Alina Llop Hernández
26 de diciembre de 1936 – 29 de septiembre de 2021
Profesora de profesores, Alina Llop Hernández, nacida en el seno de una familia humilde en La Habana el 26 de diciembre de 1936, fallece a sus 84 años de edad, el 29 de septiembre de 2021. Consagró su fructífera vida a la obra de la Revolución Cubana, a la ciencia y a la salud pública. Su legado, imposible de enmarcar en este breve espacio, posee un valor incalculable que le merecieron sus múltiples reconocimientos y responsabilidades, tanto nacionales como internacionales.
Comenzó su vida laboral muy joven mientras estudiaba en la Universidad de La Habana (1957), matrícula que le fue otorgada como premio por sus resultados durante el bachillerato. Su actividad como docente se reconoce a partir de 1960, cuando obtiene la plaza de Técnico Docente mediante ejercicio de oposición en el Hospital “Calixto García”. Desde entonces contribuyó a la formación de varias generaciones de profesionales tanto en Cuba como en otros países. Hasta el momento de su muerte había tutelado más de 60 Tesis de Especialidad, otras tantas entre las de Maestría y de Doctorado. Además de impartir las asignaturas de Microbiología y Parasitología Médicas tanto en el pregrado como en el posgrado, formó parte del claustro de las Maestrías de Infectología, Epidemiología y Bacteriología-Micología impartidas en el Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí” (IPK). En esta última fungió como coordinadora entre 1994 y 2014. Su actividad académica se extendió a varios países de América Latina como profesora invitada de las Universidades de San Andrés de Bolivia, así como de Quito, Guayaquil, Esmeralda y Salinas de Ecuador.
Se graduó de Doctora en Medicina en 1963. Su férrea disciplina y espíritu de superación constante le valieron para obtener de forma acelerada en su carrera los títulos de Especialista de 2do grado en Microbiología y en Salud Pública, de Profesora Titular en Microbiología de la Universidad de Ciencia Médicas de La Habana e Investigadora Titular, y con posterioridad el grado científico de Doctor en Ciencias Médicas y de Profesora Consultante.
A solicitud del Jefe de la Sección de los Servicios Médicos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias pasa a dirigir el laboratorio de Microbiología del Hospital Militar “Carlos J. Finlay” en 1964, desde donde desempeñó varias responsabilidades: Subdirectora Docente y miembro del Grupo de Epidemiología, Microbiólogo Mayor de Ejército y Oficial Superior Docente de los Servicios Médicos del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (Minfar). Su excelencia le vale para alcanzar los grados de Capitán de los Servicios Médicos en 1973.
Su brillante carrera continuó en ascenso. En 1973 el Ministerio de Salud Pública (Minsap) le solicita al Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, los servicios de la Dra. Llop como Directora Nacional de Investigaciones, responsabilidad que desarrolló de forma simultánea con la de Directora de la Sección de Biomedicina en el Consejo Nacional de Ciencia y Técnica del Minsap, así como de Directora de la Revista de Investigaciones Biomédicas CNIC. Años más tarde también formó parte del Comité de Redacción de la Revista Cubana de Medicina Tropical, Biomedicina, Revista Cubana de Higiene y Epidemiología, Revista Cubana de Administración y Salud, así como la de Enfermedades Infecciosas y Microbiología, de México.
En 1982 pasa al Hospital “Hermanos Ameijeiras” donde se desempeña como Vicedirectora de Docencia e Investigaciones. A solicitud del Consejo de Estado en 1983 se traslada al IPK donde laboró hasta la fecha de su deceso. Su asesoría fue esencial en el diseño de los laboratorios en la sede actual del instituto. Desde esta institución desplegó un amplio abanico de responsabilidades administrativas, docentes y científicas. Entre estas se destacan: Vicedirectora de Microbiología en el propio instituto, Fundadora y Directora de los Laboratorios Nacionales de Referencia de Microbiología, Jefa del Grupo Nacional de Microbiología (responsabilidades que desempeñó por más de 30 años), asesora del Minsap y del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente para eventos epidemiológicos, miembro del Grupo Nacional Asesor de Fibrosis Quística, de la Comisión de Genoma Humano, del Consejo Científico Superior y del Frente Biológico de la Academia de Ciencias de Cuba, del Grupo de Estudio Especial de Microbiología del Minsap, del Tribunal Nacional de Grados Científicos, del Tribunal Estatal Nacional de Categorización de Profesores y de Especialistas de 2do Grado de Microbiología, así como miembro de los Consejos Científicos del IPK, del Centro de Investigaciones de la Defensa Civil y del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología.
