Fin de la violencia contra la mujer, una meta en el horizonte

Naciones Unidas (PL) La lucha por la erradicación de la violencia contra las mujeres cuenta ahora con el fuerte impulso otorgado por nuevas estrategias y respaldos acordados por la Comisión de Naciones Unidas encargada de los problemas de ese sector de la humanidad.

Luego de dos semanas de intensas discusiones que lograron superar la resistencia de algunos países, el foro consiguió un claro pronunciamiento sobre el amplio abanico de cuestiones relacionadas con la violencia que padecen mujeres y niñas a nivel mundial.

La cita dejó en claro que ese flagelo es un asunto universal que requiere una respuesta mundial, pues tiene múltiples formas, ocurre en todos los países, afecta a familias y comunidades, impide el desarrollo y cuesta miles de millones de dólares.

El documento final del foro condenó en los términos más enérgicos la generalizada violencia contra las mujeres y las niñas, y reclamó la adopción de medidas por parte de los gobiernos y las sociedades para la prevención y enfrentamiento del problema.

Al respecto, demandó la creación de los distintos tipos de servicios de salud, sicológicos, sociales y de asesoría para asistir a las víctimas de las agresiones. También exigió acciones para la protección del derecho a la salud sexual y reproductiva y castigar a los responsables de los ataques como forma de acabar con la impunidad existente en la materia.

La sesión comprometió a los gobiernos a demostrar que la discriminación y la violencia contra las mujeres no tienen cabida en el siglo XXI y a actuar por la protección de sus derechos y libertades, aseguró la hasta ahora directora ejecutiva de la agencia ONU-Mujeres, Michelle Bachelet.

Entre focos principales trazados por la reunión para la acción futura están el enfrentamiento a la violencia doméstica y sexual, la trata de mujeres, la prostitución forzosa, la mutilación genital femenina y el matrimonio obligado de niñas, entre otras variantes del problema.

Asimismo, figura la necesidad de trabajar por la igualdad de oportunidades para las mujeres con respecto a los hombres y de cara al programa de desarrollo de la ONU para el período posterior a 2015, año en que concluye el plazo de los Objetivos del Milenio.

La cita también aprobó una resolución sobre la situación de las mujeres palestinas que llama a reforzar el apoyo a la protección de sus derechos humanos y a mejorar sus condiciones de vida y de sus familias bajo la ocupación israelí.

El texto, adoptado con los votos en contra de Estados Unidos e Israel, señala a la ocupación israelí como el principal obstáculo para el progreso y autosuficiencia de las palestinas y su integración en el desarrollo de su sociedad.

Además denunció las prácticas israelíes de demolición de viviendas, desalojos, revocación de derechos de residencia, detención y encarcelamiento arbitrarios en esas tierras y repudió la violencia de los colonos de los asentamientos judíos contra la población civil palestina.

Al terminar la asamblea femenina, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, destacó los acuerdos referidos a la prevención y eliminación de todas las formas de violencia contra las mujeres y la provisión de servicios de justicia para las víctimas.

Ese tipo de ataque constituye una atroz violación de los derechos humanos, una amenaza global, un atentado contra la salud pública y una ofensa a la moral, precisó.

No importa dónde vivan, ni su cultura ni sociedad, todas las mujeres y niñas tienen derecho a vivir libres de miedo y a desplegar todo su potencial y sueños de futuro, añadió.

Y subrayó la responsabilidad que tienen los estados para convertir esos derechos en una realidad.

Al final del cónclave, Bachelet anunció que abandona sus cargos en el organismo mundial para regresar a Chile, aunque no precisó si con el objetivo de volver a aspirar a la presidencia de su país.

Antes proclamó que “no podemos detenernos aquí. Hay mucho que hacer todavía, convertir las palabras en hechos, con acciones. Tenemos que continuar hacia adelante con valor, convicción y compromiso”.

El siglo XXI es la centuria de la inclusión y de la plena igualdad de derechos y participación de las féminas, concluyó Bachelet para, quizás, emprender el camino hacia una nueva demostración personal de que las mujeres pueden, además de llegar a la jefatura de un Estado, ser reelectas.

*Jefe de la corresponsalía de Prensa Latina en Naciones Unidas.

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