Amor, ¿qué dosis necesitamos para tener nuestra vida a salvo?, Sí, realmente es un sentimiento tan indispensable, que muchas de nuestras acciones dejarían de existir, si le faltara el amor, es por ello que en el día a día, debemos dar y recibir nuestra Dosis de Amor.
Renace la ilusión, con armonía,
en la vida cotidiana, y el silencio,
disfrutando la vida en alegría,
en las coplas sublimes de tu cuerpo.
NO TE RINDAS.
Cuando las cosas vayan mal,
Como a veces pasa.
Cuando el camino parezca cuesta arriba,
Cuando tus recuerdos mengüen y tus deudas suban,
y al querer sonreír, tal vez suspires,
Cuando tus preocupaciones agobiado, te tengan.
Descansa si te urge, pero “no te rindas”.
La vida es rara con sus vueltas y tumbos,
Como todos muchas veces comprobamos,
y muchos fracasos suelen acontecer,
aún pudiendo vencer de haber perseverado,
así es que “no te rindas” aunque el paso sea lento,
El triunfo puede estar a la vuelta de la esquina.
El triunfo es el fracaso al revés.
Es el matiz plateado de esa nube incierta, que no te deja ver su cercanía, aún estando bien cerca.
por eso “decídete a luchar sin dudas” porque en verdad, cuando todo empeora el que es valiente no se rinde:
lucha.
(Pablo Neruda.)
No me mueve mi Dios, para quererte,
El cielo que me tienes prometido,
Ni me mueve el infierno tan temido
Para dejar por esto de ofenderte.
Tú me mueves Señor, muéveme el verte,
Clavado en esa cruz y escarnecido,
Muéveme el ver tu cuerpo tan herido,
Muéveme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme en fin tu amor y en tal manera
Que aunque no hubiera cielo yo te amara
Y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
Pues aunque lo que espero no esperara,
Lo mismo que te quiero, te quisiera.
(Rubén Darío)
Por donde vas, qué alegría respira el aire, qué gozo!
Mi poesía
es una estrella en tu pozo
Te quiero porque te quiero
como el ala al tibio nido.
Mi sendero
sin tu huella se ha perdido!
Por donde vas se derrama
la luz en tu rostro puro.
Que oriflama
el de tu cabello oscuro!
Sueño de amor, ansias verdes
para llegar a tu cielo.
Te pierdes
del adiós de mi pañuelo!
Campanas las de la Ermita,
doblan, doblando a oración,
Amor,
ora por mi corazón!
Ora siempre que recuerdes
que somos para el amor
Frutos verdes
que dejaron de ser flor!
Por donde vas , que alegría
la de mis ojos al verte!
Mi poesía
eres tú,
en la vida y en la muerte
En la olvidada copla del tiempo
como en la calle que me vió nacer:
Cuántos sueños deambulando,
y que solo los contempla el silencio
Siempre que me acompañas
reverdecen las hojas del árbol de mi vida
en una como tierna renovación del sueño.
Cuando tus besos prenden
mariposas de luz sobre mis labios,
raíces de ventura le nacen a mis poros.
Si nuestras manos juntas
dialogan a la par de las caricias,
el tiempo se detiene y el aire es un suspiro.
Cuando me escuchas en silencio,
espiritualmente bello como un dios naciendo,
mi voz se hace armoniosa como un canto de espigas