También cumplió tareas importantes en el marco de la Organización Panamericana de la Salud (OPS)/Organización Mundial de la Salud (OMS): como miembro del Centro Colaborador para la eliminación de la tuberculosis, del Comité Asesor de Investigaciones Médicas, de Enfermedades Diarreicas Agudas, del programa de Enfermedades de Trasmisión Sexual/Sida y de Inmunología del Caribe. Se desempeñó como Asesora Temporera de dichas organizaciones en más de 20 oportunidades.
Representó a Cuba en al menos 200 reuniones científicas, incluyendo la delegación oficial que acompañó al Comandante en Jefe Fidel Castro durante la Asamblea Mundial de la OMS en 1998. Fue autora y coautora de más de un centenar de publicaciones, entre esta, editora científica principal del texto básico de Microbiología y Parasitología Médicas.
Fue miembro de Honor de la Sociedades Cubana de Microbiología y Parasitología y de la de Higiene y Epidemiología. Perteneció a las Sociedades Latinoamericanas de Microbiología y la de Parasitología y Enfermedades Tropicales, así como de la Sociedad Internacional de Enfermedades Infecciosas.
Durante su trayectoria laboral le fueron conferidos múltiples reconocimientos y condecoraciones, entre ellas: la condición de Académica de Mérito, Investigadora de Mérito, Académica Titular, el “Premio al Mérito Científico”, las medallas “Fundador de las Milicias Médicas”, “José Tey”, “Pity Fajardo”, “Juan Tomás Roy, “28 de Septiembre”, “Por la Obra de Toda la Vida”, “100 años del Natalicio del Prof. Pedro Kourí”, por los “50, 60, 70 y 80 Aniversarios del Instituto Pedro Kourí”, la condecoración especial “Profesora de Mérito” de la Universidad de Ciencias Médicas, las distinciones al cumplir “10 años en la Docencia”, “Por la Educación Cubana”, “ X y XV años de los servicios al MINFAR”, las ordenes “Frank País”, “Ana Betancourt”, “Carlos J. Finlay” y “Proeza Laboral”; estas últimas otorgadas por el Consejo de Estado. Varios de los trabajos en los que participó como autora resultaron premiados por la Academia de Ciencias de Cuba y el Minsap, máximos galardones a los resultados científicos en Cuba.
Su actividad desbordó el ámbito de la Microbiología. Militante intachable del Partido Comunista de Cuba desde su incorporación en mayo de 1966, brindó varios años de su vida al servicio del Minfar y fue diputada en la Asamblea Nacional del Poder Popular durante el período 1991-1997.
Los que contamos con el inmenso privilegio de haberla conocido, de tenerla como profesora y de trabajar junto a ella, llevamos una impronta imborrable de su consagración, su profundo humanismo, el amor a su familia y de su confianza infinita en la obra de la Revolución Cubana.
Artículo publicado por la Revista Cubana de Medicina Tropical
Dr. Israel García Avila, PhD
5 de diciembre de 1935 – 19 de octubre de 2014
Sería imposible hablar de Entomología Médica y Control Biológico de culícidos en Cuba sin pensar inmediatamente en el Dr. Israel García Avila, quien lamentablemente dejó de existir físicamente este 19 de octubre de 2014 a la edad de 78 años.
