó a sus compañeros:
¡Tumben la cadena y desarmen a los guardias, mientras Cristino Naranjo y otros combatientes del Ejército Rebelde se encargan de tomar todas las postas del Regimiento.[12]
Dentro del Cuartel y solo con cuatro compañeros más, el comandante Camilo sube hasta la habitación de Hubert Matos. Allí le encuentra junto a su esposa y le comunicó:
“Hubert, yo como Jefe del Estado Mayor del Ejército Rebelde, asumo el mando de Camagüey y te detengo por alta traición. ¡Tienes que acompañarnos!”[12]
Abortada la conjura Camilo se dirige hacia la Delegación Provincial del INRA y allí se reunió con Fidel. Seguidos por el pueblo recorren la ciudad hasta llegar al propio Regimiento desde donde hablaron a la multitud para denunciar los propósitos del traidor. Luego Fidel contaría:
Camilo con su autoridad, su moral, su prestigio y valentía, sometió, doblegó y desarmó a los conspiradores. No hizo falta que el pueblo llegara al cuartel. Al adelantarse y tomar la fortaleza evitó lo que pudo ser una situación muy peligrosa.[12]
Último discurso
Camilo Cienfuegos durante su último discurso el 26 de octubre de 1959.
El 26 de octubre, ante el antiguo Palacio Presidencial de Cuba, en La Habana, se reúnen decenas de miles de personas para escuchar al jefe de la Revolución, Comandante Fidel Castro Ruz. En el uso de la palabra le precedieron el presidente de la República Osvaldo Dorticós Torrado y los Comandantes Juan Almeida Bosque y Camilo Cienfuegos. Este último se dirigió por última vez al pueblo cubano, pues dos días después desaparecía en trágico accidente aéreo. El breve discurso de Camilo ante su amado pueblo, es considerado como su testamento político, pues en sus palabras define su posición inclaudicable al lado de la Revolución, de los pobres de la tierra y de su querido jefe Fidel Castro Ruz.
En sus palabras a los allí presentes expresó:
“Tan altos y firmes como la Sierra Maestra son hoy la vergüenza, la dignidad y el valor del pueblo de Cuba en esta monstruosa concentración frente a este Palacio, hoy revolucionario, del pueblo de Cuba.
Se demuestra esta tarde que no importan las traiciones arteras y cobardes que puedan hacer a este pueblo y a esta Revolución, que no importa que vengan aviones mercenarios tripulados por criminales de guerra y amparados por intereses poderosos del Gobierno norteamericano, porque aquí hay un pueblo que no se deja confundir por los traidores.
Esta manifestación de pueblo, estos campesinos, estos obreros, estos estudiantes que hoy vienen a este Palacio, nos dan las energías suficientes para seguir con la Revolución, para seguir con la Reforma Agraria, que hoy no se detendrá ante nadie ni ante nada. Porque hoy se demuestra que lo mismo que supieron morir veinte mil cubanos por lograr esta libertad y esta soberanía, hay un pueblo entero dispuesto a morir, si es necesario, por no vivir de rodillas.
Porque para detener esta revolución cubanísima tiene que morir un pueblo entero, y si eso llegara a pasar serían una realidad los versos de Bonifacio Byrne: Si deshecha en menudos pedazos/ llega a ser mi bandera algún día/ nuestros muertos, alzando los brazos/ la sabrán defender todavía.
¡Hermanos, la Revolución está hecha, vuestra sangre no cayó en balde”!.[13]
Desaparición física
Artículo Principal: Búsqueda de Camilo Cienfuegos
El 28 de octubre de 1959 Camilo viaja por cuestiones de trabajo[14]. Sobre las 11:59 a.m. sale del aeropuerto de Ciudad Libertad rumbo a Camagüey en un avión modelo Cessna 310, que tripulaba el piloto Luciano Fariñas, lo acompañaban además el Capitán Senén Casas y el soldado Félix Rodríguez en función de escolta. Camilo y Rodríguez descendieron a la ciudad de Camagüey, mientras Fariñas continuó viaje a Santiago de Cuba para llevar a Senén Casas. A las 4:40 p.m. ya estaba de regreso el pequeño aparato identificado con las siglas FAR 53. El despegue rumbo a la capital se produjo a las seis y un minuto. El viaje a su base desde este punto requería dos horas de vuelo como promedio y llevaba gasolina para tres.
Fidel anuncia el 12 de noviembre el fin de las operaciones de búsqueda.
