Mascar chicle es un hábito que muchos de nosotros tenemos sin considerarlo útil ni saludable, pero su práctica no sólo es agradable y brinda frescura a nuestra boca, sino que, detrás de esa pequeña porción de goma de mascar se esconden una serie de beneficios, hasta el momento, pero no todo es bueno…
En contra
REDUCCIÓN DE PESO PELIGROSA
El sorbitol que contienen algunos chicles sin azúcar es un laxante que puede ocasionar diarrea crónica y dolor estomacal si se ingiere en exceso. “No hay que consumir más de cinco gramos de sorbitol por día”, dice Jurgen Bauditz, gastroenterólogo del Hospital Universitario Charité de Berlín. “Las personas desean adelgazar, pero al mascar ciertos chicles no se dan cuenta de que están tomando laxantes”.
HÁBITO DESAGRADABLE
“Mascar chicle en público no es muestra de buenos modales”, señala Lucinda Holdforth, australiana experta en reglas de etiqueta. “Teníamos que tolerar bocas abiertas, una masticación incesante al hablar y, lo peor, chicles que terminan en las aceras o pegados bajo las sillas. “Las personas que mascan chicle me recuerdan a los bebés con juguetes en la boca”.
FENILALANINA
El aspartamo, edulcorante usado en algunos chicles sin azúcar, contiene fenilalanina, una sustancia peligrosa para quienes padecen fenilcetonuria, enfermedad hereditaria que afecta el desarrollo del cerebro (los chicles que la contienen llevan una leyenda de advertencia). Pero para los adultos sanos, la fenilalanina es inocua, dice Bernadene Magnuson, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Toronto. Habría que mascar más de 290 chicles para exceder el límite seguro.
LIMPIEZA COSTOSA
Quitar los chicles de las veredas es un trabajo difícil: cada pieza debe rasparse a mano o arrancarse con una máquina especial; además, es muy caro: en algunas ciudades, despegar un chicle del suelo cuesta más del doble de su precio en los quioscos. Y que cada día se tiren miles de chicles en las calles plantea también un problema de salud: se calcula que en cada uno puede haber 50.000 gérmenes patógenos, y es muy difícil evitar que niños y mascotas tengan contacto con ellos si están en el suelo.
DOLOR MANDIBULAR
“Mascar chicle fuerza las articulaciones témporo-mandibulares, y si estas se desgastan, el cierre de la boca se altera”, advierte Michael Benninger, presidente del Instituto de Cabeza y Cuello de la Clínica Cleveland, en Ohio. “Esto es poco común”, dice el dentista australiano Peter Alldritt, “pero si suele apretar los dientes al dormir, no abuse del chicle: con sólo 20 minutos de mascar se agravará su dolor de mandíbula”.
A favor
REDUCE LA ACIDEZ EN LA BOCA
Mascar chicle aumenta al doble el flujo de saliva, lo cual es su mayor beneficio. “La saliva es esencial porque sus enzimas neutralizan el ácido de alimentos y bebidas”, dice el doctor Peter Alldritt. “El chicle neutraliza el ácido bucal en unos 20 o 30 minutos, cuando normalmente eso lleva cerca de una hora”. Además, la saliva contiene calcio y fosfato de hierro, que son benéficos para los dientes.
SUPRIME EL APETITO
Investigadores de la Universidad Estatal de Louisiana descubrieron que las personas que mascan chicle tres veces por hora después del almuerzo comen menos golosinas ricas en calorías. Esas personas redujeron entre 40 y 60 calorías su ingestión diaria de golosinas, dice Paula Geiselman, del Centro Pennington de Investigación Biomédica, en Louisiana. La experta atribuye esto a “la saciedad sensorial específica”. “La sensación agradable que produce un alimento disminuye al comerlo poco después, al igual que el antojo por él”, explica. “Al mascar un chicle dulce, se reduce el antojo de comer cosas dulces”.
REDUCE LA CARIES
El xilitol, edulcorante que se añade a algunos chicles sin azúcar, podría reducir la caries. “El xilitol inhibe el crecimiento de Streptococcus mutans, la principal bacteria causante de caries”, dice el profesor Jason Tanzer, de la división de medicina bucal de la Universidad de Connecticut. “También existen pruebas de que el xilitol evita que esa bacteria ataque el esmalte de los dientes”.
AUXILIAR CONTRA LA ACIDEZ ESTOMACAL
El chicle puede reducir incluso la acidez estomacal. “El mayor flujo de saliva facilita el paso de los alimentos sólidos y líquidos a lo largo del esófago, y ayuda a neutralizar el ácido en este órgano”, señala David Bartlett, del Instituto Dental del King’s College de Londres. Hay que elegir chicles con sabor frutal y evitar los de menta. Esta agrava la acidez porque relaja el esfínter esofágico inferior y permite el reflujo.
MITIGA EL ESTRÉS
Mascar chicle tiene un efecto calmante. En un estudio realizado en 2008 en Australia, se observó que mascar chicle sin azúcar reducía la ansiedad en más del 17 por ciento en situaciones estresantes. “Esto podría deberse al mayor flujo de sangre al cerebro”, dice Andrew Scholey, autor del estudio. Por otro lado, investigadores estadounidenses creen que el efecto relajante del chicle también favorece el aprendizaje. “Descubrimos que los estudiantes que mascaban chicle mejoraban sus calificaciones en matemáticas”, señala Craig Johnston, experto en nutrición infantil de la Universidad Baylor, en Texas.
VEHÍCULO PARA MEDICAMENTOS
Los chicles con nicotina han ayudado a muchísima gente a dejar de fumar, y los investigadores ahora estudian otros usos medicinales del chicle. En Canadá se está probando un chicle para enfermos de diabetes de tipo 2 que contiene metformina, fármaco que controla la glucosa. Hoy día este se vende en tabletas, pero pronto podría haber una versión en chicle dulce para niños.
El veredicto
Todos los expertos coinciden en que el chicle es beneficioso para nuestros dientes y encías, pero algunos no avalan las afirmaciones que indican que puede suprimir el apetito o ayudar a aprender matemáticas.
Muchos de los estudios que afirman esto han sido financiados por fabricantes de chicles, lo cual los desacredita ante los investigadores serios. “El único propósito de esos estudios es vender más chicles”, advierte Marion Nestle, profesora de Nutrición, Alimentos y Salud Pública en la Universidad de Nueva York.
Michael Benninger, el presidente del Instituto de Cabeza y Cuello de la Clínica Cleveland, en Ohio, dice que no tenemos nada que perder si mascamos chicle. “Las desventajas son mínimas”, asegura. “Los estudios indican que mascar chicle sin azúcar después de las comidas ayuda a prevenir la caries. Muchos de esos estudios son financiados por la industria del chicle, pero sus conclusiones tienen sentido: mascar estimula el flujo de saliva”.
“El chicle en sí no obra milagros”, se apresura en aclarar el doctor Peter Alldritt. “Es la acción de mascar lo que en realidad favorece los dientes y las encías. “Lo importante es mascar; es el estímulo para producir saliva. Se puede lograr lo mismo comiendo un trozo de queso duro al final de las comidas: también estimula el flujo de saliva, y aporta calcio, caseína y fosfato de hierro”. Desde luego, la ventaja del chicle es que resulta práctico.
“A diferencia del queso, se puede llevar en el bolso de mano o en un bolsillo”.