Hesiré e Imhotep
Los primeros médicos egipcios
No es que Hesiré sea el primer médico de egipcio pero si es el primero del que nos ha llegado su nombre. Por su parte, y de la misma época, el famoso divinizado Imhotep desempeñó muchas otras labores, pero también se dedicó a la medicina. Ambos son los más antiguos de los que tenemos noticia. Hesiré era el médico y dentista del faraón Zoser, de la III Dinastía. Los relieves hallados en su tumba se encuentran actualmente en el Museo Egipcio de El Cairo. En ellos se le muestra con diversos atributos que simbolizan si poder. Algo que tampoco le faltaba a Imhotep, primer arquitecto de la Historia, sumo sacerdote de Heliópolis y visir de Zoser. Que también cultivó la astronomía y el estudio de más matemáticas. La figura de Imhotep, que es el autor del papiro Edwin Smith acerca de curaciones, dolencias y observaciones anatómicas (aunque este texto probablemente fue escrito alrededor del 1700 a. C., con añadidos de otros médicos). La concepción mítico-religiosa de la enfermedad, en el Egipto de Imhotep, conducía a un enfoque mágico-religioso y empírico a la terapia médica. Es decir, una combinación de ritos, prácticas quirúrgicas y un extenso recetario farmacológico. También se registran algunos intentos de racionalización, como los que se aprecian en el papiro Smith, que describe 48 casos clínicos sin mencionar causas ni tratamientos mágicos y aportando un enfoque racional sobre el tratamiento de ciertas enfermedades y las heridas.
En este texto Imhotep que es una compilación de 48 casos de heridas de guerra, con los tratamientos que las víctimas habían recibido. Los tratamientos son racionales, y en un sólo caso se recurre a remedios mágicos. El papiro contiene las primeras descripciones de suturas craneales, de la meninge, la superficie externa del cerebro, del líquido de cerebroespinal, y de las pulsaciones intracraneanas. Recomienda el uso de vahos de opiáceos como anestésico. Describe observaciones anatómicas, el examen, diagnóstico, tratamiento y pronóstico de numerosas heridas co
n todo detalle. Los tratamientos son racionales, y en un sólo caso se recurre a remedios mágicos. Según un grabado de una losa sepulcral en Saqqara, Imhotep preconizaba la aplicación de presión en las arterias carótidas para calmar el dolor de cabeza, al disminuir el flujo de sangre al cerebro. Imhotep afirmaba que el pulso era un índice del corazón y de las condiciones del enfermo.
El papiro muestra que el corazón, el hígado, bazo, los riñones, los uréteres y la vesícula se conocían, y que supieron que los vasos sanguíneos partían del corazón. También contenía un conjuro mágico contra la pestilencia y una prescripción para curar arrugas utilizando urea, sustancia que todavía se utiliza en cremas para la cara.
Los pasos utilizados en la medicina egipcia son similares a los actuales:
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Síntomas: espasmos, inmovilidad desde las cervicales, ojos enrojecidos.
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Diagnóstico: rotura al nivel del cuello.
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Veredicto: enfermedad que no conozco.
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Tratamiento: puede consultar a un mago o curandero, pues no le hará ningún mal.
Se afirma que Imhotep era el fundador de la medicina egipcia y el autor original del papiro, aunque las evidencias sugieren que fue redactado y escrito, al menos, por tres autores diferentes.