En la terminal aérea militar de Ciudad Libertad, el Capitán Manuel Espinosa Díaz, ayudante personal de Camilo, comenzó a impacientarse, pues su jefe le dijo que lo esperara de 7:00 a 7:30 p.m., sabe que había salido y tenía tiempo suficiente para haber llegado. En horas de la noche de ese día y hasta el día siguiente se intento localizar pero fue en vano. El viernes 30 de octubre se ordena oficialmente la búsqueda del avión en que viajaba Camilo.
Después de infatigables jornadas, el 12 de noviembre[15], el Primer Ministro del Gobierno Revolucionario, Comandante en Jefe Fidel Castro, informaba al pueblo sobre la infructuosa gestión. Sus palabras dejaron impresa para siempre los perfiles heroicos del combatiente extraordinario:
«hombres como Camilo Cienfuegos surgieron del pueblo y vivieron para el pueblo. Nuestra única compensación ante la pérdida de un compañero tan allegado a nosotros es saber que el pueblo de Cuba produce hombres como él. Camilo vive y vivirá en el pueblo».[16]
El comandante Ernesto Che Guevara dijo de él:
Camilo fue el compañero de cien batallas, el hombre de confianza de Fidel en los momentos difíciles de la guerra y el luchador abnegado que hizo siempre del sacrificio un instrumento para templar su carácter y forjar el de la tropa… Camilo era Camilo, señor de la vanguardia, guerrillero completo que se imponía por esa guerra con colorido que sabía hacer.[17]
Héroe popular
Estatua hecha en bronce por la escultora Thelvia Marín que se encuentra en Museo Nacional Camilo Cienfuegos.
La legendaria figura de Camilo Cienfuegos Gorriarán, el Señor de la Vanguardia, el Héroe de Yaguajay, se acrecienta con el paso del tiempo. Muchas virtudes tenia Camilo; pero entre ellas sobresalían su fidelidad a la Patria, a la Revolución y a Fidel, contra quien no quiso enfrentarse ni en la pelota. La humilde extracción social de Camilo Cienfuegos Gorriarán, sastre de oficio, su temperamento jovial y su sonrisa franca, con la que ganaba amigos desde el primer encuentro, lo convirtieron desde muy temprano en uno de los más carismáticos dirigentes de la Revolución Cubana.
Camilo solo contaba 27 años de edad, cuando aquel 28 de octubre de 1959 desapareció en el mar bravío para renacer convertido en una bella tradición que cada año llena las aguas cubanas de flores y cariño[18].
En toda Cuba existen escuelas militares llamadas Escuela Militar Camilo Cienfuegos (EMCC). A sus alumnos se les llaman “Camilitos“. También existe una universidad con el nombre de este héroe cubano, la Universidad Camilo Cienfuegos de Matanzas.
El retrato de Camilo Cienfuegos se encuentra en los billetes de 20 pesos cubanos y el monumento en su homenaje se puede apreciar en el de 20 pesos cubanos convertibles.
Los conjuntos musicales Carpe Diem y Tercer Modulo Ska compusieron canciones que llevan por nombre “Cienfuegos” en su honor. Existe una banda argentina llamada Cienfuegos entre cuyos miembros se encuentran varios integrantes de Los Fabulosos Cadillacs.
La localidad conocida hasta 1959 como Central Hershey, en el municipio Santa Cruz del Norte (provincia de La Habana), pasó a llamarse desde entonces Central Camilo Cienfuegos. También existen miles de calles y decenas de escuelas nombradas en su honor.
Camiladas
Aunque las acciones militares las enfrentó con seriedad, tenía una sonrisa maravillosa y un buen sentido del humor. Sus bromas eran conocidas como “camiladas”[19] y hasta el Che fue víctima de ellas.
Cuando comenzó la invasión a occidente en 1958, las columnas 2 y 8 se desplazaban casi paralelamente en los llanos orientales. Camilo cruzó detrás de la columna del Che el río Salado. Casi al amanecer arribaron al campamento de la columna “Ciro Redondo“. Ernesto Che Guevara dormitaba en su hamaca y Camilo llevó su caballo azuzándolo hasta que lo derribó. Desde el suelo, enredado con la frazada, Che reía como un niño.
– Ya la pagarás, ya la pagarás….
– ¿No te da pena estar durmiendo a estas horas?
Y ambos reían de lo lindo. El Che gozaba como nadie de las “camiladas”. Como diría Camilo: “Eso, sinceramente, nos ha dado risa”.