Israel, quien puede considerarse como el principal impulsor del Control Biológico de los mosquitos en Cuba y otros países, perteneció a una familia humilde, por lo que tuvo que trabajar desde muy joven para poder pagarse los estudios y hacerse Maestro Agrícola. Posteriormente, con el Triunfo de la Revolución Cubana, pudo estudiar y graduarse de Licenciado en Ciencias Biológicas en la Universidad de la Habana en 1969.
Su esfuerzo y cualidades excepcionales como científico, le permitieron asumir la dirección del Instituto de Zoología de la Academia de Ciencias de Cuba, donde con asesoría de investigadores soviéticos y checos creó las bases para incluir diferentes temáticas en las investigaciones para el control biológico de mosquitos, con el objetivo de preservar el ambiente, disminuir los costos y reducir el uso de plaguicidas químicos. El éxito alcanzado en este trabajo le permitió obtener su doctorado en 1973 en la Unión Soviética.
Formó el grupo de Control Biológico y a numerosos compañeros en esta temática, trasladándose posteriormente al Instituto Nacional de Higiene y Epidemiología con importantes investigaciones, que le valieron para obtener diferentes reconocimientos y galardones científicos en Cuba y en otros países. Entre los más destacados se encuentran; el Premio de la Academia de Ciencias de Cuba en 2006, las Medallas 25 y 30 Aniversario de la Academia de Ciencias de Cuba, la Medalla 60 Aniversario del IPK, la Medalla Instituto Gamaleya de Moscú, la Placa de Reconocimiento a la labor científica en la Secretaría de Salud en Niteroi, Brasil, y la Placa de Reconocimiento en el SNEM, Santo Domingo, República Dominicana.
En el Instituto de Medicina Tropical, donde se incorporó a trabajar desde 1986 hasta su retiro en el 2011, formó parte imprescindible del primer Centro Colaborador de la OMS del IPK desde 1990 en Malacología Médica y Control Biológico de Vectores y Hospederos Intermediarios. En el IPK continúo dirigiendo el grupo de Control Biológico, se desempeñó como Presidente de la Comisión Científica Especializada de Control de Vectores, miembro del Consejo Científico General del Instituto y profesor de varias asignaturas dentro de la Maestría de Control de Vectores. Su extraordinario conocimiento sobre Entomología y Control de Vectores, sumado a sus exquisitas cualidades de pedagogo y su enorme calidad humana hicieron habitual que el resto de los investigadores acudieran a él para pedirle consejos y asesoría científica.
Pero si sus cualidades como científico eran extraordinarias, más aún resaltaban sus rasgos como ser humano, hombre y padre, al punto de hacerse habituales y esperadas, las flores que regalaba a sus compañeras de la vice-dirección de Parasitología cada Día de la Mujer o de las Madres, acompañadas además de una canción, pues como si las virtudes no fueran pocas, tenía una voz estupenda que lo llevó a cantar con varias orquestas en los años 50s.
El Dr. Israel García fue siempre un revolucionario cabal y un padre que supo formar una gran familia. Fue un amigo leal y su modestia y sencillez en el trato servirá siempre de ejemplo para todos los que lo conocimos.
Ya no está aquí con nosotros, pero vivirá eternamente en los anales de las ciencias biológicas de Cuba gracias a su legado científico, y sobre todo en la mente de aquellos que tuvimos la suerte de conocerlo y compartir con él su sabiduría y su humanidad. Hoy todos lo extrañamos, pero no debemos entristecernos por haberle perdido, sino agradecer el haberle tenido.
Les hacemos llegar a sus familiares y amigos nuestras más sentidas y sinceras condolencias ante esta gran pérdida para ellos y para la Ciencia Cubana.
Colectivo de Investigadores y trabajadores del Departamento de Control de Vectores del IPK.
Dr. Carlos M. Finlay Villalvilla
3 de Agosto de 1935 – 22 de septiembre de 2013
El pasado 22 de septiembre de 2013, falleció el Dr. Carlos M. Finlay Villalvilla, en La Habana, Cuba, ciudad donde nació un 3 de Agosto de 1935. El Dr. Finlay cursó los estudios de la carrera de Medicina en la Universidad de La Habana, y en la Facultad de Medicina de la Universidad de París, Francia, y los concluyó en 1960, en el Hospital Knickerbocker, de Nueva York, Estados Unidos de Norteamérica.
