El alcohol es la droga más consumida, más aceptada y más minimizada. Pero también es una de las que más daño causa a nivel físico, emocional y social. Tal como explicó, no hace falta tener una dependencia total a la sustancia para que esta tenga un fuerte impacto en la salud mental del consumidor. El alcohol puede alterar el estado de ánimo, interferir el descanso, aumentar la impulsividad y desencadenar el consumo de otras sustancias problemáticas.