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Sabías que…

• Un estudio de la Universidad de Ohio (EE.UU.) ha revelado que la premura en el proceso de cicatrización de las heridas depende del cortisol, hormona originada por el estrés. Cuanto mayor es su cantidad más lenta es la cicatrización, ya que ésta depende del sistema inmune.

• El estreñimiento es el origen de diferentes trastornos como el mal aliento, el olor corporal, la fatiga, los gases intestinales, los dolores de cabeza, las hemorroides, el insomnio, los trastornos digestivos, la mala absorción de nutrientes, la obesidad, etc. En la mayoría de los casos, se debe a una mala alimentación baja en fibras vegetales y líquidos y a una vida estresada y sedentaria.

• Científicos de la Universidad del Oeste de Australia descubrieron al estudiar un grupo de mujeres entre 70 y 85 años que una sustancia presente en el cacao eleva la eliminación de calcio. Es el mineral con mayor presencia en el organismo y el cuarto componente del cuerpo después del agua, las proteínas y las grasas. El calcio corporal total se aproxima a los 1200 gramos, lo que es equivalente al 2% de nuestro peso corporal. De ello, casi un 99% se concentran en los huesos y dientes.

• El humo generado en la combustión de los motores Diesel induce una respuesta de estrés en la actividad cerebral, provocando dolor de cabeza o mayores complicaciones.

• El colesterol es un lípido (grasa) que pertenece al grupo de los esteroides. El hígado genera el 80% del colesterol total, al intervenir en procesos metabólicos, hormonales, digestivos y nerviosos. El otro 20% proviene de la dieta, y su exceso provoca un mayor riesgo de padecer enfermedades cardíacas.

• La vigorexia se trata de un trastorno o desorden emocional donde las características físicas se perciben de manera distorsionada, al igual de lo que sucede cuando se padece de anorexia, pero a la inversa. Ello le lleva a realizar ejercicio físico de manera obsesiva compulsiva y pesas cada día de manera continuada.

• El aceite de oliva es la grasa vegetal (lípido) alimenticio más antiguo y es un nutriente indispensable para nuestro organismo ya que aporta la energía que necesitamos para poder llevar a cabo nuestras actividades físicas e intelectuales. También estimula la absorción de calcio, y por ello estimula el crecimiento óseo, y aporta flexibilidad a las células. El 99% de su composición corresponde a diferentes ácidos grasos.

• El apetito es el deseo de ingerir alimentos está regulado por diferentes estructuras situadas en el cerebro, que conforman el centro del apetito. Su función es cubrir los requerimientos energéticos de nuestro cuerpo. El nivel de azúcar en sangre, o glucemia, es el encargado de enviar esos estímulos y así regular la ingestión de alimentos. El estómago también regula: cando el estómago se contrae, el deseo de comer se intensifica, mientras que cuando hay alimentos en su interior, la señal llega al centro de saciedad y así, dejamos de comer.

• La osificación, o proceso de creación de los huesos, está condicionada por tres factores: el calcio, ingerido en la leche y sus derivados; la vitamina D, cuyos niveles diarios se suplen con un vaso de leche; y los rayos solares.

• El alcohol, la luz, y las pastillas para dormir, entre otros, pueden destruir la vitamina B12, produciendo mala producción de glóbulos rojos y degeneración nerviosa.

• Los fumadores pasivos, aquellos están en contacto directo con el humo del cigarrillo pero que no fuman, también pueden padecer cáncer. El humo de un cigarrillo emana dos veces más alquitrán y nicotina que lo inhalado por el propio fumador.

• El cuerpo humano posee más de 100.000 millones de neuronas. En cada borrachera se destruyen 1.000.000 de neuronas, es una pérdida de neuronas permanente ya que nunca más se van a volver a tener. Al consumir alcohol con el estómago vacío, el 20% de éste pasa directamente a la sangre.

• La vitamina K, proveniente de la palabra danesa Koagulation (coagulación), es determinante para evitar las hemorragias. También promueve la formación ósea en nuestro organismo.

• Según un estudio realizado en la Universidad de Alabama (EEUU), el ajo es bueno para el corazón. La clave está en la alicina, que al convertirse en los compuestos de sulfuro producen el mal olor que a veces se queda impregnado en el aliento. Esas sustancias reaccionan con los glóbulos rojos de la sangre y producen el sulfido de hidrógeno (utilizado para hacer bombas fétidas) que relaja los vasos sanguíneos y hace que la sangre fluya con mayor facilidad.

• Según un artículo publicado en el British Medical Journal, la reducción en la ingesta de sal (25%) reduce el riesgo de contraer una enfermedad cardiovascular en un 25%. Así mismo observaron una disminución del 20% en el índice de mortalidad.

Fuente: Extensión universitaria