Científicos de la Universidad de California, Estados Unidos, dirigidos por el doctor Saul Villeda, habían demostrado en un estudio con ratones que las proteínas de la sangre de un individuo más joven son capaces de provocar cambios positivos a nivel estructural en el cerebro, músculos y corazón de un animal más viejo.
Una verdadera fuente de la juventud, según los autores de la investigación.
Sin embargo, medios estadounidenses consideran que en caso de que esta práctica comience a llevarse a cabo en personas, a pesar de las ventajas que presenta, también tendría otros efectos como la aparición de mercados negros de sangre joven.