Realizó el Internado vertical en Psiquiatría en el Hospital “Calixto García”, de La Habana, en 1961, donde convalidó su Diploma de Doctor en Medicina. Posteriormente trabajó en el servicio Médico Rural-Social, en el Hospital La Escondida, Monte Ruz, Guantánamo, en 1962, y comenzó la Residencia en Medicina Interna en 1961, en el Hospital “Manuel Fajardo”, de La Habana. A continuación trabajó en el Centro Nacional de Investigaciones Científicas. (CENIC), donde fue parte de ese núcleo forjador de las Ciencias en Cuba y donde realizó investigaciones de Aspirante a Doctorado entre 1968 y 1970, etapa en la que ocupó el cargo de Subdirector de Biología del CENIC.
Hizo una estancia en el Clinical Research Centre, en el Northwick Park Hospital, de Londres, Reino Unido de 1971 a 1972, continúa en su Aspirantura a Doctorado de 1973 a 1975, y se gradúa de Doctor en Ciencias Biológicas, en La Habana, en 1975. Desde esa fecha y hasta 1980 fue Director de Docencia y Relaciones Internacionales del CENIC. Alcanza el grado de Investigador Titular en 1980, y comienza a trabajar en el Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí” (IPK) donde dirigió primero la subdirección de Investigaciones (1980-1985), y desde 1985 fue subdirector de Parasitología, hasta el año 1999, cuando pasa a Profesor consultante, pasando a retiro definitivo en el año 2012.
Fue tutor de 5 tesis Doctorales y más de 20 de Maestría y Especialidad. Sus colaboraciones y asesorías como experto en el extranjero fueron múltiples, las que incluyeron varios países del antiguo CAME (URSS, Checoslovaquia, y la RDA), Francia, Hungría, Etiopía, Viet Nam, Suiza, Nicaragua, República Dominicana, México, Venezuela, Ecuador, Bolivia, y Chile, entre otros.
En cuanto a su participación en Sociedades Científicas, perteneció a la Internacional Cell Research Organization, a la UNESCO, a la Sociedad Latinoamericana de Parasitología, a la Sociedad Cubana de Microbiología y Parasitología, la Sociedad Cubana de Ciencias Fisiológicas y la Sociedad Belga de Medicina Tropical.
Publicó más de 80 artículos científicos, en revistas arbitradas, la mayoría de ellas revistas internacionales o de alto impacto. Fue forjador de una generación de investigadores en general, y de especialistas en Parasitología en particular. Siempre se recuerda al profesor por su interés de hacer una rigurosa ciencia, y ese espíritu constante de búsqueda y análisis de la bibliografía, y de su insistencia porque todos sus discípulos publicaran los resultados de las investigaciones en revistas científicas de alto impacto, así como la importancia de la búsqueda constante de fondos para la investigación a través de proyectos competitivos.
Prof. Pedro Más Lago, DrCs.
En homenaje póstumo realizado en el Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí” en la tarde del 13 de abril de 2012, Fomento, Sancti Spíritus, Cuba toda, rindió tributo al Profesor Pedro J. Más Lago, Académico de Honor de la Academia de Ciencias de Cuba, médico, especialista de segundo grado en microbiología (virología), quien falleciera recientemente y que sobresalió por el humanismo, patriotismo, sencillez e identidad con la patria.
Entre los beneficios mas significativos de su labor como investigador se pueden señalar:
- La Colaboracion, desde el punto de vista científico, en la erradicación de la poliomielitis, diseñando un esquema de vacunación que actualmente se utiliza para la erradicación mundial de la enfermedad,
- La Identificación del agente etiológico de por lo menos 15 epidemias, de ellas 4 en otros países.
- La Colaboración a la erradicación de la poliomielitis en Nicaragua y su control en la República Arabe Saharaui.
- La identificación del agente etiológico en 5 epizootias.
