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Una nota de presentación
En el trienio 2019 – 2021 se condujo el Estudio Latinoamericano de Desnutrición en las Enfermedades oncohematológicas. El Estudio DNO (como ha sido referenciado en la literatura especializado) fue un proyecto multinacional, multicéntrico impulsado por la Presidencia pro témpore de la FELANPE Federación Latinoamericana de Terapia Nutricional, Nutrición Clínica y Metabolismo (en la persona de la Dra. Dolores Rodríguez Veintimilla) para revelar el estado nutricional de los pacientes atendidos en los centros de salud de la región latinoamericana por cáncer, leucemias y linfomas. En condición de tal, el Estudio DNO ha reportado una frecuencia de desnutrición del 59.1 % en 1,842 pacientes atendidos en 52 centros de salud de 10 países de la región.
En respuesta a la invitación hecha por la Presidencia, el Grupo Cubano de Estudio de la Desnutrición Hospitalaria (GCEDH) completó el Estudio Cubano de Desnutrición en Oncología con 258 pacientes atendidos en 5 centros asistenciales de 3 provincias del país. Los resultados del Estudio DNO Cuba han sido acomodados en un suplemento de la RCAN Revista Cubana de Alimentación y Nutrición. El Estudio DNO Cuba encontró una frecuencia de desnutrición del 43.6 %: estimado coincidente con ejercicios epidemiológicos completados en el pasado.
A continuación se reproduce el prólogo de presentación de los resultados del Estudio DNO Cuba. Esperamos que le sea de utilidad.
PRÓLOGO
El suplemento del número 2 (Clausura) del volumen 33 de la RCAN presenta los resultados del Estudio Cubano de Desnutrición en los pacientes atendidos por enfermedades oncohematológicas (EOH). En virtud de tal, el estudio cuyos resultados se reseñan en este suplemento es el primero que revela el estado nutricional de los pacientes atendidos por cáncer, leucemias y linfomas en centros especializados de La Habana, Holguín y Santiago de Cuba; y la extensión de los trastornos nutricionales presentes en ellos.
En honor a la verdad histórica, siempre ha sido del interés de los especialistas y profesionales reunidos en el Grupo Cubano de Estudio de la Desnutrición Hospitalaria (GCEDH) conocer el estado nutricional de aquellos enfermos aquejados de afecciones oncohematológicas, en la certeza de que la pérdida involuntaria de peso, la depleción de la masa magra corporal, y la desnutrición energético-nutrimental (DEN) son hallazgos frecuentes entre ellos. Como expresión de ese interés, el GCEDH empleó las oportunidades brindadas por las ediciones previas del Estudio Cubano de Desnutrición Hospitalaria (ELAN Cuba) para obtener un estimado (aunque fuera incompleto) de la desnutrición presente en los pacientes que, ingresados, atravesaban los distintos estadios del tratamiento médico-quirúrgico de las enfermedades oncohematológicas. En correspondencia con ello, el 16.1 % de los pacientes encuestados en el trienio 2012–2014 tenía un diagnóstico confirmado de cáncer, y la desnutrición entre ellos alcanzó el 47.2 %, mientras que la tasa nacional por-todas-las-causas era del 36.9 %. Ahora, tras el completamiento del Día de la Oncología en Cuba, se ha obtenido una frecuencia de desnutrición del 43.6 %: resultado que reproduce el estimado mencionado previamente, y que se documentó en ocasión de la segunda versión del Estudio ELAN-Cuba. Se tiene entonces un resultado epidemiológico que confirma el elevado riesgo nutricional que tiene el paciente que es atendido en las instituciones cubanas de salud que se verticalizan en el diagnóstico y tratamiento del cáncer.
El relevamiento del estado de la desnutrición asociada a | relacionada con el cáncer es, no obstante, solo un primer paso. El conocimiento de este hecho epidemiológico debe ser seguido del diseño e implementación de las intervenciones administrativas y sanitarias que hagan posible que el paciente tratado por cáncer recibe los cuidados alimentarios y nutricionales adecuados para la etapa del tratamiento citorreductor que se le brinda. La constitución de grupos multidisciplinarios de apoyo nutricional sería un paso en esa dirección. Asimismo, y en atención a la complejidad del escenario de salud y la necesidad de articular los cuidados alimentarios y nutricionales entre distintos actores, etapas de tratamiento, y locaciones (de las que el hogar sería una de ellas), cabría el rediseño y escalamiento de los Servicios hospitalarios de Nutrición Clínica hacia organizaciones de nuevo tipo, no limitadas a un espacio físico ni a un cupo fijo de pacientes, y que dirijan y gestionen los cuidados alimentarios y nutricionales durante todo el continuum del tratamiento citorreductor, tanto en el hospital como en el hogar y la atención primaria.
El Estudio DNO Cuba no es un ejercicio acabado: quedará abierto para que nuevas instituciones aporten sus datos en aras del diagnóstico más exacto y actual de la desnutrición asociada | secundaria al cáncer. El Estudio DNO Cuba también debe servir para documentar y evaluar el impacto de las intervenciones sanitarias, alimentarias y nutricionales que se conduzcan en el paciente atendido por EOH. De esta manera, se podrá contener primero, y reducir después (que no prevenir), el impacto negativo de esta condición sobre la efectividad de las terapias citorreductoras, y la propia calidad de vida del enfermo.