Julio Trigo López.
Combatiente revolucionario cubano. Fundador del Partido Ortodoxo en Calabazar. Fue asaltante al Cuartel Moncada.
Nació el 27 de marzo de 1925 en la Clínica La Balear, de San Miguel del Padrón, La Habana, Cuba. De origen muy humilde. Sus padres fueron inmigrantes españoles naturales de Galicia. En Cuba formaron un modesto hogar en la calle Escobar, actual municipio Centro Habana, que pronto fue completado con el nacimiento de dos hijos varones: Julio, el mayor, y Pedro tres años después. Fue una familia de escasos recursos económicos. El padre trabajó inicialmente como chofer de alquiler y la madre como sirvienta de familias adineradas.
Infancia y juventud
La salud de su madre Francisca López Sánchez como consecuencia de su segundo parto, quedó seriamente quebrantada. Los médicos recomendaron el regreso temporal a España con el fin de lograr su restablecimiento; Servando Trigo Rouco logró en 1930, a costa de grandes sacrificios, reunir lo suficiente para enviar a su esposa e hijos un a tiempo a Miñotos, una pequeña aldea del municipio de Vivero, en la provincia gallega de Lugo.
Fue un duro período para la familia de Julio Trigo. Por razones también económicas, la estancia debió prolongarse. En Galicia la madre tuvo que dedicarse a rudas faenas agrícolas. Julio asistió allí por primera vez a la escuela pero a pesar de su corta edad, tuvo que compartir algunas de las tareas del campo que garantizaban la subsistencia familiar. En Cuba, por otra parte, el padre estaba señalado políticamente, por haber salvado de un atentado a Salvador Menéndez Villoch, quien luego sería figura política del autenticismo pero que a la razón se encontraba entre los colaboradores del dirigente revolucionario Antonio Guiteras en su lucha contra la tiranía de Gerardo Machado.
Todo ello propició que la permanencia de Julio Trigo junto a su madre y hermano se extendiera a seis años y el regreso no pudiera efectuarse hasta fines del año 1936. Ya declarada la guerra civil española lograron regresar a Cuba desde el puerto de La Coruña, debido a gestiones que realizó el padre. Una vez reunidos comenzó un período de intensa vinculación de los hijos con su padre; además de fortalecerse las relaciones afectivas, Julio y su hermano Pedro participaron de las inquietudes políticas de aquel. Con el padre tomaron parte en colectas a favor de la república española, a través de la Casa de Cultura Española de La Habana; de quien oyeron, desde muy pequeños, calificar de sanguinario a Fulgencio Batista y acusarlo de haber sido el asesino de Guiteras.
La familia residía por aquel entonces en la finca El Molino, en Calabazar, La Habana, donde ambos hermanos asistieron a la escuela pública. Julio se destacó como estudiante. En 1938, a menos de dos años del regreso de España, el padre perdió la vida cuando intentaba salvar la de un compañero de trabajo. A partir de entonces, la madre luchó sola por la supervivencia y educación de sus hijos. Pidió ayuda a Menéndez Villoch, quien consiguió una beca para Pedro. Su madre, consideró que debía ser Julio quien debía encabezar en su momento la familia.
En la Escuela Nacional Masónica, en la llamada Casa de los Niños, sita en la antigua Calzada de Bejucal, Julio terminó la enseñanza media hasta octavo grado. Desafortunadamente no pudo estudiar bachillerato como quería para después cursar la carrera de Farmacia, pues tuvo que comenzar a trabajar para hacerle frente a las necesidades del hogar. Inicialmente Julio trabajó como mensajero en la farmacia de Calabazar, y poco después fue dependiente. Las funciones inherentes a esa plaza en aquellos tiempos, incluía preparar fórmulas y poner inyecciones. Aproximadamente dos años más tarde pudo colocarse en la fábrica TEDECA –Telares de Calabazar, donde se le presentó por primera vez a los 17 años, una hemotisis que provocó su ingreso en el antiguo sanatorio La Esperanza, centro hospitalario que actualmente lleva su nombre. Leer más…