Su intenso trabajo en el estudio de la inmunidad instetinal de la polio, el dengue hemorrágico, la neuropatía y de otras epidemias que han afectado el país y a otras regiones de Latinoamérica lo han llevado a ser considerado el Padre de la Virología en Cuba y gozar del prestigio y el respeto de la Organización Panamericana y Mundial de la Salud, la que ha solicitado sus servicios investigativos en la detección de virus en varios países, además de ser invitado a impartir conferencias y realizar investigaciones conjuntas en universidades de Estados Unidos, Suecia, España y otros países.
Por sus logros Pedro Mas Lago ostentaba la condición de Héroe de la República de Cuba, Académico de Honor de la Academia de Ciencias de Cuba, Investigador de Mérito, Profesor Titular, Hijo Ilustre de Fomento, Hijo adoptivo de Ciudad de la Habana y además varias condecoraciones entre ellas la medalla Carlos J. Finlay.
Este ilustre profesional cubano no solo sobresalió por su talento y consagración al desarrollo de la ciencia en nuestro país, en él predominaban la modestia, la sencillez, el orgullo de ser un guajiro del Escambray.
Por su solicitud, sus cenizas serán esparcidas en la tierra montañosa natal de Pedro en el municipio de Fomento, Manacal, el próximo miércoles 18 de abril, cuando sus familiares y amigos acudan a ese pedazo de terruño, donde un niño orgulloso de ser guajiro soñó con ser médico y salvar vidas.
“Jamás abandonaré la tierra en que nací”, el día que me muera mis cenizas se esparcirán en Manacal esa sierra adentro donde comencé a soñar.
Prof. Gustavo Kourí Flores, DrCs.
Kourí era Doctor en Medicina y en Ciencias además de fungir hasta hace poco como director general del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí.
El profesor Gustavo Kourí Flores, quien hasta hace poco ocupara funciones de director general del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, falleció este jueves.
Kourí Flores era Doctor en Medicina, Doctor en Ciencias, Profesor Consultante e Investigador de Mérito. Fue director del Centro Colaborador de la Organización Mundial de la Salud en Malacología Médica y Control de Vectores, así como presidente de la Sociedad Cubana de Microbiología y Parasitología, y vicepresidente de la Academia de Ciencias de Cuba (ACC). Estaba especializado en Virología.
El eminente científico Gustavo Kourí era fundador del sistema cubano de investigaciones biomédicas. Por sus aportes y consagración a promover los conocimientos científicos, sobre todo aquellos relacionados con la lucha contra el dengue y su agente trasmisor, el mosquito Aedes aegypti, contribuyó a salvar muchas vidas.
Recientemente fue reconocido por la Academia de Ciencias de Cuba y el Ministerio de Salud Pública como Honorífico Director Fundador del IPK. Por su devoción por la microbiología y parasitología, logró mantener en la cima el apellido libanés legado de su padre, Pedro Kourí, patriarca de la Parasitología cubana.
Al graduarse como médico en 1962, cumplió el servicio social en Minas de Frío, donde contactó con lo descrito en la bibliografía y tuvo la oportunidad de realizar las más disímiles funciones como galeno.
En 1965, cuando iniciaba la residencia, integró el grupo de especialistas que formaría el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIC). Ocupó la subdirección de investigaciones durante dos años de lo que resultó un promisorio proyecto para las ciencias en la Isla.
A partir de 1970 fungió como vicedecano de la Facultad de Medicina, y tres años más tarde, ocupó la vicerrectoría de Investigaciones y Postgrado de la Universidad de La Habana. Con la fundación del Ministerio de Educación Superior pasa a dirigir esta misma área a nivel nacional. Nunca abandonó el laboratorio: por aquel entonces había presentado su primer doctorado en Ciencias Médicas, acerca del virus de la rubeola.
En noviembre de 1977 Fidel llama a fortalecer el Instituto de Medicina Tropical, y un año más tarde un grupo de especialistas empezó las labores científico-investigativas lideradas por Gustavo.
Un poco después, el líder de la Revolución indica crear un instituto de nivel internacional con la mayor brevedad, para prevenir la entrada de enfermedades al país.
