Para el análisis, investigadores del Hospital Kangbuk Samsung, en Corea del Sur, monitorearon a más de 25.000 personas que fueron sometidas a pruebas médicas en su lugar de trabajo. Las personas que consumieron café diariamente con moderación, es decir, las tres a cinco tazas mencionadas, mostraron menos síntomas de enfermedades cardiacas. Este hallazgo reanuda la discusión acerca de si el café es bueno o malo para el corazón.
Y es que otros estudios han concluido que el café es un factor de riesgo, ya que eleva el colesterol y la presión sanguínea. Sin embargo, no hay evidencias tangibles. Tampoco para el nuevo estudio coreano.
Sorprendentes conexiones
En realidad, el café no era el foco central de este estudio. Los científicos comenzaron investigando las causas de enfermedades arteriales. Querían analizar más de cerca las obstrucciones de las arterias coronarias, las cuales pueden desencadenar, por ejemplo, un ataque al corazón. En una enfermedad cardiaca de ese tipo, las arterias se obstruyen por la supresión gradual de materia grasa.
El resultado es que el corazón ya no puede ser suministrado con suficiente sangre rica en oxígeno. Por medio de exploraciones, los investigadores hicieron visibles diminutos depósitos de calcio en las paredes de las arterias coronarias, considerados como un primer indicio de la calcificación vascular.
En ninguno de los participantes del estudio coreano se identificaron signos concretos de una enfermedad coronaria. Sin embargo, al menos uno de cada diez mostró indicios de un comienzo de calcificación. Los investigadores combinaron los resultados con el consumo de café de cada uno de los participantes, además de otros factores potenciales de riesgo como el tabaquismo, el ejercicio o las predisposiciones familiares.
El resultado: los participantes que bebieron unas cuantas tazas de café al día tenían menos depósitos de calcio que quienes tomaban más café que el promedio o nada. Es por ello que el estudio puede ser una buena noticia para los amantes del café. Sin embargo, hace falta confirmar esta hipótesis de manera definitiva. Para ello será necesario llevar a cabo más investigaciones, aseguraron los científicos. Así que, al final, le recomendamos que espere… y mejor beba té.