TALLER:Situación Actual de la Rabia.

 

 

 

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En el policlínico “27 de Noviembre”, se desarrolla el Taller, Situación Actual de la Rabia. El taller fue impartido por la Lic. Irene López Santa Cruz, MSc. en Virología, Profesora auxiliar e Investigadora agregada.

Con el Objetivo de Actualizar a los profesionales de la Atención Primaria de Salud sobre la situación actual del virus de la Rabia.

Taller realizado a partir de un Proyecto doctoral “Estrategia educativa para el desempeño de médico y enfermero de la familia” y con motivo de que el día 28 de septiembre es el Día Mundial contra la Rabia, se recuerda este día en conmemoración a la muerte de Louis Pasteur.

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Rabia. Es una enfermedad infecciosa aguda del Sistema nervioso central que puede afectar a todos los animales de sangre caliente, incluso al hombre y es ocasionada por un Rhabdoviridae. La enfermedad, caracterizada por graves disfunciones del sistema nervioso central casi invariablemente acaba en la muerte.
Hospederos afectados: Todos los mamíferos. Las aves pueden infectarse experimentalmente. Los reptiles y los peces no son receptivos a la enfermedad.
Propiedades del virus
El virus rábico mide de 100-150 mm de diámetro y muere a los 15′ de calentamiento a los 70 oC, pero desecado resiste 100 oC durante 2′ o 3′. Es inactivado rápidamente por la luz solar, irradiaciones ultravioletas, formol, alcohol del 50-70% y compuestos de amonio cuaternario en solución del 0,1 al 1%, bicloruro de mercurio y ácidos fuertes. Es relativamente resistente al fenol y en solución acuosa su muerte térmica ocurre a los 56 oC después de una hora.
Transmisión
La transmisión de la rabia se realiza casi invariablemente por la mordida de un animal infectado. El hecho de que el virus se elimine por la saliva es de gran importancia y la enfermedad se transmite raras veces si la saliva no se deposita debajo de la piel, se ha demostrado la existencia de virus en la saliva de perros de 3 – 8 días antes de la aparición de los síntomas, también se han descrito varios casos de rabia con arañazos o por contaminación de la piel con saliva. Hasta donde se sabe, la enfermedad no se transmite por insectos ni artrópodos y el virus no puede invadir el cuerpo atravesando la piel intacta pero si se cree posible la infección por la mucosa intacta. Es posible la transmisión aerogena en cuevas habitadas por murciélagos enfermos. Se conoce de transmisiones en los laboratorios donde las finas gotas por vía aerogena logran alcanzar las vías respiratorias. El virus alcanza la mayor concentración en el SNC y en la saliva, también se ha demostrado en la sangre y leche de los animales infectados.
Incubación
El periodo de incubación, en condiciones naturales, es variable. En general, cuanto mayor sea la cantidad de virus introducido será más corto el periodo de incubación, en esto también influye la localización de la herida, mientras más cerca de la cabeza esté la herida menor será el recorrido del virus hacia el cerebro y por ende menor será el tiempo de incubación del mismo.
En perros el periodo de incubación mínimo es de 10 días y el promedio es de 21 a 60 días, pero puede ser de hasta 6 meses. En el caso del humano esto varía entre 10 días y 12 meses.