Entonces el IPK trabajó para proteger a la población contra la introducción o reintroducción de enfermedades consideradas exóticas, como la malaria, que ya se había erradicado en el país.
Entre muchos reconocimientos recibió la Orden Carlos J. Finlay y el título de Héroe del Trabajo de la República de Cuba. Su mayor distinción fue el respeto de la comunidad científica y de un pueblo que sabe honrar su entrega a la investigación y al humanismo.
La periodista que escribe el reportaje en The Lancet sobre la colaboración en arbovirosis entre Cuba y EE.UU (Barbara Fraser) escribió también en esta prestigiosa revista sobre el Profesor Kourí, en el 2011 con motivo de su fallecimiento.Lancet-Obituario-Kourí
Prof. José Antonio Valdivia Álvarez
El científico cubano José Antonio Valdivia Álvarez, uno de los padres de la microbiología en Cuba, con aportes fundamentales en las investigaciones sobre la bacteria causante de la tuberculosis, falleció a los 86 años de edad en esta capital.
Graduado de Doctor en Medicina en 1956 en la Universidad de La Habana, Valdivia alcanzó los más altos grados académicos y científicos por su talento y dedicación. Era especialista en Microbiología Médica, Investigador Titular, Doctor en Ciencias, Profesor Titular e Investigador De Mérito.
Al triunfo de la Revolución trabajó como voluntario en la fundación del Servicio Médico Social Rural en la entonces provincia de Oriente y en la apertura de una consulta de servicios médicos en el central Bartolomé Masó, en Granma.
Con una sólida formación científica alcanzada en universidades de diversos países, sus últimos y más importantes aportes los realizó como Director del Centro Colaborador para el Estudio de la Tuberculosis que integra un Grupo Internacional de la OMS-OPS, con sede en el prestigioso Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK).
Participó en más de cincuenta investigaciones con amplia aplicación práctica entre otras las relacionadas con nuevas especies de Mycobacterias, nuevos métodos de agitación y precipitación para el pretratamiento del Esputo y su cultivo, para el cultivo rápido e identificación de Streptococus aureus, desarrollo de un Candidato vacunal para la protección contra la Tuberculosis empleando métodos clásicos de atenuación de la Cepa cubana. Más de setenta artículos científicos fueron publicados como autor o coautor en revistas nacionales e internacionales de impacto y participó en más de cuarenta eventos científicos de nivel nacional e internacional, presentando más de ochenta trabajos en conferencias, y carteles. Obtuvo más de treinta resultados relevantes, como autor o coautor en la dirección del Laboratorio Nacional de Tuberculosis. Se desempeño como asesor del programa de control de la tuberculosis en Cuba.
Profesor de la Universidad de Oriente, impartió docencia de pre y postgrado durante más de cuarenta años. Fue profesor especial, jefe del departamento de Microbiología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Oriente, e impartió cursos a los primeros cuadros de Microbiología de esa región del país. Fue profesor de la Escuela de Salud Pública, impartiendo cursos de Epidemiología e Higiene y de cursos de postgrado en el INHEM y el Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí”. Se desempeño además como profesor y miembro del Comité Académico de las Maestrías de Bacteriología – Micología y Epidemiología y de la Residencia en Bacteriología-Micología, que se imparten en el IPK.
Fue miembro fundador de la Sociedad de Microbiología y Parasitología Médica, del Consejo Científico del IPK, de la Comisión de Grados Científicos y la Comisión Académica del IPK, del tribunal de Grado de doctores en Ciencias médicas en la especialidad de Diagnóstico en Medicina y fundador del Grupo Nacional del programa de lucha contra la tuberculosis.
Fue acreedor de numerosos reconocimientos, condecoraciones y distinciones por sus resultados investigativos, entre ellos el Diploma de Fundador del Servicio Médico Social, y las Medallas 60 Aniversario del IPK y la Carlos J. Finlay. Publicó más de 70 artículos científicos y revisiones bibliográficas como autor o coautor en revistas nacionales e internacionales de impacto.