Características de la enfermedad
En los animales la rabia puede manifestarse de dos formas:
• La forma furiosa
• La forma muda o paralítica
La primera se caracteriza, fundamentalmente en perros, por una fase prodrómica, que dura 2 o 3 días, cursa con fiebre, anorexia, etc. Posteriormente el animal manifiesta cambios en la conducta, intranquilidad, aspecto huidizo, apetito trastornado, excitación, mordidas sin provocación, vagan durante varios Km, salivación excesiva, cambio de la voz, parálisis faringe, tambaleo, parálisis general y finalmente sobreviene la muerte 3 o 4 días después de aparecer los síntomas.
La forma muda se observa en animales inoculados con virus fijo y en algunos animales con infección natural con virus calle. En este tipo, la fase de excitación puede ser ligera o no aparecer, seguida de incoordinación, ataxia, parálisis, deshidratación, emaciación y muerte. El tiempo que transcurre desde el comienzo de la enfermedad hasta la muerte varía entre 1 y 11 días. Por otra parte los animales pueden morir súbitamente sin signos de la enfermedad.
En el hombre la fase prodrómica se caracteriza por fiebre, Anorexia, Cefalalgia, Náuseas y molestias faríngeas, además de sensaciones anormales alrededor de la mordida, con dolor intermitente y hormigueo. Otros síntomas incluyen alta sensibilidad al ruido y a la luz, aumento del tono muscular, midriasis, salivación, contracciones espasmódicas en los músculos de la boca, faringe, laringe y respiratorios. Los periodos de irritación y de conducta irracional se intercalan con los de viveza y aparente normalidad.
Diagnóstico
El diagnóstico exacto de la rabia es importante sobre todo en los casos que haya humanos mordidos por animales. La demostración de los corpúsculos de negri en las células del hipocampo es la mayor prueba de la existencia de la enfermedad.
El hallazgo de los corpúsculos es más seguro si se deja morir al animal, se hacen extensiones del hipocampo y del cerebro. Los corpúsculos son visibles también en cortes incluidos en parafina, teñidos con hematoxilina-eosina.
Se dice que el 10-12% de los animales infectados no muestran signos microscópicos de la enfermedad. En estos casos se practican inoculaciones a ratones. Si hay virus los ratones muestran parálisis, depresión y deshidratación a los 6-16 días y 1-2 días después mueren, observándose en ellos los corpúsculos a partir del 5to día. El aislamiento del virus en la saliva obtenida durante la enfermedad es posible y los métodos serológicos son valiosos para el diagnóstico rápido de la rabia.
Anatomía patológica
En la necropsia, el cerebro es friable y está edematoso y congestionado. La intensa congestión vascular de la sustancia blanca y gris puede extenderse hasta el bulbo y médula espinal. Las glándulas salivales infectadas con rabia suelen estar blandas y edematosas. Microscópicamente en el sistema nervioso central hay hiperemia, infiltración perivascular y perineuronal con células mononucleares e intensa degeneración de las neuronas. En ausencia de cuerpos de negri las lesiones no pueden distinguirse de las que producen otras encefalitis por virus.
Tratamiento
El confinamiento y la observación del animal lesionador bajo la vigilancia de personal autorizado por no menos de 10 días es importante para ver si hay cambios de conducta. Si el animal presenta dichos cambios (agresivo), se procede a aplicar tratamiento completo (vacuna e inmunoglobulina). En el caso que la lesión sea (leve o grave) provocada por un animal silvestre (mangosta o murciélago) se aplica tratamiento completo.
Se debe efectuar un tratamiento local de las heridas, como medio eficaz de protección contra la rabia suprimiendo el virus de la zona de la infección por medio de una limpieza profunda y lavado mecánico empleando solución de jabón, seguida de Tto con sustancias como alcohol del 40-70%, tintura o solución acuosa de yodo o compuestos de amonio cuaternario al 0.1%. Se puede usar anestésicos locales para descubrir las heridas, las cuales no deben suturarse inmediatamente. Después de terminar la sensibilidad, al suero antirrábico, hay que utilizar suero de aplicación local sobre la herida y está indicado el Tto antitetánico y aplicar localmente antisépticos y antimicrobianos.
En el humano se aplica la inmunización administrando suero antirrábico de origen humano (Homologo) en dosis de 20 UI/Kg o animal (Heterologo) 40 UI/Kg y Vacunas (en estos momentos nuestro país utiliza la Verorab) inmunológicamente potentes en dosis repetidas según el momento. Si lo que pretendemos es realizar una vacunación pre exposición, el esquema no es igual al de un lesionado por animal sospechoso o confirmado. La vacunación pre exposición lleva un esquema de 3 dosis los días 0,7, 28 ó 30. En el caso de la inmunoprofilaxis ante contacto ó lesión de un animal se debe aplicar el día 0, 3, 7,14, 28 ó 30, más Inmunoglobulina.
Ante casos específicos que presenten reacciones a la vacuna, la cual aunque no es frecuente, puede manifestarse por reacciones de endurecimiento, prurito o pápula local, etc., debe consultarse a un especialista de alergia.
Surgimiento de la vacuna
Louis Pasteur (1822-1895), químico y biólogo francés dedicó el resto de su vida a investigar las causas de diversas enfermedades como la septicemia, el cólera, la difteria, el cólera de las gallinas, la tuberculosis y la viruela y su prevención por medio de la vacunación. Es especialmente conocido por sus investigaciones sobre la prevención de la rabia, llamada también hidrofobia en la especie humana. Tras experimentar con la saliva de animales afectados por la enfermedad, Pasteur llegó a la conclusión de que la enfermedad residía en los centros nerviosos: inyectando un extracto de la médula espinal de un perro rabioso a animales sanos, éstos mostraban síntomas de rabia. Estudiando los tejidos de animales infectados, sobre todo de conejos, Pasteur consiguió desarrollar una forma atenuada del virus que podía emplearse en inoculaciones.
En 1885 llegaron al laboratorio de Pasteur un muchacho y su madre. El joven había sufrido graves mordeduras de un perro rabioso y su madre le pidió a Pasteur que le tratara con su nuevo método. Al final del tratamiento, que duraba diez días, el muchacho estaba siendo inoculado con el virus de la rabia más potente que se conocía; se recuperó y conservó la salud. Desde entonces, miles de personas se han salvado de la enfermedad gracias a este tratamiento.
Las investigaciones de Pasteur sobre la rabia inspiraron la creación, en 1888, de un instituto especial para el tratamiento de la enfermedad en París. Este acabó llamándose Instituto Pasteur, y fue dirigido por el propio Pasteur hasta su muerte.
Profilaxis
Muchas son las vacunas antirrábicas que se han preparado para prevenir la enfermedad.

 

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